Un devastador incendio forestal consumió más de 25 hectáreas de vegetación entre los distritos de Cacatachi y Rumisapa, en la provincia de San Martín. El siniestro se inició alrededor de las 09:00horas del domingo 26 de octubre, generando una densa columna de humo visible a varios kilómetros de distancia, lo que alarmó a los pobladores de la zona.
De inmediato, vecinos del lugar alertaron a las autoridades, quienes desplegaron un operativo conjunto para controlar las llamas. Hasta el lugar llegaron efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) de Morales, integrantes del Escuadrón de Emergencia 105 de Tarapoto, la Comisaría de Auxilio Rápido de Cacatachi, miembros de la Compañía de Bomberos de Tarapoto y brigadistas de la Brigada Verde, quienes trabajaron arduamente bajo condiciones extremas.

El intenso calor y los fuertes vientos avivaron el incendio forestal, que se propagó rápidamente por la zona boscosa, afectando gravemente la fauna silvestre local. Durante las labores de rescate, se logró salvar a una carachupa (zarigüeya) y a una serpiente de la variedad mantona, ambas con quemaduras, que fueron trasladadas al Centro de Rescate Selva Viva, ubicado frente al área afectada. Afortunadamente, las instalaciones de este refugio no sufrieron daños, aunque el peligro fue inminente.
Los bomberos y voluntarios que participaron en la
emergencia solicitaron apoyo con bebidas hidratantes debido al agotamiento causado por las altas temperaturas. Ante ello, vecinos de las zonas cercanas acudieron solidariamente con agua y víveres para colaborar con los equipos de rescate.
Tras ocho horas de intenso trabajo, alrededor de las 17:00 horas, las brigadas lograron controlar el incendio, evitando que se extendiera hacia áreas pobladas y devolviendo la calma a los habitantes. Sin embargo, los daños ambientales son considerables, y las autoridades ambientales ya evalúan la magnitud de las pérdidas.

De manera preliminar, se presume que el siniestro habría sido causado por una quema agrícola no controlada, práctica común en la zona durante la preparación de terrenos de cultivo. Las investigaciones continúan para determinar responsabilidades y adoptar medidas preventivas que eviten nuevos desastres.
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(FIN) JQC/MAO