Previamente, cursó su maestría en la Universidad de Dartmouth, Massachusetts y el doctorado lo realizó en la Universidad de Minnesota en 2006 y 2012, respectivamente. Después de graduarse, fue becario postdoctoral en el Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard.
En entrevista con la
Agencia Andina, el Dr. Eduardo Reátegui profundiza en la investigación que lidera junto a un equipo de científicos que buscan el diagnóstico temprano del cáncer de pulmón por medio de biomarcadores que están en la sangre. La investigación es financiada por el
Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos.
Con solo una muestra de sangre de un paciente, esta tecnología tiene el potencial de diagnosticar con precisión el cáncer de pulmón. La misma tecnología puede incluso predecir, a partir de la misma muestra de sangre, si un paciente responderá bien a un tratamiento de inmunoterapia dirigida.
“En lugar de enfocarnos en las células cancerígenas, lo que tratamos de hacer es buscar cuáles son las moléculas que estas células están liberando en circulación. Entonces particularmente nosotros nos enfocamos en unas pequeñas vesículas que son unas nanopartículas, unas partículas muy pequeñitas, que se llaman vesículas extracelulares. Tratamos de analizarlas a razón de las diferentes proteínas o ácidos nucleicos que están relacionados actualmente con el cáncer, en este caso en particular con el cáncer de pulmón”, señala Reátegui.
¿Cómo es el procedimiento?
El científico peruano explica que el proceso empieza con la toma de la muestra de sangre. Esta se purifica y solamente se quedan con el plasma. Sin embargo, durante el procedimiento hay algunos inconvenientes, pues no solamente las células cancerosas dejan salir estas pequeñas partículas, todas las células de nuestro cuerpo producen estas partículas, pero -obviamente- no todas son malas.
“Entonces la segunda parte del proceso es separar cuáles de esas pequeñas partículas son las buenas y cuáles son las malas. Para eso, usamos diferentes métodos. Uno que es bastante conocido se llama el método de antígenos”, precisa el ingeniero.
Una vez que ya están separadas, se analizan estas partículas usando un método de microscopía de alta resolución para ver cada una de las moléculas que tienen. "Podemos ver qué proteínas o ácido nucleico relacionado al cáncer tiene”, detalla.
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Para el Dr. Reátegui, la principal ventaja de este método es que, analizando esas partículas, el diagnóstico podría concretarse mucho más temprano, en una etapa en la que la enfermedad pueda ser curable.
“Si comparamos este método con la forma estándar o tradicional que se hace en cualquier clínica u hospital, ya sea por medio de imágenes o una biopsia de tejido, este resulta muchísimo más potente porque te permite hacer un análisis, digamos longitudinal, es decir, puedes tomar muestras cada día si quieres, pues lo único que necesitas es una pequeña muestra de sangre, dos o tres gotas de sangre es suficiente”, señala el científico peruano.
Además, resalta que la tecnología no solamente se enfoca en la parte de diagnóstico, también permite resolver analizando estas partículas qué pacientes potencialmente pueden responder mejor a una determinada terapia.
Validaciones de la tecnología
Los investigadores están trabajando en mejorar la tecnología, lo que aumentaría la precisión y permitiría más mediciones simultáneas. Las primeras validaciones se hicieron con 57 pacientes de la escuela de medicina de la Universidad de Ohio.
“Ahora estamos viendo una validación más grande, para ello, estamos trabajando con un grupo de hospitales de Estados Unidos, que nos van a enviar las muestras y nosotros no vamos a saber si es positivo o negativo para el cáncer. Es una muestra muchísimo más grande”, agrega.
Con un desarrollo continuo, esta nueva tecnología podría mejorar el tratamiento del cáncer del pulmón y, al mismo tiempo, reducir su costo.
El verdadero poder de la tecnología reside en su flexibilidad, agrega el Dr. Reátegui, pues sus componentes se pueden intercambiar para reconocer cualquier número de moléculas marcadoras de otras enfermedades y afecciones. Eso incluye otros cánceres, enfermedades neurodegenerativas, lesiones cerebrales traumáticas, enfermedades virales y enfermedades cardiovasculares.
Finalmente, espera establecer alianzas con universidades peruanas que quieran sumarse a esta investigación que empezó en el 2017 y viene dando buenos resultados.
Además, envía un mensaje a los jóvenes que están en búsqueda de oportunidades para seguir desarrollándose en el camino de las ciencias.
“Hay muchas oportunidades en todas partes y pienso que el capital humano peruano de ciencia, en general, es muy apreciado fuera. El próximo año, de repente, voy a tener posiciones abiertas para estudiantes de doctorado. Si hay gente interesada, me puede contactar directamente”, concluye. En su opinión, el Perú necesita seguir invirtiendo en ciencia y tecnología para que más jóvenes se acerquen a estos campos.
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