Hace siete años Perú culminó la delimitación de sus fronteras gracias al fallo que emitiera la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el contencioso limítrofe marítimo que el país sostuviera con Chile.
El 27 de enero de 2014, y luego de un proceso que se inició en 2008, la instancia mencionada emitió un pronunciamiento que el gobierno peruano consideró favorable a su posición.
Chile, por su parte, planteaba que su límite marítimo se iniciaba en el Hito 1, trazándolo sobre el paralelo geográfico más allá de las 200 millas adyacentes a la costa.
Los jueces determinaron que el límite marítimo parte en efecto desde el Hito 1 y continúa en una línea en paralelo de 80 millas, siguiendo luego por una línea equidistante de 200 millas.
Finalmente, el área marítima correspondiente a Perú en virtud a la resolución representa aproximadamente 50 mil kilómetros cuadrados.
Mejores relaciones
Tras el fallo de La Haya, la relación bilateral Perú – Chile se mantiene estable por años, contrastando con episodios de tensión diversos generados por la indefinición de los límites marítimos, que propiciaba la detención de embarcaciones de ambos países en las zonas comprendidas en la contienda.
Incluso, el gobierno chileno, entonces encabezado por Michelle Bachelet, consideró que la demanda presentada por Perú ante la Corte Internacional, representaba un acto “inamistoso”, por considerar que no había controversia sobre el tema.
El gobierno de Alan García designó a un equipo de defensa de la posición peruana, encabezado por Allan Wagner, excanciller y diplomático de carrera, y por José Antonio García Belaunde.
El proceso se prolongó hasta el siguiente gobierno, encabezado por Ollanta Humala. Esta sucesión se dio también en Chile, donde Bachelet fue reemplazado en la presidencia por Sebastián Piñera.
El agente del gobierno chileno para este tema, Alberto van Klaveren, dijo que su país reconocía el fallo, pero que también lamentaba “profundamente” que se haya modificado la extensión del límite de 200 millas que Chile mantenía, reduciéndolo.
La reacción de la ciudadanía en las principales ciudades peruanas fue de júbilo, expresado en desfiles y manifestaciones públicas. El consenso generalizado fue de que el proceso se llevó a cabo de manera impecable, constituyéndose en un hito histórico, no solo para Perú, sino para la jurisprudencia sobre el tema.
(FIN) FGM/RMCH