La ciudad de Moyobamba, capital del departamento de San Martín, celebró el último fin de semana la tradicional procesión del Corpus Christi, que constituye el reencuentro entre los fieles católicos y Jesucristo, a través de la Eucaristía.
La
celebración del Corpus Christi es una demostración de fe en la que participan obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas, autoridades y agentes de pastoral de las parroquias.
Así, en la plaza Armas de Moyobamba se vive dicha festividad religiosa con misas y procesiones. Por la noche, la población participa de festivales gastronómicos en los que se expenden platos típicos los exquisitos juanes, el tacacho con cecina, y bebidas hechas con frutas tropicales.
Semana Turística
Esta celebración se desarrolla como parte del programa de actividades por la 49 Semana Turística de Moyobamba donde destacan también las tradicionales fiestas de San Juan, San Pedro y San Pablo.
Durante la semana turística, se podrán apreciar, además, variadas manifestaciones de la cultura y tradiciones de Moyobamba expresadas en la artesanía, danzas y costumbres, así como festivales gastronómicos, concursos, comparsas, deportes de aventura, entre otras actividades.
Homenaje en Lamas
Ubicada a menos de media hora de la ciudad de Tarapoto, y que es famosa por su castillo medieval y admirada por sus atractivos naturales, Lamas también rinde homenaje al Corpus Christe, y lo hace con una de las ferias gastronómicas más grandes de la selva peruana.
El mensaje eucarístico ha quedado tan grabado en los habitantes de Lamas y que han tomado literalmente a la hora de celebrar esta festividad. Según narra la historia sanmartinense, este evento de corte religioso se extendió en esta parte del Perú durante la fundación española de la ciudad de Lamas, en 1656.
La historia cuenta también que aquella fiesta que congrega a feligreses, viajeros y curiosos siempre estuvo acompañada de aromas gastronómicos donde los pobladores de antaño acostumbraban tomar las calles para hacer degustar sus mejores potajes a los visitantes.
Feria gastronómica
En lo referente a la gastronomía, a principios del siglo IX, los inicios fueron muy sencillos, solo era posible encontrar panes, elaborados y amasados a mano, en panaderías artesanales (todavía existen en la ciudad); con el paso del tiempo se fueron introduciendo diversos platos principales, como el picadillo de chancho (uno de los más emblemáticos de esta festividad) el chancho asado al horno y también postres como los buñuelos (bolitas de yuca), budines que se degusta con miel, guatemalas y otras delicias para el paladar.
En la actualidad, la venta de comidas típicas fuera de los hogares ha ido quedando en el pasado para dar paso a una organizada feria gastronómica, que ocupa las principales calles de la Capital Folclórica de San Martín. Al festival del buen comer, se suman los espectáculos artísticos, como danzas folclóricas de las comunidades Kechwas y de las asociaciones culturales, mediante los cuales los turistas conocen la gran riqueza artística cultural que Lamas posee.
Para el presente año la Municipalidad Provincial desplegó los preparativos necesarios y el público gozó de los platos bandera que nunca faltan en esta feria culinaria como el tradicional picadillo de paiche, picadillo de chancho preparado con arroz puspo poroto y carne de cerdo, variedad de pescados de la zona, los panes artesanales conocidos como “wawas”, los exquisitos dulces huawillo, bizcochuelos, y puchco, y las bebidas tradicionales como ponche, masato, mistela, ventisho y uvachado, misquichado, indanachado, entre otras que decoran la fiesta tradicional.
Esta fiesta religiosa se convierte en una gran oportunidad para revalorizar los productos nativos de proximidad y orgánicos, para rescatar y preservar antiguas tradiciones y generar iniciativas económicas. Un atractivo turismo religioso, que redundará en beneficio de la sociedad en general.
Dato
La festividad del Corpus Christe es una celebración religiosa de la Iglesia Católica que en el Perú se empezó a celebrar con la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI. Durante esta celebración se realizan pasacalles, misas y procesiones en honor al sacramento de la eucaristía o comunión.
La historia de esta celebración se debe a Santa Juliana de Monte Cornillon, nacida en el año 1193 en Bélgica. Desde pequeña fue muy devota al Santísimo Sacramento, y de joven tuvo una visión providencial que interpretó como lo siguiente: la Iglesia debía ofrecerle una fiesta a la Eucaristía. Le contó de esta visión al Obispo y al Archidiácono de su pueblo, Lieja. Años más tarde, en 1261, el segundo de ellos, es designado Papa, quien tomó el nombre de Urbano IV. El Papa, conociendo la visión de la religiosa, convocó la aprobación de la celebración primero en Lieja, y luego en el mundo entero en 1264.
No se celebra en una fecha definida, sino que cada año se calcula 60 días después del Domingo de Resurrección. Por lo que, para este año, la fecha conmemorativa cae el 16 de junio.