Los Andes han bendecido al Perú con una serie de superalimentos entre los que sobresale la mashua, un tubérculo cuya domesticación y consumo se remontan a hace más de 7,500 años y que en todas sus variedades posee un conjunto de propiedades nutricionales con extraordinarios beneficios para la salud.
A continuación, conoce todo acerca de la mashua, sus notables atributos nutricionales y beneficios para la salud, sus variedades, regiones y pisos ecológicos donde se cultiva, entre otros aspectos que caracterizan a este superalimento.
La mashua (Tropaeolum tuberosum), conocida también como “añu”, “isaño” o “cubio”, es un tubérculo que crece a lo largo de los Andes peruanos, entre los 2,800 y 4,100 metros sobre el nivel del mar. Su domesticación y consumo se remontan a hace más de 7,500 años, según evidencias arqueológicas.
Si bien se cultiva en asociación con otros tubérculos como la
papa, la oca y el olluco, aunque su área de siembra es mucho menor, la mashua es muy importante no sólo por ser parte de la identidad cultural de los pobladores andinos, sino también debido al valor alimenticio de sus tubérculos que son consumidos de diferentes maneras, para lo cual es necesario exponerlos al sol con la finalidad de obtener el sabor dulce característico.
Variedades de mashua
Esta especie manifiesta una gran diversidad genética expresada en la diversidad de colores de sus tubérculos como amarillo, naranja, crema, rosado, morado, blanco y negro. Esta última es muy requerida por sus notables propiedades nutricionales y beneficios para la salud, incluso por encima de las otras variedades de colores.
Propiedades nutricionales y beneficios para la salud
La mashua aporta vitaminas C y E, antioxidantes como betacarotenos (presentes en las variedades amarilla y naranja) y antocianinas (en las variedades morada y negra), así como carbohidratos, proteínas vegetales y minerales como calcio, fosforo y hierro.
Entre los notables beneficios para la salud que brinda el consumo de mashua destacan que ayuda a prevenir y combatir el cáncer (sobre todo de colon, próstata y piel), la anemia, el estrés, problemas hepáticos, eliminar los cálculos renales, mejorar la agudeza visual, y es un poderoso antiinflamatorio y antialergénico, así como una importante fuente de colágeno.
¿Por qué es más requerida la mashua negra?
La mashua negra es la más requerida entre todas las variedades de este tubérculo andino debido a que posee mayor concentración de antocianinas, pigmento y compuesto natural con alta capacidad antioxidante que mitiga el impacto de los radicales libres que ocasionan el envejecimiento celular, el debilitamiento del sistema inmune e intensifican el impacto de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer.
La antocianina también protege al corazón y a los vasos sanguíneos por lo que es clave para prevenir problemas cardiovasculares. Asimismo, tiene poder cicatrizante ayudando a sanar más rápido las heridas y lesiones corporales; inhibe la liberación de histamina, leucotrienos y enzimas inflamatorias, por lo que permite controlar procesos alérgicos y el asma. La mashua negra también aporta colágeno que, en conjunto con la vitamina C presente en este tubérculo, se convierte en un aliado frente al envejecimiento prematuro.
Finalmente, la mashua negra impide la proliferación de metabolitos inflamatorios, por lo que ayuda a sanar las lesiones en el cuerpo. También facilita la salida de líquidos acumulados, reduciendo los dolores, hinchazones y congestión del cuerpo humano.
¿Cómo consumir la mashua?
La forma más común de consumir la mashua es cocida, en puré, sopas, guisos, frita en hojuelas o chips, mezclada con verduras, refrescos e incluso en dulces preparados como mermelada o mazamorra.
Antes de consumirla es recomendable exponer al sol la mashua recién cosechada como se hace con el camote para obtener un sabor más agradable.
Regiones productoras y rendimiento agrícola
Según el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), las regiones productoras de mashua en Perú son Áncash, Apurímac, Ayacucho, Huánuco, Junín y Puno.
La mashua tiene el rendimiento promedio de 4 toneladas a 12 toneladas por hectárea, aunque en condiciones experimentales se han obtenido hasta 70 toneladas por hectárea, destaca el INIA.
(FIN) LZD/MAO
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