Referirse a Cusco en la actualidad es elogiar su inequívoca condición de principal destino turístico del Perú y uno de los mágicos lugares del mundo que merecen visitarse más de una vez, como lo destacan artículos de prestigiosas publicaciones internacionales de viajes. Pero más allá de su irresistible atractivo turístico, existen rasgos notables que identifican y llenan de orgullo a los cusqueños, algunos de los cuales repasamos a continuación.
Rica herencia cultural
Uno de los aspectos que enorgullecen e identifican más a los cusqueños es su herencia cultural inca, civilización que tuvo como epicentro el Cusco y que forjó el imperio precolombino más extenso y poderoso de Sudamérica.
El formidable legado cultural de los incas se mantiene vigente en su magnífica arquitectura urbana y monumental, que tiene en
Machu Picchu,
Sacsayhuamán, Ollantaytambo, Písac y otras colosales edificaciones que cautivan al mundo como ejemplo del avanzado conocimiento inca en ingeniería, diseño arquitectónico y, sobre todo, en armonía con su prodigioso entorno natural.
Asimismo, las tradiciones y costumbres, muchas de las cuales son anteriores a los incas, sobreviven a los tiempos y se mantienen vivas en la población de las diversas provincias, distritos y localidades cusqueñas. Y aunque fue recuperado recién en el siglo XX, la celebración del emblemático
Inti Raymi o
Fiesta del Sol se ha convertido en referente de identidad y orgullo para los cusqueños. Otra festividad que sobrevive a los calendarios es la renovación del último puente colgante inca
Q’eswachaka.
El sincretismo cultural y, sobre todo, religioso tras la conquista española enriqueció el acervo cusqueño convirtiendo a sus festividades en una de las más participativas del Perú. Entre ellas destacan el Corpus Christi, la peregrinación hacia el santuario del Señor de Qoylluriti o Señor de la nieve, el Santurantikuy, la fiesta de la Virgen de Paucartambo, entre otras.
Idioma quechua
Aunque no es originario del Cusco, porque nació en la costa central de la región Lima, el quechua o Runa Simi, que se extendió hacia la sierra sur, fue adoptado por los incas convirtiéndose en el idioma oficial del Tahuantinsuyo o imperio inca que abarcó, además del Perú, parte de países vecinos como Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia.
El termino Runa Simi fue cambiado por Kichua, quichua o quechua en la obra “Arte y vocabulario de la lengua general del Perú llamada Quichua”, escrita en el siglo XV por el cronista y misionero español Fray Domingo de Santo Tomás, quien fue el primero en aprenderlo para desarrollar su labor pastoral.
El quechua, hablado actualmente por más de un millón y medio de cusqueños, es un idioma que nació sin escritura y esencialmente oral siendo bastante expresivo al manifestar afecto, aprecio y confianza. Asimismo, es enérgico, cuando se trata de negar, advertir o llamar atención sobre algo. Sin embargo, en la actualidad ya cuenta con un alfabeto y reglas gramaticales y cada vez son más los centros de idiomas que ofrecen la enseñanza del idioma quechua.
El aprendizaje y difusión del idioma quechua viene alcanzando tal importancia que en el 2019 la Facultad de Letras y Ciencias Humanas fue testigo de un hito histórico internacional cuando la investigadora Roxana Quispe Collantes sustentó su tesis doctoral en idioma quechua sobre la poesía del escritor cusqueño Andrés Alencastre Gutiérrez y obtuvo el máximo calificativo, de excelencia.
La lengua quechua tiene como características que es onomatopéyica, es decir, que las voces quechuas nacen de los ruidos naturales, como los sonidos del viento, el correr del agua, el trinar de las aves, los sonidos que realizan los animales, etc. También es polisintética, dado que surgen nuevas palabras al añadir un morfema o sufijo a un lexema o palabra raíz; y es polisémica, debido a que un gran número de palabras del idioma quechua tienen dos o varios significados.
Capital histórica del Perú y Patrimonio de la Humanidad
La ciudad de Cusco, cuyo diseño urbanístico trazado durante el imperio inca tenía la forma de un puma, alcanzó su esplendor en el gobierno del inca Pachacútec, en el siglo XV, convirtiéndose en la capital del Tahuantinsuyo que cubría gran parte de Sudamérica, entre los siglos XV y XVI d.C.
Cusco es también una de las Capitales históricas del Perú, y gracias a su formidable riqueza monumental de enorme importancia cultural fue declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad, el 9 de diciembre de 1983.
Asimismo, Cusco ostenta los títulos de Capital arqueológica de América, Capital americana de la cultura, Capital turística del Perú y Patrimonio Cultural de la Nación, entre otras importantes distinciones.
Formación científica e intelectual
Como capital del Tahuantinsuyo, Cusco albergó a los Yachaywasi, los mayores centros de enseñanza educativa del imperio, donde los gobernantes y la nobleza recibían la más esmerada formación intelectual, militar y religiosa por parte de los amautas o maestros notables.
Con la conquista española y pese a perder protagonismo tras la fundación de Lima, convertida en la nueva capital del virreinato del Perú, Cusco mantuvo en gran medida su gravitante presencia en el esquema político virreinal. Esto la llevó a tener la tercera universidad más antigua del Perú: San Antonio Abad, creada en 1692 y cuna académica de prestigiosos intelectuales que destacaron en la historia peruana.
En el campo de la educación escolar, Cusco alberga al Colegio Nacional de Ciencias y Artes del Cusco, fundado por el libertador Simón Bolívar por Decreto del 8 de julio de 1825 sobre la base del antiguo Colegio de San Bernardo, erigido para los hijos de los conquistadores, y el Colegio San Francisco de Borja, cuyo objetivo fue enseñar las primeras letras a los hijos de los caciques.
Tradiciones y costumbres ancestrales
Cusco es una efervescente fuente de tradiciones y costumbres de origen ancestral que durante el imperio incaico alcanzaron su máxima expresión. Muchas de ellas se mantienen vigentes como el
Warachicuy, ritual ancestral inca de inicio de la madurez masculina; la ofrenda a la Pachamama; así como la ceremonia anual de reconstrucción del último puente colgante inca Q’eswachaka, hecho con resistentes fibras vegetales.
La festividad más importante del calendario festivo cusqueño, símbolo máximo de identidad y su más grande motivo de orgullo es el Inti Raymi o Fiesta del Sol, que se celebra el 24 de junio con el inicio del solsticio de invierno. Esta festividad fue declarada por la Ley 27431 del año 2001 como Patrimonio Cultural de la Nación, así como Acto Oficial y Principal Ceremonia Ritual de Identidad Nacional.
A estas celebraciones de gran arraigo cultural se suman muchas otras que se caracterizan por su sincretismo religioso y cultural como el Corpus Christi, la festividad en honor del Señor de Qoylluriti, la fiesta en honor de la Virgen de Paucartambo, la Semana Santa, el Santurantikuy, entre otros.
Estandarte turístico
Que duda cabe que Cusco es el estandarte turístico del Perú y es un destino altamente recomendado para visitar por parte de las más prestigiosas publicaciones nacionales e internacionales sobre viajes y turismo.
Pletórica de monumentales edificaciones incas, la ciudad de Cusco destaca también por el notable sincretismo evidente no solo en su estructura física sino también en la expresión artística del Virreinato. De esta manera, se convirtió en uno de los centros de creación y producción de arte religioso más importantes del continente.
También es importante por las costumbres y tradiciones de su población, muchas de las cuales aún conservan sus orígenes ancestrales
Además de la Ciudad Imperial, la región Cusco alberga auténticos tesoros turísticos en sus 13 provincias, destacando Urubamba y su Valle Sagrado y la joya de la corona: Machu Picchu, icono turístico del Perú, su destino más visitado, declarado Patrimonio de la Humanidad y una de las siete nuevas maravillas del mundo.
Personajes ilustres en la historia del Perú
Desde los incas que gobernaron el imperio más extenso de Sudamérica, Cusco ha sido cuna de ilustres personajes que destacaron en la historia peruana. Sin duda el inca más notable fue Pachacútec, forjador del imperio del Tahuantinsuyo y en cuyo gobierno se construyeron las más notables edificaciones empezando por la Ciudad Imperial.
Tras la conquista española surgieron líderes que resistieron y combatieron con honor a los invasores, como Manco Inca y en el siglo XVIII se produjo la más grande rebelión indígena que sacudió los dominios españoles en Sudamérica, liderada por Túpac Amaru II, quien ofrendó su vida por esta noble causa. Movimientos emancipadores dirigidos por Mateo Pumacahua y los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo sucedieron a dicho grito libertario, aunque fueron sofocados por el férreo poderío virreinal.
Durante el Virreinato nació, en 1539, Gómez Suárez de Figueroa, conocido como Inca Garcilaso de la Vega, el más preclaro escritor mestizo cuya obra “Comentarios reales de los incas” lo catapultó al olimpo de la literatura universal y marcó un hito en la historia de la literatura hispanoamericana.
Con la independencia y durante el siglo XIX aparecieron personajes ilustres como el general Agustín Gamarra, quien fue dos veces presidente del Perú (1829-1833 y 1839-1841) y Grimanesa Martina Mato Usandivaras, más conocida como Clorinda Matto de Turner, una destacada escritora peruana, precursora del género indigenista.
En el siglo XX destacan personajes ilustres como Humberto Vidal Unda, quien rescató la festividad del Inti Raymi; políticos como Valentín Paniagua Corazao, presidente del Perú (2000-2001), Daniel Estrada Pérez, alcalde provincial del Cusco en dos periodos y congresista de la República (1995-2003); Graciela Fernández Baca, economista, contadora pública y congresista de la República (1995-2000); Uriel García Cáceres, médico, investigador científico y ex ministro de Salud (1980-1982); y Jackelynne Silva Martínez, quien trabaja actualmente en la NASA, participó en simulaciones de viajes espaciales al planeta Marte y es responsable del control y planificación de vuelos y actividades de los astronautas en dicha agencia espacial.
Lauros deportivos internacionales
Cusco es cuna de destacados deportistas que dejan en alto el nombre del Perú. En la actualidad cuenta con atletas de alto rendimiento como Ashley Rubiño Bedregal Yauri, Luzmarina Choquepuma Llave, Ariadna Cjuro Mendoza, Rina Ruth Cjuro Mendoza, Elvis Emerson Companocca Checco, Luciana Fernández Pazmiño, Yimmy Luder Huamaní Delgado, Edgar Huillca Sihuin, Yamilet Nazira Menacho Delgado y Rusbel Denis Pacheco Yanqui.
Si hay un deporte donde Cusco alcanzó ribetes de gloria internacional es el fútbol. El centenario club de fútbol Cienciano, fundado el 8 de julio de 1901, que es actualmente protagonista en la Liga 1 o de primera división, resultó campeón de la Copa Sudamericana en 2003 para luego, en 2004 coronarse campeón de la Recopa Sudamericana. Con estos lauros es hasta el momento el único equipo peruano en ganar torneos internacionales de fútbol.
Otro equipo histórico es el Deportivo Garcilaso, que ascendió a la Liga 1 tras campeonar la Copa Perú 2022. Y por último está Cusco Fútbol Club, fundado en el año 2009 con el nombre Real Garcilaso, y que jugó en la primera división desde 2012 hasta 2021 tras haber ganado la Copa Perú en 2011. En el año 2022 volvió a ascender a la Liga 1 después de coronarse en la segunda división de Perú.
Gastronomía
La culinaria cusqueña es una de las más originales, sabrosas y variadas del sur peruano, constituyendo motivo de identidad y orgullo de los cusqueños. La tradición gastronómica regional se conserva en las picanterías, santuarios del sabor y del saber. Solo en el centro histórico y el Cercado de Cusco existen al menos 14 picanterías que subsisten con gran preferencia de los comensales, pese a la creciente presencia de restaurantes turísticos y de comida
cosmopolita.
Entre los potajes típicos cusqueños destacan los emblemáticos Chiriuchu, que tiene como insumo estelar al cuy al horno que se complementa con tortilla de huevos, gallina guisada, queso fresco, rocoto, yuyo, huevera, sangrecita y maíz tostado.
Otros platos típicos son la sopa chairo a base de carne de res, capchi o guiso de habas y zetas, la ubre apanada, el pernil o pierna de cerdo al horno, la malaya frita, el costillar de cerdo frito, el corazón de res a la brasa, el pepián de cuy, el cuy chactado y la zarza o ensalada de patas de res cocidas. Y para acompañar estas delicias no hay nada mejor que una frutillada, bebida tradicional elaborada con chicha de jora y fresa o frutilla.
Entre los panes emblemáticos sobresalen los panes chuta, rejillas, molletes y hurones, entre otros de irresistible sabor producidos en el distrito de
Oropesa, conocido como la
“Capital nacional del pan”.
Cusco destaca desde antes del incanato por su importante y variada producción agrícola representada, entre otros, por cultivos emblemáticos como el maíz blanco gigante y el café Machu Picchu-Huadquiña, cultivos que cuentan con denominación de origen otorgada por el Indecopi.
(FIN) LZD/MAO