La primera fase del proyecto de puesta en valor del acueducto Ocongalla, construido hace más de 1,500 años por la civilización Nasca, estará lista en los primeros meses del 2023, lo que contribuirá a recuperar este importante patrimonio cultural y fomentar el turismo hacia la región Ica, anunció el titular de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica, Alberto Martorell Carreño.
El funcionario sostuvo que, en esta primera etapa de intervención, iniciada hace aproximadamente 20 días, se limpió 500 metros lineales retirando principalmente maleza y carrizo, y también se consolidó 120 metros lineales de muros. La longitud total del acueducto de Ocongalla alcanza los 570 metros lineales. También se proyecta intervenir un total de 180 metros lineales que corresponden a cangrejeras y la parte del canal abierto, anotó.
A continuación, se tiene previsto implementar la señalética y consolidar la seguridad en el sitio arqueológico, así como la capacitación al personal encargado de brindar información sobre Ocongalla a los visitantes.
Martorell Carreño destacó que esta intervención de puesta en valor responde a una alianza estratégica con el Grupo Aje y la Asociación Internacional María Reiche, con los cuales se firmó un convenio en octubre de este año. “Hemos articulado procesos con los municipios, la empresa privada, la sociedad civil y las comunidades aledañas”, destacó en entrevista con la Agencia Andina.
Martorell resaltó el aporte de esta empresa, que trabajó con la municipalidad local y la Asociación María Reiche, en el apoyo de la puesta en valor de este sitio arqueológico.
Martorell agregó que luego de esta primera fase continuarán los trabajos coordinados con un horizonte de mayor plazo a fin de contar con un centro de interpretación para conocer detalles del acueducto de Ocongalla que revela los avanzados conocimientos y la tecnología hidráulica de la cultura Nasca para el aprovechamiento sostenible del agua, un recurso vital escaso en un territorio esencialmente desértico como el de la costa peruana y particularmente en Ica.
El titular de la DDC Ica resaltó que los 35 acueductos que existen en los valles de Nasca, entre los que se encuentra Ocongalla, reúnen “valores universales excepcionales de muy alto nivel” destacados por la Unesco y que tras su puesta en valor pueden ingresar a la Lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Acueducto de Ocongalla
El acueducto de Ocongalla se localiza en la zona sur de la provincia de Nasca, pasando el aeródromo hacia el desvío al sitio arqueológico de Cahuachi. A esta zona se puede llegar tanto a pie como en movilidad.
Ocongalla es una palabra quechua que significa “lugar donde aflora agua de la tierra”. Se trata de acueductos de tajo abierto o canales por los que emana agua subterránea procedente de la filtración de los deshielos de las cumbres andinas.
Construidos alrededor del año 500 d.C. por la civilización Nasca, en estos acueductos se puede ver el agua fluir desde las entrañas de la tierra y está rodeado de plantas medicinales como el sauce y la higuerilla.
Para su construcción los Nasca utilizaron piedras de canto rodado, extraídas del rio Nasca para irrigar los campos de cultivo aledaños. En su extremo superior, donde penetra la napa freática, la base de zanja tiene 6.3 metros de profundidad, mientras que las filtraciones ocurren a una profundidad de 5.5 metros. Como resultado, el extremo superior del acueducto forma una pequeña laguna que llena una profundidad de alrededor de cincuenta centímetros antes de que el agua fluya por la zanja abierta.
Ocongalla es un escenario especialmente encantador, para quien entra en la zanja superior, con el agua cayendo en cascada hacia una pequeña laguna.
Similitudes y diferencias con Cantalloc
Si bien el acueducto de Ocongalla es similar a
Cantalloc, otro emblemático acueducto y atractivo turístico de Nasca, en cuanto a formar parte de un sistema hidráulico concebido por la cultura Nasca para aprovechar al máximo el agua en sus campos de cultivo, se diferencia en su diseño de ingeniería, dado que posee un “ojo de agua” muy amplio que permite contar con un significativo volumen de agua en su punto inicial para distribuirlo luego en el valle.
El objetivo de este acueducto, al igual que los otros 35 identificados en la provincia de Nasca, ha sido hacer viable la vida y la agricultura en las difíciles y complejas condiciones del terreno desértico. “Parte de los canales de Ocongalla son a ras de tierra y por ello no se aprecia las terrazas circulares que caracteriza al acueducto de
Cantalloc. Los Nasca utilizaron diversas tecnologías hidráulicas según las necesidades de cada lugar”, enfatizó.
Paisaje único
Martorell Carreño resaltó que el acueducto de Ocongalla ofrece al visitante un paisaje verdaderamente impresionante que lo convierte en un recurso turístico muy importante para la región Ica.
“Tenemos que ver el patrimonio cultural como un recurso de desarrollo. Queremos recuperar la tecnología hidráulica empleada por la cultura Nasca como un valor ancestral que sirve de inspiración para las generaciones actuales en el aprovechamiento sostenible del agua”, remarcó.
Conservación y desarrollo
Refirió que la población que reside en las cercanías del acueducto de Ocongalla es consciente de la necesidad de conservar este sitio y la distancia a la que se encuentra permite una buena gestión de este patrimonio arqueológico.
“En estos años hemos trabajado con diversos actores, entre ellos la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ica, que tiene un programa que se desarrolla a nivel regional y con apoyo internacional para generar un uso adecuado, la potabilización y la cobertura del servicio del agua en las zonas que todavía no cuentan con este servicio básico. Este programa tiene un componente cultural que se inspira en la herencia de la civilización Nasca. Dicha institución está trabajando con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica en varios frentes, entre ellos el programa que busca atender las necesidades de acceso al agua para la población”, dijo finalmente.
(FIN) LZD/MAO
JRA