El 30 de junio de 1908, se estrelló en Siberia (Federación Rusa) el asteroide Tunguska, causando el mayor impacto registrado de la historia. El 15 de febrero de 2013, una inmensa bola de fuego (técnicamente llamada "superbólido"), que se desplazaba a una velocidad de 18,6 km por segundo, entró en la atmósfera y se desintegró en el cielo de Chelyabinsk (Federación Rusa).
Según la NASA, el asteroide medía 18 metros de diámetro y pesaba 11 000 toneladas. La energía liberada en el impacto fue aproximadamente de 440 kilotones (es decir el equivalente a la energía explosiva de 440 000 toneladas de TNT). Es el segundo impacto más importante, tras el del Tunguska.
La Oficina de Asuntos del Espacio Ultraterrestre se ha ocupado de los objetos próximos a la Tierra y considera que es necesaria una respuesta internacional ante esta amenaza.
Abordar esta cuestión, incluida la identificación de los objetos que podrían colisionar con nuestro planeta y la preparación de medidas para mitigar los efectos, requiere una acción coordinada de la comunidad internacional para salvaguardar la seguridad pública.
Siguiendo las recomendaciones de crear una respuesta internacional ante la amenaza de los objetos próximos a la Tierra, que cuentan con el apoyo de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, se crearon en 2014 las siguientes instituciones:
Lee también:
Científicos descubren un planeta del tamaño de NeptunoLa Red Internacional de Alerta de Asteroides, que cuenta con planes de comunicación y protocolos detallados para asistir a los Gobiernos en la evaluación de las posibles consecuencias del impacto de un asteroide y apoyar la planificación de la respuesta.
El Grupo Asesor para la Planificación de Misiones Espaciales es un foro de agencias espaciales que determina las tecnologías necesarias para desviar los objetos próximos a la Tierra, con el objetivo de consensuar medidas para la defensa del planeta.
Últimos acercamientos
Se trata de un asteroide que fue descubierto en el año 1998 y es siendo monitoreado por más de 30 años ya que las primeras imágenes antiguas del objeto se re-descubrieron a finales de los años 80.
Baella indicó que no siempre se puede calcular con exactitud cada cuánto tiempo se acercará un asteroide a la Tierra y que un asteroide es peligroso para nuestro planeta cuando este cuerpo se aproxime a nuestra órbita terrestre a menos de 19.5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna y que sea de regular tamaño.
El 25 de mayo del 2019 hubo otra aproximación de un asteroide de regular tamaño. En aquella ocasión el asteroide 1999 KW4 se aproximó a una distancia mínima de 13 distancias Tierra-Luna.
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