La voluntad política, el liderazgo, la capacidad de gestión y articulación, así como la transparencia y la participación ciudadana son factores claves para lograr resultados positivos y sostenibles en los esfuerzos para reducir la anemia infantil, como viene ocurriendo en Piura y Cusco, sostuvieron sus principales autoridades.
El gobernador regional de Piura, Reynaldo Hilbck Guzmán, y el alcalde provincial de Cusco, Carlos Moscoso, dieron a conocer los exitosos resultados de los programas implementados para reducir este problema de salud en el foro denominado “Por un país sin anemia: acciones multisectoriales y de descentralización”, organizado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).
La autoridad regional, cuya administración de cuatro años finalizará este 31 de diciembre, destacó que desde el inicio de su mandato se decidió combatir la anemia y la desnutrición crónica que afectaban a más del 50% de los niños menores de 3 años de edad.
Indicó que, por ello, se resolvió continuar con el Sistema Regional de la Primera Infancia (Sirepi), iniciado por la anterior gestión regional, y se apostó por la articulación de esfuerzos con otros sectores e instituciones teniendo como aliado principal a las familias.
De esa manera se generó alianzas estratégicas con el gobierno nacional a través de los diversos ministerios, los gobiernos locales, la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, los programas sociales, ONGs, universidades y programas de cooperación, entre otros, anotó.
Atendiendo a lo dispuesto por el Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia, se tuvo como referencia los ejes de acción para prevenir y enfrentar la anemia y la desnutrición: acceso a agua segura, diversificación de alimentos ricos en hierro, cocinas mejoradas, alcantarillado y buena disposición de excretas, capacitación en hábitos saludables como el lavado de manos, educación y comunicación permanente, así como visitas domiciliarias para el monitoreo y medición de resultados.
Hilbck Guzmán resaltó también que se puso en marcha el programa regional Familia Feliz, que ha permitido identificar plenamente a los niños y niñas beneficiarios, así acopiar información clave como su talla y peso, nivel de hemoglobina, entre otros datos relevantes sobre su estado de salud.
En este programa participan 300 promotoras y promotores capacitados quienes han visitado a 3,210 familias para enseñarles adecuadas prácticas de nutrición saludable.
Entre las iniciativas contempladas en el ámbito de la alimentación se inició la distribución de un alimento complementario fortificado llamado “Papi-ya”, elaborado con insumos regionales y sabores variados para su aceptación por los niños y niñas.
Sostuvo que el trabajo regional empezó en zonas rurales de distritos como San Miguel del Faique, Tambogrande, Montero, El Tallán, Buenos Aires y La Matanza, cuyas autoridades locales y población mostraron gran interés en sumarse a esta iniciativa y se comprometieron para lograr el objetivo de disminuir la anemia y la desnutrición crónica.
El impacto positivo de estas intervenciones, que demandaron un presupuesto aproximado de 30 millones de soles, permitió este año la reducción de la anemia leve, de 31.45% a 7.25%, así como la anemia moderada, de 92.16% a 58.84%, subrayó el gobernador regional.
Hilbck Guzmán consideró que si bien el recurso económico es importante para ejecutar iniciativas como los programas mencionados, lo es más la decisión política de las autoridades, la articulación de esfuerzos con la participación activa de la población cuyos hijos son finalmente los beneficiarios de las intervenciones para reducir la anemia y la desnutrición.
Asimismo, instó a la administración regional que empezará el próximo 1 de enero de 2019 a continuar y mejorar lo ya avanzado para seguir disminuyendo de forma sostenida ambos problemas de salud que afectan principalmente a la niñez que constituye el más valioso capital que pueden tener los países para forjar su desarrollo.
Logros en Cusco
A más de 1,000 kilómetros al sur de Piura, la ciudad de Cusco también cuenta con una experiencia positiva en el combate a la anemia, que afecta en promedio a 7 de cada 10 niños.
El alcalde provincial, Carlos Moscoso, refirió que en su gestión se invirtió cerca de 36 millones de soles en 14 comunidades urbano marginales y rurales en condición de pobreza, a las que se dotó de servicios de agua potable, alcantarillado, así como la implementación de invernaderos para el cultivo de alimentos de pan llevar y establecimientos para la crianza de cuyes. Esto permite generar condiciones para el autoabastecimiento alimentario y venta de excedentes para contar con ingresos propios.
Destacó que también se creó el programa “Casita de la Nutrición”, que se implementan en ambientes cedidos en préstamo por las comunidades al municipio provincial por un plazo de siete años. Allí el gobierno local instala y equipa guardería, cocina comunitaria, camas para el descanso de los niños.
Un grupo de promotoras voluntarias visita estos establecimientos para capacitar a las madres de familia en aspectos como alimentación saludable, hábitos de limpieza, entre otros. También acuden enfermeras para proporcionar los micronutrientes a los niños y llevar el control de talla y peso.
Moscoso precisó que hasta ahora se atendió a 6,400 niños y niñas menores de cinco años de edad y resaltó que uno de los factores de éxito es el compromiso que asumen los padres de llevar a sus hijos a las Casitas de Nutrición, condicionando la permanencia del programa a dicho cumplimiento.
El resultado obtenido gracias a esta intervención es la reducción de la anemia en el ámbito urbano de Cusco, de 70.7% a 29.6%, siendo los distritos de San Jerónimo, con una disminución de 71.2% a 0.8%, y San Sebastián, de 67.8% a 7.2%, los que mostraron los mayores logros en esta lucha contra la anemia, enfatizó el burgomaestre.
Ambas autoridades coincidieron en subrayar que la apuesta por la mejora de las condiciones de vida de la población, sobre todo la infantil, es la mejor inversión hacia el futuro por encima de las obras de ladrillo y cemento.
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