El Perro sin Pelo del Perú, una raza milenaria que viene deslumbrando en el mundo por su historia y bondades, atraviesa su mejor momento y, sin duda, este éxito se debe a la contribución de personas como Marisa La Rosa, una prestigiosa criadora peruana, quien crió a estos canes en sus dos variedades y tres tallas.
"Empecé a criar nuestros viringos a partir del 2009, cuando tuve la oportunidad de viajar al norte del Perú, y por casualidades de la vida me topé con un ejemplar macho, del que me enamoré inmediatamente", narra La Rosa.
Contó que con ese ejemplar se regresó a Lima para vivir y fue, a partir de allí, que empezó su aventura en el mundo canino. "Su nombre es Sinchi y fue el primer perro sin pelo que tuve y el responsable que me introdujera en el mundo de las exposiciones caninas, que luego se convertiría en mi gran pasión", continuó.
Relató que, desde muchos años atrás conocía la raza, pero no se animaba a introducirse en su mundo. "Tenía claro que si criaba una raza tenía que ser nuestro perro peruano, ya que no hay nada mejor que tener pasión por lo nuestro, por nuestras raíces", siguió.
Refirió que cuando llegó "Sinchi" a su vida, decidió criar y exponer a fin de aportar por lo menos con un granito de arena a su conservación.
"Mi deseo era lograr obtener buenos ejemplares para mostrar que esta raza puede estar entre los mejores de nuestro país, cosa que logré al obtener con el afijo Huatuntupaq, ser mejor criador Novel en los años 2013 y 2014, y mejor criadero de todas las razas del KCP por tres años consecutivos, en los años 2015, 2016 y 2017", recordó.
En otro momento, manifestó que "Sinchi" fue el perro número 2 en el 2014, e "Inti" ganó el ránking nacional del 2015, y otros tantos lograron los títulos nacionales en el Perú y sus países donde residen.
Fieles, leales e ideales
Explicó que el
perro peruano también llamado viringo, es una raza única, fiel, leal, limpia, protectora, del que fácilmente se puede enamorar cualquiera.
"Su condición de perro de compañía, y el hecho que posea tres tallas y dos variedades, sin pelo y con pelo, los hace ideales para todo tipo de hogar, sea para espacios grandes como para la sencillez de un departamento. Es fácil de adaptarlo a un nuevo ambiente y nunca perderá el cariño por su propietaria y su familia humana", destacó.
Señaló que en los perros Huatuntupaq, priorizan la cuadratura del cuerpo, y ponen gran atención a mantener buenas cabezas, una condición básica para la tipicidad de la raza.
"En los de variedad desnuda, crío exclusivamente perros de color sólido, ya que los mal llamados orquídea, al poseer y transmitir zonas despigmentadas les genera serios problemas de salud, por eso evitamos los cruzamientos con ese tipo de ejemplares", prosiguió.
Sostuvo que con los perros con pelo, que recién se reconociera en el 2013, se debe resaltar que la única diferencia que debe existir, es que uno está recubierto de pelo y el otro no, compartiendo los mismos rasgos morfológicos.
"No puede haber diferencias sustanciales porque la variedad peluda, es y será muy útil en la supervivencia de la raza, por lo que recomiendo el cruce entre ambas variedades con cierta frecuencia. Su pelaje debe ser corto, liso y de cualquier color o combinación de colores", reveló.
Manifestó que si tuviera que resumir la personalidad del viringo, diría que es una raza muy devota de su amo, que hará todo cuanto pueda por estar al lado de su sueño, por sentirse acompañado.
Recomendaciones
Aconsejó que en los perros desnudos, se debe de proteger su piel de los rayos solares por lo que resulta útil aplicarle alguna crema protectora, que además le hidrate la piel, y conserve un estado saludable.
"En los perros con pelo, los cuidados mínimos son los que requiere cualquier perro, baños quincenales y una buena cepillada del manto. Deben tener una buena alimentación que les permita desarrollarse a plenitud", sugirió.
Confesó que uno de los problemas principales, es que no hay una gran variabilidad en la raza, o que no se cuenta, en general, con muchos reproductores, especialmente en la tallas mediano y pequeño.
"Tampoco tenemos, como en otras razas, un número grande de criadores, lo cual es una debilidad que debemos enfrentar promoviéndola en nuestro medio. Sabemos que, en el norte del país, de donde es su origen, hay buenos ejemplares que deberían incorporarse a la crianza para mantener el tipo y contribuyan en la preservación de la raza para el futuro", acotó.
Aprendizaje
Reconoció que a lo largo de estos años ha aprendido que, para dedicarse al
Perro sin Pelo del Perú, como a cualquier raza, se necesita dedicación y voluntad de trabajo.
"La satisfacción que nos dan los ejemplares salidos de nuestro criadero es indescriptible. Tenemos Campeones mundiales, europeos y campeones de otros países que me hace sentir orgullosa, pero a la vez agradecida a sus propietarios y la vida misma. Uno debe mantener el sueño de lograr siempre buenos ejemplares", dijo.
Antes de culminar, explicó que a la persona que desea empezar a criar esa raza nacional debe de perseverar y estudiar su historia y estándar.
"Que se contacte y pida consejos a personas que conocen la raza para que puedan empezar a implementar un plan de crianza, seleccionando siempre los mejores, y nunca perder de vista el tipo que es la esencia de la propia raza", finalizó.