La idea es siempre mantenerse activos, llenos de autoestima e independientes. Mientras haya fuerzas, hay que seguir para adelante y solo retroceder para tomar impulso. Esas son las máximas que guían la digna vejez de Florentina y Reymundo, beneficiarios del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo, en el departamento de Junín.
Buenos amigos, se conocieron hace pocos años en las reuniones del Centro Integral de Atención al Adulto Mayor, del municipio distrital, y rápidamente congeniaron. Desde el inicio sintieron que podían combinar capacidades, y luego de ver opciones de negocio, Florentina Cuentas Caja y Reymundo Palacios Tangalaya, ambos de 75 años, decidieron apostar por los chifles, esas deliciosas rodajas de plátano crocantes y saladas que hacen salibar la boca apenas uno abre la bolsa que las contiene.
Su debut comercial fue en la Fiesta de San Juan del último 24 de junio. A solo 3 soles la bolsa, Florentino y Reymundo rayaron. Sus riquísimos y adictivos chifles fueron la sensación. La aceptación del producto fue tal que estos dos emprendedores apuntan ahora a incrementar su producción y convertirse en proveedores.
Cada uno vive su propia historia familiar. Florentina tiene ocho hijos, diez nietos y cinco bisnietos. Reymundo, dos hijos y cuatro nietos. Por ello es fácil entender por qué escogieron ‘El Abuelo’ como marca de su producto. El nombre inspira, sin duda, calor familiar. “Además, el sabor de nuestros chifles engríen a las bocas. ¿Y qué hacen los abuelitos? Pues, engreír a los nietos”, dice Reymundo, quien usa mascarilla y redecilla para el cabello durante el proceso de producción, al igual que Florentina.
Él es más risueño. Con el barbijo puesto, sus ojos lo delatan cuando está feliz. Ella, en cambio, es algo más seria y reservada. Sin embargo, los clientes no suelen ofrecer resistencia a su estrategia de venta en las ferias locales: “¡Lleve los ricos chifles ‘El Abuelo’, caserito! Pruebe uno para que vea que son irresistibles”.
Sus parejas apoyan su emprendimiento. Incluso están planeando acompañarlos a vender en las ferias. Pero lo cierto es que la sazón de Florentina y Reymundo es de aquellas. Basta probar uno de sus chifles para perder el control hasta vaciar la bolsa.
Apoyo municipal
Trabajan juntos en un ambiente de la Municipalidad Distrital de Pangoa, especialmente acondicionado por el gobierno local para la producción de chifles. Ambos participan en la intervención Saberes Productivos, que Pensión 65 lleva a cabo con los municipios para revalorar a las personas adultas mayores como portadoras de conocimientos ancestrales y prácticas tradicionales.
“Desde la siembra hasta la cosecha de los plátanos palillo pasan nueve meses. Ese es el inicio de lo bueno”, aclara Florentina en la planta de producción. Primero él pela y corta la fruta. Luego ella fríe los cortes en una mediana chiflera industrial y, posteriormente, los centrifuga para eliminar aceite. Después, él espolvorea con sal las rodajas fritas y, finalmente, las embolsa. La etiqueta con la marca ‘El Abuelo’ salta a la vista. ¡Chifles listos para la venta!
Pedidos de chifles ‘El Abuelo’ de Florentina Cuentas Caja y Reymundo Palacios Tangalaya al 972 633 058, celular de Norma Tineo Orizano, responsable del CIAM de la Municipalidad Distrital de Pangoa.
En saberes Productivos, intervención de Pensión 65 y municipios que realza los conocimientos tradicionales de los adultos mayores, participan 41,524 personas (23,178 mujeres y 18,346 hombres), entre las que se cuenta a Florentina y Reymundo.
Pensión 65 tiene 1,420 beneficiarios en el distrito de Pangoa; 6,394 en la provincia de Satipo y 27,207 en toda la región Junín. A nivel nacional, el programa del Midis entrega una subvención bimestral de S/ 250 a 602,043 personas adultas mayores en pobreza extrema.
(FIN) PTM/LZD