El cáncer es una de las enfermedades más letales y variadas porque ataca a diversos órganos del cuerpo. Sin embargo, este mal puede prevenirse con chequeos médicos periódicos y un estilo de vida saludable que incluya una alimentación nutritiva donde las frutas son, sin lugar a dudas, un componente esencial por su valioso aporte de vitaminas, antioxidantes, minerales y diversos compuestos que refuerzan el sistema inmune de nuestro organismo.
El territorio peruano es pródigo en frutas consideradas
superalimentos que crecen y se cultivan en la Costa, Sierra y Selva, destacándose por su importante aporte de nutrientes vitales para el buen funcionamiento del organismo y el fortalecimiento de nuestras defensas frente a las enfermedades, entre ellas el cáncer.
Al celebrarse este 4 de febrero el Día Mundial de lucha contra el Cáncer, repasemos algunas de las frutas que son ideales para prevenir esta enfermedad.
Arándano
El arándano es una de las frutas más saludables que existen y que son ideales para prevenir el cáncer gracias a su alto contenido en antioxidantes, sus propiedades antiinflamatorias, sus beneficios cardiovasculares, bajo contenido calórico, entre otras enormes bondades para la salud.
El arándano es rico en antioxidantes y
vitamina C. Es una excelente fuente de
hierro, calcio, potasio y fibra. Tiene también
vitaminas A, K, B6, tiamina, riboflavina, niacina y ácido fólico.
Posee también minerales importantes para el organismo como magnesio, manganeso, cobre, fósforo, selenio, sodio y zinc. A ello se suma su bajo aporte calórico que convierte al arándano en la nueva estrella de la alimentación saludable. Es importante que incorporemos constantemente a nuestra dieta al arándano, porque su consumo contribuirá a que nuestro corazón tenga un buen funcionamiento y, por si fuera poco, mantendrá bajos los niveles de colesterol.
Por su contenido de flavonoides, se sabe que esta baya ayuda a disminuir las infecciones urinarias. Además, por su bajo aporte calórico resulta una excelente idea consumirla cuando buscamos un peso saludable.
Asimismo, muchas investigaciones señalan que mantiene el adecuado funcionamiento de nuestros ojos, brindando un efecto positivo sobre la pigmentación de nuestra retina y visión nocturna.
Aguaje
Conocida en nuestra selva como el “fruto del árbol de la vida”, el aguaje es un excelente aliado contra el cáncer, al contener un alto contenido de vitaminas, entre las que destaca la A o betacaroteno, que se aprecia en el color amarillo de su pulpa y que es más concentrada que en la zanahoria y la espinaca. Por ello, el aguaje presenta funciones antibióticas, analgésicas y antiinflamatorias, además de ayudar en la salud ocular y en mantener una piel saludable..
Este fruto amazónico contiene también una elevada concentración de vitamina C, la misma que ayuda en la absorción de hierro y calcio, por lo que fortalece los huesos y músculos, previniendo la osteoporosis y otras dolencias relacionadas.
El
aguaje contiene fitoestrógenos, compuestos vegetales que tienen efecto anticancerígeno, sobre todo frente a tumores de mama, colon y próstata. También previene enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Otro de los grandes beneficios del fitoestrógeno es la reducción de los efectos de la menopausia y equilibra los niveles hormonales. Investigaciones científicas han demostrado que mujeres y varones que consumen alimentos ricos en este compuesto presentan una menopausia y climaterio tardíos y con menos trastornos.
Aguaymanto
Se le considera uno de los cinco mejores
superalimentos del Perú beneficiosos para la salud y, sobre todo, para
prevenir el cáncer. Poderoso antioxidante, con altos contenidos de vitaminas A, B y C, calcio, hierro y fósforo, es perfecto para fortalecer el sistema inmunológico.
El
aguaymanto brinda al cuerpo humano un alto contenido de
vitamina C, por lo cual ayuda a tratar procesos asmáticos, sinusitis y otras alergias. Además, cuenta con antioxidante, perfecto para retardar el envejecimiento, también ayuda a cicatrizar las heridas, mejora el sistema inmunológico, aumenta la producción de glóbulos rojos. Asimismo, corrige el desempeño de las funciones cardiovasculares y funciona como un tranquilizante natural.
Otro de los beneficios para la salud que contiene el aguaymanto, es aliviar el estrés, combatir la hipertensión arterial, la ansiedad y estabilizar el nivel de la glucosa, por lo que puede ser consumido por las personas con diabetes. Igualmente, ayuda a prevenir el cáncer del estómago, colon y del intestino.
El camu camu es una de las estelares frutas originarias de Perú y considerado un insumo clave en una alimentación saludable para evitar el cáncer, al contener una elevada concentración de vitamina C, que es 40 veces mayor que en el limón y 10 veces mayor que en la naranja.
El alto poder antioxidante de este fruto amazónico ayuda a mitigar el impacto negativo ocasionado por el estrés oxidativo, alteración que ocurre por la acción de los radicales libres en el organismo y que pueden ocasionar el cáncer y el envejecimiento prematuro, entre otros males.
Estudios clínicos revelan que el consumo de
camu camu contribuye a acelerar los procesos de cicatrización y la formación de colágeno, proteína que promueve el desarrollo de tendones y vasos sanguíneos. Además, la
vitamina C ayuda a la fijación del calcio, mineral esencial para la formación y el fortalecimiento de los huesos.
Carambola
Esta deliciosa fruta destaca por su singular forma estrellada, pero sobre todo por sus propiedades nutritivas que contribuyen a prevenir el cáncer y muchas otras dolencias. Es fuente de vitaminas A y C, así como minerales como potasio, importantes para el funcionamiento cardiovascular, de la piel, del sistema nervioso y favorece la formación del colágeno, huesos y dientes.
La pulpa de la
carambola posee fibra, por lo que es un buen regulador del metabolismo. Asimismo, funciona como un laxante natural, siendo indicado para las personas que sufren de estreñimiento. Tiene un bajo aporte calórico al ser una fruta rica en agua, por lo que es ideal para incluir esta fruta en dietas para reducir peso. Además, su baja concentración de fructosa la convierte en un alimento idóneo para las personas que presentan diabetes.
Cocona
Es una fruta amazónica que posee vitaminas fundamentales para una buena nutrición y un potente sistema inmune para prevenir el cáncer, como las vitaminas A y C, además del complejo B como tiamina y riboflavina. A ello suman minerales como el calcio, magnesio y hierro.
También posee una importante concentración de fibra y agua, que ayudan a reducir los niveles de glucosa en la sangre, la buena digestión y al buen funcionamiento de los intestinos.
Entre los beneficios de consumir
cocona destaca que ayuda a combatir la anemia, regula el nivel de glucosa en la sangre, controla el estreñimiento, protege los riñones y el hígado, e incluso mejora la salud capilar evitando la caída del cabello.
Lúcuma
Entre sus beneficios nutricionales destacan que contiene betacaroteno, un antioxidante que previene el cáncer y retarda el envejecimiento. Disminuye las posibilidades de ataques cardiacos. Asimismo, previene la anemia y refuerza el sistema inmunológico.
La lúcuma es un extraordinario energizante natural, que brinda fibra, potasio, vitamina B3 y carotenoides. Otorga vitalidad para desarrollar las actividades diarias con normalidad, y es rica en niacina (vitamina B3). Gracias a esta última estimula el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Manzana
La deliciosa manzana es una importante fuente de vitaminas B y C, fundamentales para prevenir diversas enfermedades, sobre todo el cáncer, infecciones respiratorias, dolencias músculo esqueléticas y afectaciones del sistema nervioso. Brinda, además, antioxidantes que retrasan el proceso de envejecimiento del organismo.
Asimismo, posee entre 3% y 5% de fibra, sobre todo en la cáscara, un nutriente fundamental para mejorar la movilidad intestinal y lograr una mejor digestión.
Al estar compuesta en un 80% por agua y apenas entre 15% y 20% de fructuosa, la manzana es un excelente aliado en la rehidratación del cuerpo.
Mango
Este fruto, que se cultiva mayormente en la costa norte, proporciona un grupo de enzimas digestivas que ayudan a prevenir el cáncer de estómago, de seno, de próstata, de colon y sangre o leucemia. Estas enzimas pueden incluso reducir la sensación de ardor asociada con el reflujo ácido y la pectina presente en la pulpa ayuda a evitar el estreñimiento.
Es una gran fuente de antioxidantes como la isoquercitrina, quercetina fisetina, astragalina, galato de metilo y gálico. La vitamina C y la fibra presentes en los mangos han demostrado que ayudan a disminuir los niveles de LDL (colesterol malo), lo que reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón, ataques al corazón y derrame cerebral. También previenen los males respiratorios.
Maracuyá
Aporta al cuerpo vitaminas A y C, así como del complejo B, además de minerales esenciales como potasio, fósforo y magnesio. Estos nutrientes robustecen el sistema inmune, previniendo el cáncer, infecciones respiratorias, asma y otras enfermedades.
Su gran contenido en fibra convierte a este fruto amazónico en un excelente remedio para el estreñimiento, dado que ayuda a regular la digestión.
El
maracuyá tiene propiedades que ayudan a reducir dolores musculares y de cabeza. Además, estimula producción de endorfinas que ayudan a combatir el estrés y el insomnio.
Mandarina
Los terpenos y los polifenoles presentes en la mandarina tienen la capacidad de interferir en el crecimiento y aparición del cáncer. Existen estudios que demuestran que estos compuestos se convierten en moléculas antiinflamatorias que ayudan a prevenir este mal. Además pueden aumentar el potencial anticancerígeno de compuestos presentes en otros alimentos.
Esta deliciosa fruta es generosa en ácido fólico, magnesio, vitaminas A y C, fibra y potasio, mineral que contribuye a reducir la presión arterial. Para aprovechar su propiedad antioxidante es recomendable consumirla fresca o con otras frutas en ensaladas. Investigaciones hechas a este cítrico indican que su prolongado consumo en jugo puede reducir el colesterol LDL o malo en la sangre. Además, su aceite contiene propiedades antimicrobianas que evitan que las heridas se infecten y protege de los virus, hongos e infecciones bacterianas.
Naranja
La naranja concentra una importante cantidad de vitamina C que es un poderoso antioxidante que previene el cáncer, favorece la cicatrización y refuerza el sistema inmune del organismo. También contiene minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio, cobre, zinc; al igual que vitaminas como betacaroteno, y ácidos fólico, málico, oxálico, tartárico y cítrico, que ayudan a prevenir y combatir infecciones respiratorias.
Piña
La piña es rica en vitaminas
A y
C, que son potentes antioxidantes; así como del complejo B, como la
B1 o tiamina,
B6 o piridoxina,
B9 o ácido fólico, que son esenciales para
evitar el cáncer y fortalecer el buen funcionamiento del sistema digestivo, nervioso, óseo, muscular, circulatorio y respiratorio. Esta deliciosa fruta contiene también minerales como
potasio, fósforo, magnesio, calcio, azufre, manganeso, cobre y
hierro que, en conjunto, contribuyen a reforzar el sistema inmune frente a diversas infecciones, entre ellas el covid-19.
Asimismo, la piña contiene una enzima llamada bromelina, que ayuda a digerir los alimentos, principalmente las proteínas, y también ayuda a combatir infecciones gastrointestinales. También posee quercetina, un flavonoide que es un poderoso antioxidante con propiedades antivirales y anticancerígenas.
Médicos y nutricionistas recomiendan consumir esta fruta en vista de sus excelentes propiedades desintoxicantes y rehidratantes, y dado que el 85 % de su composición es agua aporta también bajas calorías. Por ello no debe faltar en la dieta de todo deportista y persona que realiza actividad física frecuente, pues permite estar correctamente hidratado antes, durante y después del entrenamiento.
La piña puede consumirse cruda para aprovechar mejor la fibra y sus enzimas en la digestión, pero también como jugo, extracto o agua preparada con la pulpa de la fruta e hirviendo la cáscara, ya que ello permite seguir aprovechando las vitaminas y minerales que aporta a nuestra dieta. Su acción saciante y ligeramente laxante ayuda a combatir el sobrepeso y la obesidad. Y gracias a su acción desinflamante su consumo es recomendado para el tratamiento de enfermedades como el reumatismo, la artritis, la gota, la urolitiasis, la arteriosclerosis, la bronquitis, el enfisema pulmonar y el asma, entre otras.
La piña tiene también efectos antiinflamatorios y es diurética, facilitando la función de los riñones, eliminando la grasa, limpiando los residuos, previniendo la formación de cálculos renales y evitando la retención de líquidos por el organismo.
Pitahaya
Esta fruta amazónica, cuya peculiar forma exterior llena de protuberancias que le confieren el apelativo de “fruta del dragón”, es fuente de antioxidantes que ayudan a reducir la proliferación de radicales libres en nuestro organismo, responsables del envejecimiento prematuro y de la aparición de tumores que son la manifestación del cáncer.
También contiene vitamina C, lo que ayuda a prevenir la influenza y el resfriado, además de fortalecer el sistema inmune y aumenta también el colágeno, lo que es importante para el organismo, dado que es un componente principal de los huesos, músculos, tendones y ligamentos. Entre sus propiedades destaca su contenido de captina, sustancia que funciona como tonificante natural del corazón y contribuye a relajar el sistema nervioso. Además, cuenta con riboflavina (vitamina B2), vital para la producción de glóbulos rojos.
La pulpa y las semillas negras de la pitahaya contienen gran cantidad de fibra, lo que ayuda a mejorar el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento crónico. Estas semillas son ricas en Omega 3, ideal para combatir algunas enfermedades autoinmunes y prevenir la aparición de ciertos tipos de cánceres relacionados con los cambios hormonales, como el de mama, colon y próstata.
Las hojas de la
pitahaya también cuentan con nutrientes importantes para nuestra salud. Consumirlas en una infusión ayuda a combatir la migraña y el insomnio.
Plátano
Esta suculenta fruta aliada contra el cáncer contiene cantidades apreciables de vitamina A y vitaminas del complejo B, como tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina y piridoxina (B6); y es una buena fuente de ácido fólico y vitamina C.
Al contener altos niveles de potasio y bajo nivel de sal, esta fruta ayuda a tratar naturalmente la hipertensión arterial y reduce el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular. Su alto nivel de fibra ayuda a restaurar la función normal del intestino. Su textura suave y lisa crea una capa protectora en el estómago y neutraliza cualquier acidez e irritación en este órgano.
El plátano contiene triptófano, que más tarde se convierte en serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, sustancia capaz de relajar al cuerpo y mejorar el estado de ánimo. Al ser rico en hierro, mineral esencial para la estimulación de hemoglobina en la sangre, constituye una ayuda natural en el tratamiento de la anemia.
Sauco
Uno de los principales beneficios del sauco está relacionado con la prevención del cáncer y las enfermedades virales como la gripe y también mitiga sus síntomas como el dolor de garganta y la fiebre. Otro de sus grandes aportes es su poder tranquilizante, pues sus bayas ayudan a calmar estados de ansiedad y nerviosismo. Además, ayuda a eliminar el colesterol y prevenir la producción de cálculos renales. Su consumo es también recomendado por sus propiedades cardiovasculares y por estimular el sistema inmunológico.
Asimismo, es un buen diurético, porque ayuda a eliminar toxinas del organismo, limpia la sangre y el sistema circulatorio. El zumo de sus hojas y la cocción de la corteza funcionan muy bien como purgante. Además, ayuda con las afecciones en la vejiga y la próstata. El fruto del sauco se caracteriza por su bajo contenido en azúcar y su elevada cantidad de calcio, fósforo y vitamina C, por lo que es recomendado para personas que siguen algún tipo de dieta. Una infusión de las raíces del sauco ayuda a combatir la retención de líquidos, mientras que un té de sus flores frescas desinflama la piel, aplicándolo como compresas en la zona afectada.
Sandía
Su alto contenido de antioxidantes convierte la sandía en una fruta excelente para prevenir el cáncer. El licopeno, presente en grandes cantidades en esta fruta, es un flavonoide antioxidante, que regula los niveles del colesterol en la sangre. De esa forma, evita el riesgo de accidentes cerebrales, combate el colesterol malo y reduce la hipertensión.
Además, la sandía es rica en vitamina C, por lo que ayuda a reforzar nuestro sistema inmune, nos ayuda a combatir los resfriados y ayuda a la cicatrización de las heridas, dado que esta vitamina es esencial para la formación de nuevo tejido conectivo.
Uva de mesa
La uva de mesa contiene vitamina C, antioxidantes como el resveratrol, antocianinas y quercitina; además de minerales como potasio, cobre, hierro, calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio. Todos estos nutrientes son fundamentales para reforzar el sistema inmune y prevenir el cáncer. Además, la uva de mesa es depurativa, gracias a sus elementos alcalinos que ayudan a limpiar el hígado, equilibra la acidez en la sangre y ayuda a mantener controlado el nivel de azúcar o glucemia en el torrente sanguíneo al estimular el páncreas y la producción de insulina por parte de este importante órgano.
Otro de sus notables atributos es que ayuda a prevenir y retrasar la degeneración macular del ojo –que se manifiesta con visión borrosa, pérdida de nitidez y de agudeza visual, así como dificultades para leer–, gracias a su alto contenido de antioxidantes. El consumo frecuente de uva de mesa también resulta muy favorable para quienes trabajan largas horas delante de la pantalla de la computadora o mirando el teléfono móvil, tableta u otros dispositivos similares. También ayuda en la prevención de las cataratas y es un excelente aliado contra la hipertensión arterial –cuando supera los 140/90 mm Hg– gracias a su alto contenido en flavonoides, que ejercen un efecto protector y ayudan positivamente a la hora de reducir este problema de salud que desencadena enfermedades como las cardiopatías, accidente cerebro vascular, daños al riñón y a otros órganos del cuerpo. Asimismo, su consumo es ideal para nivelar el colesterol malo (LDL) que obstruye los vasos sanguíneos y el colesterol total en sangre.
La salud de la piel mejora notablemente con el consumo frecuente de uva de mesa, debido a la alta concentración de resveratrol y quercitina, antioxidantes naturales que neutralizan la acción de los radicales que causan el envejecimiento prematuro y desencadenan otras dolencias en el organismo. Además, la uva de mesa aporta hidratación y protección a la piel, favoreciendo que se mantenga tersa y lozana. El jugo o zumo de la uva de mesa protege el corazón de las enfermedades cardiovasculares gracias a su alto contenido en polifenoles que activan las células endoteliales. Al ser estimuladas se produce óxido nítrico que favorece una mejor circulación, y ayudan a cuidar el estado de los vasos sanguíneos.
Tuna
Consumir frecuentemente tuna es altamente saludable porque reúne una serie de bondades nutricionales entre las que resaltan su alto contenido de vitamina C, alcanzando valores de 40 miligramos por cada 100 gramos de fruta, por lo que contribuye a prevenir el cáncer, combatir el resfrío y favorecer la recuperación de la gripe común. También aporta vitamina E, pigmentos y polifenoles, nutrientes muy importantes para el buen funcionamiento del organismo.
La tuna es también una buena fuente de minerales como potasio (217 mg por cada 100 gramos), y es baja en sodio (0,6-1,19 mg), por lo que es beneficiosa para personas con problemas renales e hipertensión. Asimismo, es rica en calcio y fósforo, con niveles de 15,4 a 32,8 mg y 12,8 a 27,6 mg, respectivamente. Ambos minerales son claves para la formación de huesos y constituyen las tres cuartas partes del contenido mineral del cuerpo.
Al ser una fruta baja en calorías y grasas, la tuna es clave para las personas que desean bajar de peso. Gracias a los antioxidantes que contiene, la tuna evita el deterioro celular causado por los radicales libres, previniendo con ello el envejecimiento prematuro. La tuna contribuye notablemente a reducir el colesterol y los triglicéridos y con ello los problemas cardiovasculares, la dislipidemia y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
El consumo de tuna previene la indigestión y el estreñimiento porque tiene una cantidad importante de fibra, lo cual ayuda a mejorar la salud estomacal. Finalmente, el consumo de la tuna mejora la función plaquetaria, ayudando a una correcta coagulación de la sangre y permitiendo la rápida cicatrización de las heridas internas y externas del cuerpo. Por ello es también un excelente aliado para prevenir y sanar las úlceras estomacales y la gastritis.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 4/2/2023