18:20 | Lima, set. 08 (ANDINA).
Luego de recorrer por 40 años los principales lugares históricos del Cercado de Lima vendiendo sus tradicionales melcochas en su rústica carretilla, Fidel Estrella se estableció en el Barrio Chino, desde donde llegó a Mistura 2010 a endulzar los paladares de los asistentes.
Al mando de tres ayudantes, don Fidel comenta que sólo en la víspera logró vender unas 600 porciones de melcochas de coco, maní, pasas, pecanas y ajonjolí, preparadas durante toda una mañana.
“Mezclamos un kilogramo de azúcar con dos tazas de agua. Luego añadimos la canela, el clavo de olor, la leche, la chancaca y la algarrobina hasta tener una masa uniforme”, explica el repostero.
Tras revolver la masa enérgicamente hasta lograr una consistencia casi sólida, don Fidel agrega maní, coco rallado, pasas, pecanas o el ajonjolí, de acuerdo con el sabor que desea darle a sus clásicas melcochas.
“Desde que me ubiqué en los alrededores de la Plaza San Martín, Jirón de la Unión, Palacio de Gobierno y Congreso de la República hasta establecerme en el Barrio Chino trato de endulzar la vida de las personas”, comenta.
Mientras vende sus melcochas a dos soles al público que lo distingue a simple vista y lo llama “Melcocha”, Fidel recuerda que la tradición dulcera se inició cuando un ciudadano de origen chino enseñó los secretos de la repostería a su tío Basilio Goñi, quien a su vez se las transmitió a él.
Las cachangas de Fredy
Muy cerca de Fidel se encuentra don Fredy Changra, quien ofrece la también tradicional “cachanga” que transporta al recinto ferial en dos grandes ollas para ofrecerlos luego a los ávidos comensales.
La tradición familiar en la preparación de cachangas, bombillas dulces y turrones se inició hace 35 años en las afueras de la iglesia Cristo Salvador, en Surco, y en el óvalo de Miraflores. Sin embargo, don Fredy mantiene el buen ánimo para atender a sus clientes.
“Nos siguen porque nuestras cachangas son especiales. La masa de harina de maíz la mezclamos con miel de naranja”, revela Fredy, al precisar que la fritura de este dulce y tradicional postre demora aproximadamente diez minutos.
Al recordar que los secretos de la repostería los aprendió de su padre, Fredy acompañado de su hija Fiorella invitó a los curiosos a degustar sus postres ofrecidos a solo dos nuevos soles.
Churros de lúcuma y alfajores con manjar de papa
Mientras el sol se oculta en el horizonte y el aroma de los churros y alfajores se acentúa en los alrededores de la laguna artificial del Parque de la Exposición, los asistentes a Mistura 2010 ser aproximan a las carretillas de la zona de tradiciones.
Los churros rellenos de manjar de lúcuma y chocolate son los más solicitados, al punto que el puesto de venta “Q-Churros” ya agotó su stock. Los vendedores, sin embargo, aseguran llegará una tanda de 100 churros ante la mirada de sus impacientes clientes.
A unos metros se encuentra el módulo de ventas de “Alfajores Misky Misky”, cuyos propietarios comentan que los asistentes a Mistura 2010 prefieren, en mayor medida, los alfajores rellenos con manjar blanco y lúcuma.
“Hemos traído una novedad a esta feria. Tenemos los alfajores de manjar de papa amarilla que los comensales se están animando a consumir”, comentó Gustavo Díaz, dueño del negocio creado hace seis años con un nombre en quechua que significa “dulce”.
Tras explicar que todos los alfajores tienen un sabor muy dulce gracias al manjar, preparado con leche, azúcar y la fruta o insumo seleccionado, Díaz resaltó que hasta el momento ha vendido más de 150 cajas de alfajores a cinco nuevos soles cada caja.
(FIN) JCJ/LZD
Publicado: 8/9/2010