El presidente de Colombia, Iván Duque, se alineó este miércoles con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá al tildar de "genocidio" la acción bélica de Rusia en Ucrania.
Al término de una reunión en Nueva York con el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, el mandatario colombiano abogó por el cese del conflicto usando ese término en Twitter.
"Le expresamos toda nuestra solidaridad y respaldo a su pueblo, que, con profunda tristeza, clama porque este genocidio termine", dice el mensaje dirigido al diplomático ucraniano y acompañado de una fotografía de Kyslytsya y Duque.
El mandatario colombiano se sumó a la corriente del presidente estadounidense, Joe Biden, y del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de tachar de "genocidio" los abusos cometidos por el gobierno ruso en Ucrania.
Kiev ha acusado a Moscú de cometer crímenes de guerra y planificar el genocidio de su población incluso antes del descubrimiento de cientos de civiles asesinados y enterrados en fosas comunes en la ciudad de Bucha.
Si bien los países occidentales habían evitado usar la palabra "genocidio", en línea con un protocolo de larga data que implica una estricta definición legal y un crimen difícil de demostrar, poco a poco algunas potencias han cedido.
Las declaraciones de Duque coinciden con los frecuentes desencuentros entre Moscú y Bogotá.
El más reciente se produjo el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU cuando el embajador de Rusia, Vasily Nebenzya, lanzó dardos contra Duque por su frágil implementación del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC y el repunte de la violencia en el país sudamericano.
El mandatario colombiano respondió pidiendo "a quienes están lacerando un pueblo inverne" no dar lecciones de paz.
Biden también acusó el martes a Vladímir Putin de "genocidio".
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo este miércoles que es "correcto" describir los ataques de Rusia en Ucrania como "genocidio".
En la misma línea, el primer ministro británico, Boris Johnson, indicó la semana pasada que la supuesta masacre en Bucha "no parece estar lejos del genocidio".
Los líderes de gobierno de Francia y Alemania reconocieron que Rusia había cometido crímenes de guerra, pero se negaron a repetir la acusación de sus pares en los mismos términos.