Un total de 727 usuarios de Pensión 65 participan del programa de alfabetización en Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA), destacó el citado programa social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
Agregó que otros 83 usuarios de Pensión 65 aprenden a leer y escribir a través del uso de la tecnología como tabletas electrónicas; con la App “Dispurse Focus”, aplicativo que permite una enseñanza gratuita y didáctica de la lectura, escritura y dominio de las cuatro operaciones aritméticas.
Explicó que de la intervención de
alfabetización, en articulación con el sector público –Ministerio de Educación- y/o privado (Fundación Dispurse), se precisa que del total, el 66 por ciento corresponde a mujeres y 34 por ciento a varones.
Del mismo modo, las mujeres adultas mayores usuarias de
Pensión 65 son las que participan en mayor proporción en la intervención de alfabetización, siendo mayoría de Cajamarca, Lima, Huancavelica y Cusco.
El programa social agregó que la iniciativa surgió con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los usuarios de Pensión 65 y conseguir su inclusión social, al fortalecer sus capacidades de
lectoescritura, además de promover un proceso de envejecimiento con dignidad.
El analfabetismo constituye no solo una limitación, sino también una barrera sociocultural que impide la plena realización e integración social de las personas, agudizando la vulnerabilidad de las personas adultas mayores, pues dificulta el conocimiento de sus derechos, incrementa su marginación y, por ende, afecta su autoestima.
Alfabetizar para incluir
En el distrito de La Victoria, para el desarrollo de las clases de alfabetización se ha conformado dos grupos focales, el primero en el Polideportivo San Cosme donde se dictan las clases los días martes y jueves en un horario de 2.00 p.m. a 5.00 p.m., y el segundo grupo focal en el Centro de Apoyo de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional del Perú, ubicado en el cerro El Pino, donde reciben clases los días martes y jueves en el horario de 2 a 4 de la tarde.
En el cerro el Pino en La Victoria –en el centro de educación María Teresa de Calcuta. Aquí se dictan las clases que se iniciaron el 22 de agosto, ahí estudian un grupo de usuarios de Pensión 65, quienes han iniciado su preparación en el programa de alfabetización a cargo de los Centros de Educación Básica Alternativa (CEBA) del ministerio de Educación; y además del "programa de alfabetización con el uso de la tecnología", que permite una enseñanza gratuita y didáctica de la lectura, escritura y dominio de las cuatro operaciones aritméticas a través de tabletas electrónicas con la App “Dispurse Focus”, aplicativo de aprendizaje.
Cirila Guisado Elguera tiene 57 años viviendo en La Victoria, es usuaria de Pensión 65, y pese a sus 81 años de vida se da tiempo y ganas para asistir a la escuela. Iqueña de nacimiento, sus padres no la hicieron estudiar porque ellos tampoco estudiaron. Su orfandad a temprana edad también la obligó a trabajar como empleada. “Tengo ocho hijos y ellos sí estudiaron, yo también quiero estudiar y aprender. Antes no conocía ninguna letra. Me he sentido avergonzada por no saber leer ni escribir, pero ahora no. Agradezco a los profesores, porque ahora ya conozco los números y puedo sacar la cuenta. Ya no me pueden engañar porque ya sé un poco más. Gracias a Pensión 65 puedo costear mis gastos, especialmente para las medicinas que debo comprar”, nos relata Cirila.
El objetivo principal del programa de alfabetización de Pensión 65 es mejorar la calidad de vida de los adultos mayores usuarios del programa social, fortaleciendo sus capacidades de lectoescritura, mejorando su calidad de vida con miras a conseguir su inclusión social.
La intención es también comprometer a las autoridades locales para continuar articulando acciones de protección social y revaloración en beneficio de la población adulta mayor vulnerable como es el caso de Isaac Huiza de 78 años. Él vive en Canto Grande, San Juan de Lurigancho, pero desde hace cuatro años asiste a clases al local del cerro El Pino, los martes, miércoles y jueves.
“No tengo primaria, y no estudié porque no había un colegio cerca de casa”, cuenta don Isaac, quien vivió en los campos, al interior de la ciudad de Zepita, en Puno, en la comunidad de Aracachi. Nació en 1940, tiene siete hijos y 20 nietos, pero a diferencia de él, todos sí estudiaron.
Teodosia Acosta Sánchez tiene 80 años, usuaria del Programa Pensión 65, vive en el cerro San Cosme, en La Victoria, y desde que asiste al Salón de alfabetización del cerro San Cosme, habilitado en el polideportivo de la municipalidad de La Victoria, siente que su vida ha cambiado, y mucho. “Quedé huérfana muy niña y por eso tuve que trabajar como empleada. Vivía con mi tía, pero ella no me envió a estudiar”.
Teodosia recuerda que siempre quiso estudiar, pero no tenía como solventar ese gasto. Se dedicó a lavar para sostener a sus tres hijos y hacerlos estudiar. “Sí, como sea los hice estudiar. A mis hijos y a mis nietos”, nos cuenta emocionada.
Pero tampoco podrían dejar de aprender con el método tradicional y sin el aporte del profesor Tito Aquino, voluntario con ganas de enseñar, y porque no, también de aprender de sus alumnos. “Tienen todas las ganas de estudiar; de la mejor manera realizan oraciones y crucigramas. Ellos son como niños. Finalmente, realizan párrafos pequeños”, relata.
Pensión 65 es un programa que demuestra estar un paso más allá, porque no se aboca únicamente a la entrega de una subvención económica, sino que articula con diversas entidades para que sus usuarios accedan a servicios complementarios, se fortalezcan las redes de protección en torno a ellos y sean revalorados y reconocidos en sus respectivas comunidades.
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(FIN) NDP/MAO
Publicado: 24/12/2019