El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjusdh), a través de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas, brindó acompañamiento psicosocial y apoyo material y logístico para la entrega a sus familiares y el sepelio digno de 16 víctimas del periodo de violencia entre 1980 y el 2000, en el departamento de Ayacucho.
Entre estos casos se encuentra el de Saturnino Ccarhuaypeña y Alberto Gutiérrez, cuyos restos retornaron a la comunidad de Matucana Alta, distrito de Sivia, provincia de Huanta. Virginia Quispe, su esposa, indicó que su familiar fue asesinado por miembros de Sendero Luminoso y que finalmente tienen la oportunidad de vivir el proceso de duelo.
De igual forma, se brindó el apoyo para el velatorio y entierro digno de los esposos Evaristo Valerio Alberto y Elsa Vega Estrada, y de sus hijos Daniel Valerio Vega, Edeliza Valerio Vega y Olga Zara Valerio Vega; quienes son recordados con mucha gratitud por ser gestores de la creación de la comunidad de Triboline, distrito de Sivia, provincia de Huanta. Los restos de esta familia fueron trasladados hacia el cementerio entre cantos y alabanzas.
En tanto, Filomeno Alarcón, natural de Pampa Cangallo, fue velado y enterrado dignamente después de 37 años en el cementerio general de Tarhuylluq, distrito de Acocro, provincia de Huamanga.
Mientras que también fueron sepultados los restos de Víctor Julio Huamán Araujo y Mario Huicho Ccasani, asesinados en junio de 1983 por terroristas de Sendero Luminoso, acusados de haber entregado a senderistas a la base militar de Tambo. Vivían en la comunidad de Warmihuañusqa, en el centro poblado de Ccarhuapampa, distrito de Tambo, provincia de La Mar.
De similar manera, Prudencio Vargas Guzmán fue velado y recibió un entierro digno en el distrito y provincia de Huanta, departamento de Ayacucho; y Edilberto Taguada Solier fue velado y sepultado en la comunidad de Cedropata, distrito y provincia de Huanta.
Zacarías Auccatoma Urbano y su hijo Venancio regresaron a la comunidad de Ccarhupampa, en el distrito de Tambo, provincia de la Mar, después de 14 años, para recibir un entierro digno.
Por último, las familias de Máximo Vargas Ayala y Valeriano Vargas Garagundo pudieron velar sus restos óseos y darles un entierro digno en el cementerio de Ccanis Baja, en el distrito y provincia de Huanta. Este padre y su hijo salieron juntos de la casa, fueron interceptados cuando pastaban sus ganados, secuestrados y asesinados por Sendero Luminoso, y la familia desconocía de su paradero.
Prudencio Vargas Guzmán, Valerio Vargas Garagundo, Máximo Vargas Ayala y Edilberto Taguada Solier, en octubre de 1984 se organizaron y salieron a buscar a tres familiares y tampoco regresaron. En el 2007, se encontró una fosa en Cconocca-Cangari, donde fueron hallados sus restos.
(FIN) NDP/FHG
GRM
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Publicado: 26/10/2024