Recordar a los seres queridos fallecidos, por lo general suele centrarse en remembranzas casi siempre tristes, lo que daña emocionalmente a la persona. Es importante cambiar esa perspectiva y conmemorar la vida de los que partieron, recordándolos con amor y compartiendo emociones positivas; sufrir no significa querer.
Así lo sostuvo Abel Sagástegui Soto, médico psiquiatra del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) precisando que superar la muerte de un familiar o algún allegado involucra un proceso. Lo normal es que con el pasar de los meses la persona debe ir sintiéndose mejor, lo que conlleva a retomar sus actividades con normalidad y continuar su vida diaria sin que se altere. Caso contrario estaría asociado a un duelo patológico, el cual requiere intervención profesional.
En ese sentido, subrayó que a fin de cuidar la salud mental es importante aceptar los límites y recordar que cuando un ser querido ha fallecido debemos admitirlo porque no se puede cambiar, autoculparse no lleva a la solución, y en eso se debe trabajar para superarlo. Comprender que sentir nostalgia o pena es parte normal del duelo, se presenta al inicio y poco a poco va perdiendo intensidad a medida que se va aceptando la pérdida.
El psiquiatra Sagástegui, recomendó que para rendir tributo a la vida de familiares o amigos que han muerto es primordial compartir los sentimientos y exteriorizar las emociones con la familia, además de enfocarse en el recuerdo positivo de los momentos gratos que se ha vivido con ellos.
Así también, se puede realizar homenajes aplicando las medidas de bioseguridad sin bajar la guardia; por ejemplo, compartir fotos del recuerdo anécdotas o videos con las personas más cercanas.
Resaltó que en tiempos de covid-19 se ha generado un duelo complicado con sentimientos de culpa y dilatando el tiempo para la recuperación debido a que muchas personas no tuvieron oportunidad de despedirse. En ese contexto, aconsejó realizar ceremonias simbólicas de despedida, un altar de flores en la casa, un cuadro con la foto, escribir una carta; incluso poner música o preparar el plato favorito de la persona querida.
“De esta manera se ayudará a aliviar el dolor, cerrar las heridas siguiendo el proceso del duelo y también enseñar a los hijos otro tipo de conducta en relación al amor y muerte”, indicó.
Según el estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins, el 1 de noviembre el mundo superó los 5 millones de fallecidos por covid-19. América es el continente que más muertes ha tenido. El informe también señala que Perú superó los 200,000 muertos.