Jóvenes asháninkas y de otros pueblos originarios que habitan en la zona norte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en la provincia de Satipo, región Junín, aprenden el uso de herramientas tecnológicas para defender sus territorios ante diversas amenazas como el narcotráfico y traficantes de madera.
La organización indígena Central Asháninka del Río Ene (CARE) ejecuta un proyecto que tiene como finalidad luchar por la defensa de los derechos humanos de la población originaria y la protección de los defensores ambientales frente a actividades ilegales o extractivas con el uso de tecnologías modernas.
En ese sentido, CARE capacita a sus comunidades en el uso de GPS, laptops, drones, celulares inteligentes, así como en la elaboración de reportes y alertas; con la finalidad de tener una atención oportuna de parte de la organización indígena y demás entidades pertinentes.
Estas capacitaciones se dan con el apoyo del Programa Bosques del Ministerio del Ambiente, el Servicio Nacional Forestal y Fauna Silvestre (Serfor), la municipalidad distrital de Río Tambo, el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la organización Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR Perú), buscando formar a monitores ambientales reconocidos por el Ministerio del Ambiente.
CARE trabaja también en la programación de un Sistema de Alerta Temprana en coordinación con la organización nacional Aidesep que permitirá informar, en tiempo real, las amenazas y atentados contra los derechos humanos y colectivos de las comunidades de río Ene, así como las amenazas de índole natural como derrumbes, incendios forestales, inundaciones, ventarrones y contaminación de ríos.
También se han instalado tres centros de monitoreo en las comunidades nativas de Potsoteni, Tsirotiari Alto y Pamoreni, que contienen una laptop, un teléfono inteligente y un GPS. Y un cuarto centro de monitoreo que recibirá las alertas en las oficinas de CARE, en la ciudad de Satipo.
Narcotráfico
El Vraem es una zona afectada por el cultivo ilícito de la hoja de coca y donde las comunidades asháninkas del río Ene están siendo perjudicadas, porque sus territorios son invadidos por los cocaleros. Asimismo, se han levantado denuncias donde se indica la presencia de pozos de maceración dentro de las comunidades.
Este proyecto se realiza con el apoyo de la organización DAR Perú y la Unión Europea, en un intento de salvaguardar la vida y los territorios de las comunidades nativas del Vraem.
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(FIN) JRA/MAO
GRM
Publicado: 24/5/2022