Desde muy niño, Miguel Arriarán Salvatierra, actualmente de 42 años, se inició en el mundo del arte de la cerería, un emprendimiento familiar que pasó por varias generaciones y que aún se mantiene vigente con la elaboración de imágenes religiosas del santoral cristiano católico hechas a base de cera.
Su destacada labor en decorar con figuras de cera las gigantescas andas que recorren las diversas procesiones de la ciudad de Ayacucho por Semana Santa, hizo que Miguel fuera condecorado por el Congreso de la República como el mejor artesano joven del Perú en 2019 y 2020.
“La cerería Salvatierra tiene 91 años de trayectoria, somos una de las primeras familias en incursionar en este arte de diseño de andas en miniatura a base de maguey, cascos, cirios y pencas”, comentó.
Su trabajo más resaltante es el anda de la procesión de Pascua de Resurrección que saldrá este domingo 31 de marzo desde la Basílica Catedral de Ayacucho. Es una especie de pirámide o del Ushnu de Vilcas Huamán.
“El anda del Pascua de Resurrección es el más grande y tiene su lado cultural inca (sol) y española con la imagen de Jesucristo. También elaboramos andas de otras procesiones importantes como el de Jesús de Nazareno, el Señor de Parra, la Virgen Dolorosa, el Señor de la Sentencia, entre otras”, apuntó.
Arriarán Salvatierra tiene su taller de exposición en el jirón 9 de Diciembre, ubicado a una cuadra de la Plaza Mayor de Huamanga, donde recibe a los turistas o y todo aquel interesado en este arte. En el lugar se puede apreciar los diseños que ha realizado en los últimos años.
Explicó que la cerería ayacuchana se caracteriza por ser una actividad artesanal que consiste en elaborar ornamentos de cera para la decoración de tronos y altares procesionales de santos y de advocaciones de la virgen María.
Desde hace décadas su uso se convirtió en un medio de expresión de fe y devoción de los feligreses, es un referente de identidad regional y tradicional cultural que no solo predomina en la Semana Santa, sino en otras fechas especiales.
Al arte cerero consiste en utilizar la cera para elaborar cirios en forma de parra, cerahuayta o mazorca de choclo con ayuda de herramientas manuales, productos que son usados en la decoración del trono y altar.
Miguel Arriarán agregó que en Ayacucho existen varias familias dedicadas a esta actividad, en las que resaltan los apellidos Alarcón, Aybar, Curi y Aybar, pero que algunos perdieron vigencia.
El artesano también creó segmentos de andas para enmarcarlos y que las personas lo puedan colgar en la pared de sus casas. Los denominó “Cuadros en 3D” y les puso precios a partir de 300 soles; en tanto, las réplicas de las andas completas superan los 4,000 soles, porque el trabajo dura más de un mes, aseveró finalmente.
(FIN) FTY