Siguen cosechando reconocimientos. El té negro del grupo hotelero Inkaterra y el té blanco de la empresa Machu Picchu Tea Company, ambos de la región Cusco, ganaron la medalla de oro y de plata, respectivamente, en el concurso Tés del Mundo, organizado en París, Francia, por la Agencia de Valorización de Productos Agrícolas (AVPA).
Los diplomas gourmet fueron entregados a la cooperativa Amaybamba Pistipata y al productor artesanal Miguel Ángel Chura Toledo por su té negro de Alfamayo, ambos ubicados en el distrito de Huayopata.
Las plantaciones de té de Huayopata y Machu Picchu se encuentran en un ecosistema excepcional con alturas que van desde los 700 metros sobre el nivel del mar y los 2,500 m s. n. m.
Las abundantes lluvias en la zona de ceja de selva, así como la diversidad de flora y fauna silvestre permiten que estén libres de pesticidas y desarrollen perfiles organolépticos complejos, sobre todo en los tés blancos y negros.
En el 2022, el emprendimiento Callité, con su té negro del valle de La Convención (Huyro), ocupó el segundo puesto en un concurso de tés latinoamericanos organizado por la escuela Pei chen de Argentina.
Mayor demanda por el té peruano
“Desde París estamos creando una demanda por el té peruano, con más de 100 años de historia que crece en la antigua capital de los incas. Hemos identificado a compradores de tés gourmet de Francia y Suiza que han adquirido estos tés de excepción a precios por encima de lo que el mercado local remunera a los productores”, comentó Rosario Pajuelo, consejera de la Oficina Comercial de PromPerú en París.
En el Perú se consumen 35.8 tazas de té al año, mientras que en Chile, 427 tazas por año (fuente: Euromonitor).
La demanda local es tan reducida que muchos de los tealeros venden sus producciones a bajo costo para té picado o se vende para arreglos florales. Esta es una realidad, que a la luz de estos últimos reconocimientos empiece a cambiar y el té se una a la revolución de productos agrícolas de especialidad como el café y el cacao peruanos.