Por Valery Díaz VásquezLa ingeniera química Mariella Siña, asume el compromiso de ayudar a mejorar el ecosistema del Perú. Actualmente cursa un doctorado en Taiwán y piensa volver al país para optimizar la situación de los pueblos indígenas amazónicos.
Nació y vivió en Tacna hasta los 10 años. Al año siguiente se mudó a Cuajone, un campamento minero ubicado en Moquegua, en donde trabajaba su padre, Julián Siña. Su madre, la enfermera Francisca Vicente, dejó de trabajar en la Ciudad Heroica, para que pudieran tener una vida familiar en la mina.
Mariella recuerda que desde la época del colegio se sentía muy atraída por los cursos de química, biología y física.
Así que no fue nada extraño que el 2003 se graduara como ingeniera química en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, ciudad por la que también siente un gran cariño.
Paralelamente, sentía una gran inclinación por trabajar en la preservación de la naturaleza.
En la madre selva
Por este motivo, enrumbó a la selva del Perú y trabajó como asesora ambiental de la Federación de Comunidades Nativas del Río Corrientes.
Entre otros asuntos, se encargó del diseño e implementación del monitoreo de agua superficial y agua de consumo humano en 35 comunidades del río Corrientes (Loreto), en trabajo conjunto con la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
Otra de sus funciones fue la coordinación con la administración regional de salud en las actividades del Programa Especial de Salud para los Pueblos Indígenas.
Sin embargo, lo más impactante en su tarea fue experimentar la nociva magnitud de los derrames de petróleo que dañan la ecología en los lugares más alejados del país.
Y además, sentir por vivencia propia que no siempre se sanciona a los responsables de estos actos.
Ese deseo de ayudar a proteger el medioambiente se puede remontar –dice– a su infancia. Al respecto, rememora que cuando era muy pequeña vivía con sus abuelos, agricultores en Tacna,
“Podía disfrutar de un jardín en la parte trasera que me permitía disfrutar de los paltos y la vegetación. Pase tiempo de calidad junto a la naturaleza”, evoca.
“Ver la triste realidad de la contaminación me quiebra como persona”, nos confiesa al retomar el diálogo.
Aporte contra la contaminación
Los deseos de mejorar sus conocimientos en esta rama, le hizo postular en 2009 a una maestría en Química Ambiental en la Universidad de Umeå, en Suecia.
“Quería aportar más, poder estudiar y recolectar todo el conocimiento de afuera para poder regresar y ejecutarlo en el Perú”, indicó.
Dos años después, obtuvo el premio a la mejor tesis, por Clean Soil Network compitiendo con otras en toda Suecia.
Doctorado en Taiwán
Tras ejercer diversos trabajos vinculados con temas ambientales en el Perú, Mariella llegó becada a Taiwán para seguir unos cursos en el 2019 y debido a la pandemia del coronavirus tuvo que prolongar su estadía.
En la actualidad se encuentra cursando un doctorado en Geociencias con enfoque en la investigación de microplásticos en la Universidad Nacional de Taiwán.
Si bien está adaptada con éxito a la cultura taiwanesa, confiesa que al principio le costó mucho este proceso.
Considera esta adaptación como un aprendizaje interno que viene acompañado de preguntas que otorgan una nueva forma de observar y de pensar las cosas. Y es fiel creyente de que es bueno salir de la zona de confort para llenarse de nuevos conocimientos.
“Si vivo todo el tiempo en un mismo lugar, en el mismo país, pensaré que todo está bien, pero si vas a otro lugar, completamente distinto, descubrirás la inconformidad y con ello lo que está bien y lo que está mal”, señaló.
Se define como una mujer independiente sensible y con una pasión inconmensurable por el medioambiente y su entorno.
Ella aconseja a los jóvenes estudiantes que si sienten genuina inclinación por la ciencia o la ingeniería, deben dedicarse por completo a ella.
“Y no importa si tus notas son bajas en el colegio en algún tema que realmente te guste porque puedes llegar a desarrollarte y aprender. Y para aprender no solo necesitas inteligencia, sino también perseverancia”, subrayó.
Mariella regresará pronto al Perú. Y no cabe duda de que, una vez en nuestro país, seguirá poniendo todos sus esfuerzos con el fin de apoyar, mediante sus investigaciones, a preservar la naturaleza a algún pueblo de la Amazonía peruana que requiera urgente ayuda.
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(FIN) VDV/RES
Publicado: 8/4/2022