Andina

Perú es el lugar ideal para el turismo de observación de aves

Gallito de las Rocas.

Gallito de las Rocas.

08:42 | Lima, may. 17 (ANDINA).

Una mayor conciencia mundial por el respeto a la ecología favoreció en los últimos años la aparición del turismo de observación de aves o birdwatching. Es por ello que a los aficionados a esta actividad, que se cuentan por millones, se les considera como los pioneros del ecoturismo.

Para practicar la actividad de observación de aves se requiere de hábitats naturales en buen estado de conservación y estos lugares se ubican lejos de los circuitos turísticos tradicionales. Según el informe El Perú, el verdadero paraíso de las aves, de Promperú, nuestro país cuenta con un gran potencial para desarrollar esta actividad.

De acuerdo con el perfil elaborado, se considera a los observadores de aves como turistas de un nivel educativo y económico superior al promedio. “Son dedicados y están dispuestos a gastar, representando una oportunidad económica para la conservación de muchas áreas naturales del mundo”, subraya.

Ante este panorama, el Perú ofrece una diversidad de paisajes y oportunidades únicas para desarrollar esta actividad, no solo por la gran cantidad de aves que posee, sino también por su alto número de especies endémicas (aves que se encuentran exclusivamente en determinados hábitats del territorio peruano). Estas particularidades lo convierten además en un destino muy atractivo para los investigadores.

Un asunto que abona a la práctica de los birdwatchers es el que revela que hace unos 40 años el Perú tenía registrado alrededor de 1,350 especies de aves. Recientemente, gracias al aporte de los observadores de aves, científicos e investigadores, este registro se elevó a más de 1,800 especies, además de mejorar la información sobre ellas y de los circuitos de observación.

El mercado
El estudio de Promperú refiere, asimismo, que si bien el mercado de aviturismo es difícil de definir y cuantificar, pues el aficionado puede estar en un lugar sin dejar registro de su presencia, existen algunas cifras del mercado y estimaciones de su valor económico, en especial en el mercado interno de Estados Unidos.
En 2002, un análisis de 272 tours ofrecidos por las seis principales compañías internacionales de observación de aves en 62 países en desarrollo reveló que el tour promedio tenía 12.12 participantes y una duración de 15.18 días, con un costo diario de 264.40 dólares, sin incluir los vuelos internacionales.
Otra fuente, el Servicio de Caza y Pesca de Estados Unidos, calculó mediante un estudio que para 2002 existían 60 millones de observadores de aves en ese país, de los cuales alrededor de 300 mil son suficientemente serios como para considerar salir de su nación.
También estimaba que la observación de aves genera un movimiento económico de 80 mil millones de dólares, entre equipos, viajes y alimento.

Oportunidad en el norte
Dentro de la variada oferta que muestra el Perú, el norte del país tiene un alto potencial como destino aviturístico. Esta región es una de las zonas más diversas del mundo en aves y cuenta con un gran número de especies banderas, muchas de ellas endémicas.
“La gran ventaja del aviturismo es la falta de competencia: si alguien quiere ver el colibrí colaespátula, solo puede ir a unos pocos lugares de la Región Amazonas. De este modo, se presenta una disminución de la competencia global entre áreas naturales y una distribución más equilibrada de lugares para realizar aviturismo en el mundo”, subraya.
El documento resalta que en términos de número y calidad la gran diversidad de especies y la presencia de especies bandera hacen del norte del Perú la mejor ruta de aves del mundo. A este importante atractivo se suman otros de la región –otras especies de fauna, así como de flora, paisajes, arqueología, culturas vivas, gastronomía– que contribuyen a una oferta internacional incomparable.

Sin embargo, advierte que la viabilidad de esta ruta dependerá de la capacidad de sus gestores para reducir o superar las debilidades y amenazas, y aprovechar las fortalezas y oportunidades. Precisa que entre las amenazas figuran dos: la inseguridad y la destrucción de sitios clave (bosques) para la observación de aves.

DOP


Publicado: 17/5/2008