El Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) descartó cualquier riesgo de desabastecimiento o afectación en la calidad del agua potable en Lima, pese al cierre temporal de algunas bocatomas como medida preventiva.
En declaraciones a TV Perú, el presidente del directorio de Sedapal, Julio Kosaka Harima explicó que la empresa cuenta con tecnología de tratamiento avanzada y con reservas suficientes que aseguran el suministro continuo para la capital.
“Nosotros al tener una planta de tratamiento de esta naturaleza, lo que hace es brindar un servicio de calidad. Por más que haya afectaciones, la tecnología y la experiencia de nuestros ingenieros permiten mantener el elevado nivel del agua que estamos consumiendo”, aseguró.
El titular de Sedapal enfatizó que las plantas cuentan con lagunas de almacenamiento que otorgan una autonomía suficiente ante posibles interrupciones en la captación de agua.
“Descarto totalmente cualquier tipo de desabastecimiento y de afectación al agua que podamos estar tomando. Nuestras lagunas nos permiten resistir con las bocatomas cerradas, de tal forma que podemos garantizar, al 100 % el abastecimiento del agua potable en Lima”, aseveró.
Kosaka dijo que Sedapal está a la espera de que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental intervenga de forma directa para evaluar las afectaciones y poder actuar sobre el río.
De igual forma, precisó que el combustible no ingresó directamente al cauce principal del río Rímac, sino a uno de sus afluentes, a la altura del kilómetro 82 de la Carretera Central.
No obstante, Kosaka reconoció que uno de los principales retos en la red de distribución sigue siendo el deterioro de las tuberías matrices, algunas de las cuales tienen más de seis décadas de antigüedad.
“El mayor riesgo de contaminación no está en nuestras plantas, sino en las tuberías. Por eso existe un plan de renovación, aunque actualmente no contamos con todos los recursos necesarios para ejecutar estos cambios de manera masiva y rápida”, explicó.
Sedapal, con 66 años de operación, ha identificado zonas críticas en Lima donde se requiere la modernización de las redes de agua. Según Kosaka, la antigüedad de las matrices varía según la zona, y los trabajos de renovación se realizan de forma progresiva.
El último viernes, un camión cisterna cisterna se despistó y volcó a la altura del kilómetro 82 de la Carretera Central, en la provincia de Huarochirí, lo que ocasionó que el combustible llegue al cauce del río Rímac, principal fuente de abastecimiento de las plantas de tratamiento (PTAP) de La Atarjea y Huachipa.