San Martín: el Carnaval de Lamas espera la visita de más de 25,000 turistas

Lamas es un pueblo con tradición carnavalera en esta parte de la cuenca amazónica del Perú. El inicio de esta celebración comienza con la confección de la máscara del chivo, hecho de topa (madera balsa), que data de mediados del siglo XIX, cuando la crianza y el pastoreo de este singular animal se realizaba en las calles y parques de la ciudad.

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La música carnavalesca, al ritmo del bombo, tambor y quena, se escucha por cualquier rincón de los barrios; desde Suchiche hasta Ankoallo, pasando por Calvario, Quilloallpa, San Juan, Munichis, La Plaza, la comunidad Kechwa del Wayku y gozando por Zaragoza. Se ultiman los detalles de los disfraces (en Lamas se conoce como “Chivo”), algunos de ellos verdaderas obras de arte y el que se pone la máscara de Chivo, vive con toda su alma uno de los acontecimientos lúdicos más esperados.

“Todos y cada uno de nosotros tenemos conciencia de que tenemos que ofrecer un servicio que verdaderamente a nuestros turistas le den la satisfacción de poder visitar Lamas”, afirmó el alcalde May Díaz Pérez.

“Tenemos recursos materiales e inmateriales muy variados, con una ubicación geográfica muy sobresaliente. Lamas se encuentra establecido en la cumbre de una cadena montañosa, y donde se asientan diversas comunidades nativas quechua-amazónica. Los visitantes podrán, disfrutar de diversos paisajes, atardeceres de ensueño, un clima inmejorable, y de una experiencia ecoturística inolvidable”, dijo.

Díaz Pérez destacó que en la provincia de Lamas habitan diferentes comunidades nativas quechuahablantes, descendientes de las culturas Pocras y de los Hanan Chancas, entre los que destacan el Wayku, Pamashto y Rummicallpa; que luchan para conservar su identidad ancestral y que son patrimonio vivo de la historia y cultura peruana.

El Carnaval de Lamas no solo es disfrazarse con máscaras de chivos y disfrutar del jolgorio de la gente, también es comer, beber y gozar de algunos de los platos típicos en estas fechas. Cultura, tradición y gastronomía se dan la mano.

En el mercado de Lamas, ubicado a una cuadra de la plaza principal, ofrecen como desayuno un caldo de gallina y de fondo chicharrones, arroz y frejol con cuero de cerdo; café de olla, lechona api, pijuayo cocinado, bizcuchuelo y el famoso rosquete; genuino desayuno de chacra.

En el restaurante Anturios, ubicado a la entrada de la ciudad, es un local decorado con esculturas y plantas nativas, que se caracteriza por sus platos tradicionales de casa como la gallina guisada, plato tradicional con especies indígenas y mestizas.

En el cerro Santa Rosa, con una vista espectacular del valle del Bajo Mayo se encuentra el restaurante Vestigios, con su calentado casero que consiste en la combinación de rodajas de carne de cerdo, taku taku, trozos de cecina y chorizo bañado en salsa agridulce dulce de chancaca.

El restaurante El Abuelo Felipe, emblemático local con historia, ofrece el paiche panku, el restaurante Sanku Sanku con su especialidad el saltado regional (cecina y chorizo), y el paiche frito con patacones, acompañado de un chopp de cerveza artesanal de diferentes sabores, el Wayku con comidas amazónicas que ofrece el poderoso chacarero, el Dominike con sus platos de inchik api (sopa de maní), el Sheretero, con vista a la comunidad del Wayku con una carta de licores con nombres pintorescos y la cerveza lamista artesanal 814, y las cafeterías del centro de la ciudad  como Semana con su carta de sanguches, Oro Verde con sus postres orgánicos de café y cacao, el Pobrecito y su sanguchón de mechado; el Rupa Rupa y sus lechoncitos carnavaleros, entre otros.

Lamas ciudad, Barrio Wayku – Comunidad Nativa, cascada de Chapawanki, parque Rumicallpa, comunidad de mMorillo, Centro Ceremonial de Pamashto, cascada de Toroyacu y los pueblos de San roque de Cumbaza, Pamashto y Shanao.

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(FIN) JQC/MAO