El papa Francisco lamentó hoy que los cuidadores de ancianos o personas más débiles "no reciban ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen", durante la audiencia general celebrada en el patio de San Dámaso.
Ante las cerca de 500 personas congregadas en este patio donde debido a las medidas de seguridad por la pandemia se están celebrando las audiencias de los miércoles, el papa Francisco reflexionó sobre la necesidad de volver a la "contemplación" para poder proteger la naturaleza.
Francisco volvió hoy a detenerse con los fieles presentes, todos ellos con mascarillas, a intercambiar algunas palabras o recibir regalos sin guardar demasiado la distancia de seguridad.
El pontífice comenzó su catequesis explicando que en este tiempo de pandemia "debemos apoyar a quienes cuidan a los más débiles, a los enfermos y a los ancianos".
"Estas personas, bien definidas por el término español 'cuidadores', desempeñan un papel esencial en la sociedad actual, aunque a menudo no reciban ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen", señaló.
Y también explicó que el cuidado debe abarcar "nuestra casa común: a la Tierra y a cada una de sus criaturas".
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(FIN) EFE/JAM