La edificación de diversos complejos deportivos de primer nivel que serán las próximas sedes de los VIII Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, han impactado notablemente en el índice de construcción del país, que a partir del 26 de julio estará en los ojos del mundo.
“No todos los días se construyen estadios en el país. Estas obras están teniendo un impacto positivo tremendo en el sector, no solo por la contratación de profesionales en este campo, sino por el uso de mano de obra no calificada, que es la que menos oportunidades tiene”, sostuvo Willhelm Funcke, Gerente de Proyectos e Infraestructura de Lima 2019.
Detalló que la edificación de
distintos complejos deportivos en Lima ha “permitido sumar avances positivos en el sector construcción”, crecimiento que no solo se mide en el empleo de mano de obra directa, sino también indirecta en diversos sectores “fuera de obra”.
Alrededor de 6,700 deportistas competirán en 39 escenarios deportivos ubicados en cinco grandes clusters distribuidos en 14 distritos de Lima e Ica.
Entre ellos figuran la
Villa Deportiva Regional del Callao, el Estadio San Marcos, la Videna, el Coliseo Eduardo Dibós, la Escuela de Equitación del Ejército, el Parque Kenney, el Complejo Deportivo Villa María del Triunfo, la Escuela Militar de Chorrillos, la Base Aérea Las Palmas,
el Polideportivo Villa El Salvador, Country Club de Villa, el estadio Nacional, a las que sumas los diversos escenarios al aire libre.
No hay
sede y alrededores que no estén siendo remozados o adecuados para dar la bienvenida a las próximas competencias, fuera de los diversos complejos que se construyen completamente en zonas donde antes solo había arenales y ganas de surgir, como ocurre en Villa El Salvador y Villa María del Triunfo.
Mano local de primera
El ingeniero Funcke comentó que pese a la gran cantidad de obras que se desarrollan de forma simultánea, no hubo necesidad de “importar” mano de obra.
“Hemos tomado básicamente mano de obra local, fomentando que la gente de los alrededores tenga trabajo, sobre todo mano de obra no calificada. Cada empresa tiene su personal calificado, operarios y especialistas a quienes se les confía la operación de las grandes maquinarias, de mayor valor”.
Detalló que, en la Videna, laboran aproximadamente unas 2,500 personas, a las que se suman otras 1, 200 en
Villa María del Triunfo y 1, 000 en el Callao, donde se ubican las tres grandes sedes de competencia.
“La generación de mano de obra no solamente ha crecido en las grandes construcciones, sino también en otro tipo de empleos como fábricas de ladrillos, de cemento, empresas de transporte y alimentación.”
Comentó que desde hace mucho no invertía en infraestructura deportiva en el país. “En Trujillo se hizo un centro acuático y algunas otras obras, pero lamentablemente se dejaron abandonadas después de los Bolivarianos. En Lima, está el coliseo de la Videna, el polideportivo 1 y 2, el centro de alto rendimiento. Son muchas las obras que quedarán como
legado para el país”.
Sorprendidos por velocidad
El jefe de todos los gerentes de proyectos de Lima 2019 destacó que la construcción de infraestructura deportiva en Lima está siendo supervisada por expertos “que tienen varios juegos sobre sus espaldas”, como Las Olimpiadas de Río, los Panamericano de México, entre otros certámenes de alto nivel.
“Todos han quedado sorprendidos por la calidad del profesional peruano. Hemos tenido una gran velocidad en la construcción de las torres. En algún momento, construíamos prácticamente un piso cada día. Evidentemente, eso era posible por los procedimientos constructivos, la capacidad del peruano y las ventajas climáticas que tenemos”.
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(FIN) KGR/RRC
Publicado: 31/1/2019