Raúl Tola: "Soy absolutamente anárquico"

Por Susana Mendoza

El escritor y periodista Raúl Tola Pedraglio, fiel a sus deseos, se va a vivir a Madrid. La atracción hacia una nueva vida inspira este viaje. Eso no significa que abandonará su “Casa Tomada”, el programa dominical de entrevistas que transmite TV Perú.

¿En "Casa Tomada", te sientes tomado?

Me siento muy contento, siento que vuelvo al género del que he disfrutado tantísimo y que nunca hubiese querido dejar.

 ¿Qué te gusta de la entrevista?

Una entrevista tiene muchas dificultades, y en la TV mucho más porque allí todo es espectáculo, llamativo, y la entrevista no puede ser sólo de preguntas y respuestas; debe tener un ritmo, tensión, generar un clima.

 ¿Prefieres la entrevista escrita?

Las entrevistas en la TV son un reto porque no se edita nada. Aunque prefiero el periodismo escrito, me gustan las entrevistas en la “tele”, generar una conexión con el entrevistado que nos permite olvidar que hay cámaras, público. Me gusta sentir cuando se rompe la barrera entre el entrevistador y el entrevistado, y la conversación es intima.

¿Qué te gusta indagar en las personas?

Es un privilegio tener la oportunidad de conocer a gente muy interesante, de explorar, incluso, sus lados oscuros. Eso para mí es muy enriquecedor. 

¿Qué entrevista ha sido la más difícil?

Quizás la que le hice a George Bush, no por el personaje porque sabía qué le iba a preguntar, sino por el inglés, sentía algo de vergüenza porque nunca había entrevistado a nadie en inglés, y eso que mi inglés no es malo. 

Tu carrera profesional está ligada a la televisión. ¿Te molesta?

No, es un trabajo como cualquier otro. Hago entrevistas como un abogado hace una defensa o un médico opera. 

Viajas a Madrid a ser un anónimo más…

Osvaldo Cattone me dijo que voy a extrañar los saludos y muchas de las comodidades que trae ser conocido. La verdad es que me estoy yendo detrás de esa sensación. 

¿Te asusta?

Me da miedo la soledad. Comenzar a construir una existencia nueva en un país ajeno después de toda una vida en Perú, no debe ser fácil. 

¿Eres un hombre solitario?

Creo que sí, y lo valoro mucho. He sentido que en la medida en que he tenido el control de mis decisiones las cosas me han salido bien. Para lograrlo, he tenido que marginar al resto. En esa medida, mi vida me ha forzado a aislarme. 

¿Y ese control es porque eres metódico?

No, yo soy absolutamente anárquico, caótico y desordenado. Por eso estoy sufriendo mucho en este momento, porque estoy dedicado a trámites, a mudanzas, papeleos. No estoy hecho para eso. Esa es una de mis grandes neurosis. 

¿Tu última novela “Flores amarillas” la inspira tu familia materna, ¿qué descubriste? 

Una cosa que me ha sorprendido muchísimo y me ha sobrecogido es tomar conciencia de la gran cantidad de coincidencias que tienen que ocurrir para que uno nazca (risas). Imagínate que mi tatarabuelo fue guerrillero garibaldino, ¿qué hubiera pasado si moría? Yo no habría nacido. Todo confluye. Si uno se pone a pensar en términos probabilísticos, el nacimiento de uno es casi un hecho imposible. 

¿Te ha acercado a tu mamá?

Bueno, ha sido una novela para contársela a ella, y me ha acercado a toda mi rama materna. La novela se llama así porque mi abuelo le regalaba todos los días una docena de rosas amarillas a mi abuela. Él fue muy devoto, iba a misa de 7 y de regreso a casa a desayunar iba a la florista de la esquina y le compraba sus rosas. 

¿Has descubierto algo que te conmovió?

Sí, por ejemplo, el porqué mi abuelo fue aficionado a la hípica. Cuando era niño, él veía a su papá, mi bisabuelo, cabalgando en una carreta hasta el molino de Nicolini para recoger levadura y harina y llevarla a su panadería. Viendo a su padre cabalgar en la carreta es como se enamoró de los caballos. 

¿Qué tienes de Pedraglio?

La terquedad, la necedad, el mal genio; pero al mismo tiempo la persistencia, la tenacidad. 

¿Qué quieres encontrar en Madrid, también el amor?

No. He aprendido que si uno busca más eso, más lejos está de uno. 

¿No te quieres enamorar?

¡Es una obviedad!, todos nos queremos enamorar, todos en el fondo buscamos algo que parece imposible: la estabilidad, la gran necesidad de pertenecer, de ser parte de una familia, porque la familia te estructura. 

¿A dónde quieres llegar?

Quiero ser un escritor profesional. Vivir de la literatura; pero no dejar la televisión del todo, el género de la entrevista lo disfruto mucho, es un trabajo que me apasiona.

(FIN)DOP/CFS

GRM

Publicado: 31/5/2013