Como parte de las acciones para proteger la salud mental de los asegurados, los especialistas EsSalud brindaron recomendaciones para que la familia sepa cómo afrontar, durante la Navidad, la pérdida de un ser querido a causa de la covid-19.
Fiorela Rázuri, coordinadora del Servicio de Psicología del Hospital Octavio Mongrut de EsSalud, señaló que mientras muchas personas viven con entusiasmo estas fechas de unión, armonía y compartiendo en familia, otras atraviesan momentos de tristeza y dolor, ya sea por la pérdida de familiares o por el encierro a causa de la pandemia.
La especialista recomendó a las personas tener un poco de paciencia, empatía y tolerancia, ya que no todos estamos en la misma sintonía de celebración y algunos estarán tristes, desanimados, sin ganas de compartir una cena navideña, inclusive querrán aislarse.
“En caso de que una persona se aísle de las actividades navideñas, tenemos que entender que está pasando por una situación diferente y no podemos forzarla. Es importante que se respete y se entienda de que cada ser humano tiene una sensibilidad diferente”, señaló la psicóloga del hospital Mongrut.
Indicó que muchas personas no solo se sentirán abatidas o deprimidas, sino que podrían presentar males físicos como opresión en el pecho, dolores de cabeza, insomnio, estrés, mal humor y estar muy sensibles a cualquier tipo de comentario.
Por ello, ante la pérdida de un familiar, la psicóloga aconsejó conversar sobre este ser querido que no estará en casa para estas fiestas, generar rituales de despedida y fortalecer los vínculos con las personas que si están vivas y presentes en el hogar.
“Tenemos que valorar bastante el presente, apreciar la familia, la salud y sobre todo las metas personales, reconectarnos con nuestros propios objetivos personales y reinventarnos”, anotó.
Al comentar el caso de personas que están atravesando una situación de enfermedad, la licenciada Rázuri señaló que es importante conectarnos con nuestros pensamientos y con la fe inculcada en casa.
En este sentido, dijo que esta situación es una oportunidad para reflexionar, fortalecer la espiritualidad, admitir nuestras emociones, valorar lo que tenemos, perdonar para poder renacer y disfrutar una nueva vida en familia. Debemos entender que cada persona procesa a un ritmo distinto una pérdida.
Manifestó que, pasado un tiempo prudencial, si seguimos sintiéndonos irritables, tristes, ansiosos o deprimidos debemos acudir a un especialista para superar este difícil episodio que afecta nuestra salud mental.