Un total de 262,623 bovinos han sido vacunados este año en todo el país por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), contra el impacto de la "rabia herbívora", a fin de evitar que sean afectados por este virus a través de la mordedura de murciélagos.
Como una medida de prevención y monitoreo permanente que va acorde con las políticas institucionales del Ministerio de Agricultura y Riego se realizaron 360 campañas de captura y control poblacional del reservorio silvestre, además de haberse capacitado a más de 6,356 productores en todo el país.
Solamente en la región Cusco fueron vacunados 14,642 bovinos; se realizó 19 campañas de control población de murciélagos vampiros, y capacitó a más de 436 productores. Esta región se atiende por los antecedentes de la enfermedad en provincias como Anta, Paucartambo, La Convención y Calca.
Medidas adoptadas
Entre las principales medidas de prevención de la enfermedad en áreas endémicas y en riesgo se encuentra la vacunación periódica de ganado susceptible de poder ser atacado por este mal. Así, durante el año 2015 fueron vacunados 209,645 bovinos.
Además, con el fin de realizar el control poblacional del “murciélago hematófago” (transmisor de esta enfermedad al ganado), fueron realizadas 407 campañas y se dio capacitación a 5,433 productores en prevención y control de esta enfermedad, con el objetivo de que adopten la vacunación en su ganado como medida de prevención regular.
Estos productores colaboran y coordinan de forma permanente con el Senasa para ubicar refugios, notificar ante el incremento de mordeduras en su ganado o que algunos animales presenten una sintomatología nerviosa que llevará a la sospecha de esta enfermedad.
En años previos, en regiones como Amazonas, Cajamarca, San Martín, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Madre de Dios y Loreto, se han tenido reportes de rabia en ganado, que fueron comprobados mediante diagnóstico de laboratorio.
Características de la enfermedad
La rabia es una enfermedad endémica en el Perú y es causada por un virus que infecta a animales domésticos y silvestres. Es altamente mortal y se caracteriza también por ser una zoonosis, es decir que se transmite al ser humano por contacto con la saliva infectada por mordeduras o arañazos.
Se describen dos ciclos naturales de esta enfermedad: el ciclo urbano, que tiene como principal reservorio al perro; y el ciclo silvestre, que tiene como reservorios a animales silvestres.
En el caso del Perú, es el “murciélago hematófago” o vampiro común es el que juega un papel importante en la transmisión de la enfermedad al ganado, por su hábito de alimentarse de sangre y que su saliva esté en contacto prolongado con la herida producida durante la alimentación.
El Senasa cuenta con socios estratégicos cruciales en el trabajo que realiza, tal es el caso del Ministerio de Salud (Minsa), que con su apoyo permite optimizar la cadena de frío de la vacuna antirrábica en sectores lejanos, así como la protección con vacuna antirrábica preventiva al personal que manipula ganado con sospecha de rabia o murciélagos vampiros.
Otro importante colaborador ante casos como estos es el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, a través del programa nacional “Tambos”, quienes dan la facilidad del uso de su infraestructura y servicios. Finalmente, los gobiernos regionales y locales constituyen una importante oportunidad de apoyo a sus comunidades que se vean afectadas por la enfermedad.
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