La participación de tres menores de edad en un intento de asesinato en Lima es un síntoma de una sociedad enferma y evidencia que estos niños tienen una autoestima muy baja, porque no valoran sus vidas y mucho menos las de los demás.
"Los padres deben transmitirles valores a sus hijos, enseñarles cuánto vale su integridad, y eso se hace a través de la relación que se construye con ellos. Estos niños (involucrados en el hecho) no tienen autoestima; por lo tanto, no saben apreciar sus vidas y tampoco las vidas ajenas", aseveró.
El especialista sostuvo que la familia es la escuela donde los menores deben adquirir valores, observando la relación de respeto que hay entre sus padres y hacia ellos mismos. Pero si un niño ve que sus padres se insultan, se golpean y no se respetan, no obtendrán nada bueno.
Lamentablemente, anotó, una muerte o un asalto es ahora cosa de todos los días y si vemos que una persona mata a otra y no es castigada, el mensaje de impunidad es fatal.
En diálogo con la Agencia Andina, el decano enfatizó que la educación no significa orientar a los hijos a que solo acumulen títulos y que el dinero y el poder primen en su vida, sino que aprecien el valor de esta.
A juicio de Orrillo, revertir tal situación es un desafío para quienes creen en la humanidad y en los valores.
"No hay que perder la esperanza; tenemos que retomar el tema de la educación y robustecer nuestros valores, y en esa tarea los medios de comunicación tienen un papel importante", opinó.
En cuanto a la situación de los involucrados en el caso mencionado, Orrillo indicó que deben salir del ambiente en el que viven y ser sometidos a una terapia psicológica intensiva, porque, al ser menores, pueden reintegrarse aún a la sociedad.
(FIN) ART/RRC
GRM
Publicado: 17/9/2014