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Rossmery Cuadros, la becaria ayacuchana que promueve el ajedrez en su tierra natal

Uno de sus objetivos es contribuir al crecimiento del Perú

ANDINA/Héctor Vinces

ANDINA/Héctor Vinces

17:30 | Lima, jul. 13.

La vida de la ayacuchana Rossmery Cuadros Rayme (23) esta llena de éxitos académicos, desde la etapa escolar hasta la Beca 18 modalidad Repared del Pronabec, la cual le permitió graduarse -en mayo de este año- como ingeniera económica en la Universidad Científica del Sur; pero eso no es todo, pues, además, es fundadora y directora de la escuela "Ajedrez sin Fronteras", que le permite promover el deporte ciencia en su tierra natal a modo de reciprocidad.



Para Rossmery y su familia, el camino nunca fue fácil. Una de las decisiones más importantes que tomó la señora Carmen, madre de esta ejemplar joven, fue la de renunciar a su trabajo como profesora de computación en un colegio público en Ayacucho para dedicarse de lleno a la formación de Rossmery. 

"Mis padres siempre ejercieron la docencia pero, al nacer mi hermana Emy (21), mi papá César fue quien se convirtió en el único soporte económico de nuestra familia", confesó a la Agencia Andina.

Rossmery -muy agradecida- menciona que su mamá fue el pilar de su formación, pues siempre le inculcó los valores y le decía -una y otra vez- que la educación era lo único que la iba a sacar de la situación vulnerable en la cual se encontraba. Y así fue. El tiempo le dio la razón. 

"Lo que estoy viviendo es el resultado de un trabajo arduo, noches sin dormir y muchas carencias. Debido a eso, hoy me siento muy satisfecha con lo que vengo logrando", confiesa muy orgullosa de sí misma. 

La gratitud hacia sus padres es infinita, dice. Entre muchas situaciones, subraya que ellos pusieron en pausa sus proyectos personales para dedicarse por completo a su crecimiento académico. Y eso, según considera, no lo hace cualquiera. 

"En el mes de febrero del 2015, nos tuvimos que separar y romper nuestra unión familiar cuando nos mudamos a Lima y mi papá se quedó solito en Ayacucho; fueron tiempos muy difíciles, pero creo que eso es reconfortante, por que ahora ellos pueden contar conmigo para todo y así será siempre", anotó.


Gracias a la asociación sin fines de lucro Perú Champs, Rossmery pudo estudiar -junto a su hermana menor- en el colegio Innova Schools en Los Olivos. "Mi hermana y yo logramos la beca y fuimos las primeras provincianas en mudarse para estudiar en esa institución educativa", recuerda.

Beca Repared del Pronabec


Los triunfos no acabaron para Rossmery, pero -como todo en su vida- no fueron fáciles de conseguirlos. Al acabar el nivel secundario, su objetivo principal fue obtener una Beca 18 del Pronabec, sin embargo, en aquel momento, lamentablemente no calificaba a nivel socioeconómico para postular a través de la modalidad ordinaria. 

"Me dijeron que estaba viviendo en condiciones no pobres en Los Olivos. Yo en ese momento, veía que todo se iba haciendo muy difícil pero no me rendí y seguí recibiendo clases en el Centro Preuniversitario de la San Marcos; trataba de esforzarme porque yo ya estaba pensando en estudiar en una universidad publica".

En ese ínterin tormentoso, el Congreso de la República aprobó la ley para que las víctimas de la violencia ocurrida en el país, entre 1980 y 2000, o sus familiares directos estudien a través de la beca Repared. Ese fue el punto de quiebre para Rossmery. 

"Esa noticia salió unas semanas antes de que se cierre la convocatoria de Beca 18 y yo recordé que mi abuelita Ernestina justo -en esa época- fue víctima, porque asesinaron a su papá y lo desaparecieron. Entonces viajé a Ayacucho, hablé con ella, y me dijo que me iba a traspasar la reparación". 

Ya con los documentos listos, confiesa que sentía que esa era su única esperanza para salir adelante. Al lograrlo sintió alivio y alegría. En ese momento, renovó su compromiso con el Perú y, a modo de reciprocidad con el país, decidió formar la escuela "Ajedrez sin Fronteras".

Reciprocidad 


Durante una pasantía en los EE. UU. con jóvenes líderes de toda Latinoamérica, se dio cuenta que así como son importantes los estudios, también lo es desarrollar las propias habilidades para contribuir al crecimiento de la sociedad. Así fue que en 2018, inició su emprendimiento educativo. 


"Fue muy complicado liderarlo de la mano con los estudios universitarios porque la Beca 18 es una gran responsabilidad ya que se debe mantener un promedio ponderado para que se note que el Perú esta haciendo una gran inversión en ti y puedas devolver, de manera recíproca y con tu esfuerzo, el gran apoyo que te esta brindando el Estado". 

Actualmente, han llegado a enseñar ajedrez a más de 600 niños en Ayacucho, democratizando así la educación y llegando a rincones lejanos. "Esta escuela nos permite crear ciudadanos responsables, con conciencia y que nuestro país siga se desarrollando óptimamente".

Lo que hace es darles acceso a entrenadores de calidad y a psicólogos deportivos para que estos talentosos niños pese a las limitaciones económicas, no se vean frustrados y salgan adelante como ella. 

"Es importante la preparación académica, pero nunca hay que descuidar el desarrollo de las habilidades blandas que nos pueden servir a futuro para contribuir con un granito de arena al desarrollo de nuestro país desde el ámbito en el cual nos encontremos y desde el talento que hayamos desarrollado", finalizó. 

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(FIN) JAM/LIT
JRA

Publicado: 13/7/2023