La menor de 5 años fue diagnosticada hace dos años de leucemia linfática aguda, un tipo de cáncer hematológico que afecta los glóbulos blancos y que tiene mayor incidencia en la población infantil. Desde entonces, la niña recibía tratamiento farmacológico y quimioterapia para paliar la enfermedad.
Antes de llevar a cabo el
trasplante de médula ósea, la pequeña recibió un tratamiento de irradiación corporal total (TBI), en el que se utilizan los fotones del acelerador lineal para irradiar de manera uniforme el volumen total sobre el organismo de la paciente, explicó el doctor Julio Rojas Landecho, jefe del Servicio de Radioterapia del Rebagliati.
En este procedimiento, anotó, se emplearon compensadores (bolsas de agua) con dosis extrapulmonar para homogeneizar a la paciente y controlar la aparición de efectos colaterales como la neumonía y la catarata, por lo cual se empleó el método bilateral (laterales opuestos) por la comodidad y reproducibilidad de la niña.
El especialista destacó que para este tipo de procedimientos el búnker de radioterapia es lo más adecuado, porque se mantiene la distancia recomendada de 3 a 4 metros de la fuente de radiación a la superficie, facilitando el tratamiento y una cómoda posición del paciente.
“Este proceso se efectúa durante tres días consecutivos en dos sesiones diarias y con un intervalo de seis horas entre ambos procedimientos, a fin de
eliminar las células cancerosas y que no haya rechazo al momento del implante de las células madre del donante, lo que permite controlar la enfermedad y la paciente se cure con el tiempo”, detalló Rojas Landecho.
Trasplante haploidéntico
Luego del tratamiento de radioterapia, que se llevó a cabo sin complicaciones el pasado 17 de octubre, se procedió al implante de células madre a la paciente, cuyo donante fue su propio padre.
Se trata de un
trasplante haploidéntico, el cual permite el uso de células madre de donantes que no son totalmente compatibles, dijo la doctora Lourdes Aranda, jefa del Servicio de Hematología Especializada del hospital Rebagliati.
La labor estuvo a cargo del personal especializado de la Unidad de Trasplante de Médula Ósea del referido nosocomio. “La niña evolucionó favorablemente con recuperación hematológica exitosa, siendo dada de alta con tratamiento inmunosupresor en casa”, indicó.
La especialista informó que durante el estado de emergencia sanitaria por el coronavirus no se ha dejado de atender ni descuidar los tratamientos de los niños que padecen neoplasias hematológicas. De marzo a la fecha se han realizado más de 70 trasplantes de médula ósea.