En Chilca, un distrito ubicado en la provincia limeña de Cañete, la operación de una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) propició el surgimiento de un humedal. Estos oasis acuáticos, conocidos por su capacidad de regular el clima y el ciclo hidrológico, es capaz de albergar alrededor de 60 parihuanas en el humedal, una cifra excepcional para la región Lima, superando incluso los registros de Pantanos de Villa.
Desde su creación en el año 2015, este humedal ha evolucionado gradualmente, otorgando refugio a una diversidad de avifauna, tanto residente como migratoria, gracias al desarrollo de una exuberante vegetación acuática y terrestre a lo largo de los años.
La razón de ser de este humedal radica en las aguas sometidas al tratamiento del PTAR del distrito de Chilca, cuya liberación en la zona costera de San Pedro ha propiciado la formación de este oasis artificial, nutriendo así el continuo desarrollo de su densa cobertura vegetal.
El magíster en Ciencias David Montes-Iturrizaga, científico de la Universidad Científica del Sur, tras innumerables expediciones de campo, logró identificar un total de 56 especies. “Se ha logrado identificar desde playeritos y chorlos hasta majestuosas garzas, parihuanas, cormoranes y patos, del mismo modo, se han reportado en varios puntos de la costa algunos avistamientos esporádicos como la Garza de corona, que viene de Tumbes”, afirmó Montes.
En conversación con la Agencia Andina, el investigador indicó que este nuevo humedal de Chilca exhibe una impresionante diversidad de especies de aves y plantas, comparable o incluso superior, en relación con su tamaño, a la de otros humedales de mayor extensión y renombre, así lo señala el David Montes haciendo referencia en que la presencia de alrededor de 60 parihuanas en el humedal, resulta ser una cifra notablemente excepcional para la región Lima, que llega a superar incluso los registros de Pantanos de Villa.
“Chilca tiene más especies de aves por unidad de área, lo que se traduce en riqueza excepcional, este enclave sirve, también, como área de descanso y refugio para las aves migratorias que eligen nuestras costas para pasar la temporada estival”, detalló.
Además de su relevancia para la biodiversidad, el humedal desempeña un papel crucial como servicio ecosistémico para la comunidad de Chilca, al proporcionar un destino final para las aguas residuales tratadas en ausencia de un sistema de desagüe en el distrito.
"La ausencia de este humedal representaría un riesgo significativo para la salud pública y aumentaría la contaminación ambiental", resaltó Montes-Iturrizaga.
Peligros inminentes
Por otro lado, el científico David Montes ha expresado su preocupación ante las amenazas que enfrenta el área, destacando la presencia de basura.
“Durante esta temporada de verano, tanto visitantes como pobladores contribuyen al problema, dejando residuos que afectan tanto el entorno como la vida silvestre”, afirmó.
A esto se le añade que la construcción ilegal de quioscos de material noble en áreas protegidas disminuye el espacio vital de las especies aladas.
“El crecimiento de perros asilvestrados agrava la situación, con ataques a nidos y aves, mientras que la falta de respuesta de los gobiernos municipales impide una solución efectiva para preservar este ecosistema único. Es fundamental que se tomen medidas urgentes para catalogar esta zona como de interés y garantizar su protección”, comentó
El investigador destaca que este enclave es un paraíso para la observación y la fotografía, con casi 60 especies registradas. Aseguró que con una gestión adecuada y programas de capacitación, se podría hasta generar oportunidades laborales a la comunidad, como guías turísticos o vendedores de souvenirs.
Todos nos beneficiamos
Este humedal posee un potencial sin igual, superando incluso a los pantanos de Villa en riqueza de especies.
“Si se implementan medidas de ordenamiento, cuidado y vigilancia adecuadas, junto con la delimitación precisa del área, se pueden crear circuitos que beneficien a las aves y atraigan la atención de la comunidad circundante, promoviendo el turismo y el comercio local”, enfatizó David Montes
“Al ser un importante sitio de migración y descanso para aves migratorias, cumple un papel crucial como reemplazo del humedal de Puerto Viejo, que lamentablemente está en declive”, añadió.
Las investigaciones realizadas en este lugar, que incluyen el seguimiento de aves mediante el uso de anillos, han revelado datos valiosos sobre las especies presentes, incluyendo algunas con anillos provenientes de Chile.
Por último, se destaca su relevancia como sitio de estudio de enfermedades transportadas por aves migratorias, lo que subraya, aún más, su importancia científica.
“Necesitamos preservas este lugar, no solo por su importancia economica sino tambien cientifica, en este lugar se podría capacitar a los pobladores para que sean guías turísticos y en paralelo promover la venta de artesanías relacionadas con las aves del espacio, y esto no solo beneficia económicamente a la comunidad, sino que también contribuye a la conservación del humedal y su biodiversidad”, finalizó a modo de reflexión.