Más de 4.000 personas acompañarán al Señor de los Milagros al entrar en El Vaticano

Más de 4.000 personas acompañarán al Señor de los Milagros al entrar en El Vaticano. Foto: Vatican News

Más de 4.000 personas acompañarán al Señor de los Milagros al entrar en El Vaticano. Foto: Vatican News

14:01 | Lima, oct. 15.

Más de 4,000 devotos peruanos y latinoamericanos pertenecientes a las 40 hermandades del Señor de los Milagros procedentes de diversos países acompañarán este domingo 19 de octubre la imagen del “Cristo Morado” hasta la Plaza de San Pedro, en El Vaticano, en una de las demostraciones de la fe popular más especiales de este Año Santo.

"Queremos que nuestro Señor de los Milagros sea internacionalizado, que lo conozca el mundo entero", afirmó el mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros en Roma, Wilmer Oblitas, en una entrevista con EWTN Noticias en el marco de la presentación oficial del Gran Procesión de los Milagros en la sede del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano.

Emocionado al hablar de una tradición que ha trascendido fronteras, Oblitas señaló que esta devoción "no pertenece sólo al Perú" sino a todos aquellos que han encontrado en el Cristo Morado "un signo de esperanza y de fe en medio de las dificultades".



Una procesión de fe que cruzará Roma

Según explicó el mayordomo, se espera la participación de alrededor de 2.500 peregrinos venidos del extranjero, además de los fieles residentes en Italia. 

"Seremos unos 4.000 en total con los de Roma", señaló. Sólo entre cargadores, sahumadoras y cantoras, más de 700 personas acompañarán el anda del también llamado Cristo de Pachacamilla a lo largo de un recorrido de más de tres kilómetros por las calles romanas.

"Yo voy justamente detrás del anda, junto con las autoridades, nuestro capellán y los cargadores", relató Oblitas, al describir el orden y la solemnidad que caracterizan a la procesión. "Acompañamos todo el recorrido en oración, con profunda emoción, porque sabemos que el Señor camina con nosotros", afirmó.


El humo que purifica y une

Entre los símbolos más característicos de la procesión destacan las sahumadoras, mujeres vestidas de blanco y morado que esparcen el humo del incienso al paso del anda. Para Oblitas, este gesto es una expresión de espiritualidad y humildad: "El humo se purifica, no sólo limpia el ambiente, sino también espiritualmente. Es una forma de humildad —como dicen las hermanas sahumadoras—, al momento de ahumar, de llegar con pureza. Es un acto de entrega y reverencia al Señor".

Por su parte, el encargado de Negocios de la Embajada del Perú ante la Santa Sede, ministro Manuel Carrasco, destacó el profundo significado histórico y espiritual de esta devoción. Se trata de una devoción con orígenes en el año 1651, cuando un esclavo angoleño, en Pachacamilla, en lo que entonces era la periferia de Lima, capital peruana, "dibujó una imagen de Cristo en la cruz como expresión de su fe y de sus creencias", explicó.

Años después se produjo un muy fuerte terremoto, en 1655, que destruyó buena parte de la ciudad, pero "a la pared no le sucede nada", detalló. Precisamente ese sismo marcó el inicio de la devoción.


Poco a poco la gente fue enterándose de la existencia de esta pared que no fue destruida y "observan y notan que había algo especial".

"De tal manera que uno de los señores de entonces decide comprar todos los terrenos (…) y siente que tenía una misión que cumplir en la vida, que es proteger esa imagen", explicó. Después se produjo un segundo terremoto que coincidió con la primera procesión del Señor de los Milagros.

El diplomático enfatizó que esta manifestación de fe "poco a poco va acrecentándose, incluso en momentos en que se intentó suprimir. Lo que algunos consideraron una expresión extraña terminó mostrando que había algo especial. Los hechos se fueron sucediendo y comenzaron a atraer atención".


De Lima al mundo entero

A lo largo de los siglos, la devoción se extendió desde Lima al mundo entero “y las hermandades del Señor de los Milagros se multiplicaron. Donde hay peruanos, aflora el recuerdo de esta fe que nos acompaña desde la niñez”, afirmó Carrasco.

Sobre la procesión de este año en Roma, el ministro subrayó su valor espiritual y simbólico: “Nos sentimos tremendamente agradecidos y felices. Este Jubileo es una oportunidad para expresar cómo los peruanos nos unimos y manifestamos nuestra fe, no solo en nuestro territorio sino donde quiera que estemos. Es un momento para renovar la esperanza, para ayudarnos unos a otros y saber acompañar al que lo necesita, porque esa es la esencia de esta devoción”.

Durante la presentación, además de profundizar en la historia de la devoción, su significado y ampliar datos técnicos, se proyectó un video que recordaba la devoción del entonces Mons. Robert Francis Prevost, hoy Papa León XIV, cuando era Obispo de la diócesis de Chiclayo.

También se emitió un mensaje en vídeo del Cardenal Pedro Barreto, Arzobispo Emérito de Huancayo, en el centro del Perú.



"Hoy el Señor de los Milagros nos invita a mirar con amor a quienes sufren"

El purpurado recordó que la devoción al Cristo Morado “nació del gesto de fe de un esclavo africano que, en su pobreza, pintó la imagen de Jesús crucificado en una pared de barro, y esa imagen resistió los terremotos de Lima como signo de esperanza”.

En este sentido, afirmó que esta devoción tiene su raíz “en la experiencia del migrante y del pobre”. “Hoy el Señor de los Milagros nos invita a mirar con amor a quienes sufren, a los que están lejos de su tierra, y a recordar que Jesús mismo fue migrante y esclavo por amor”, enfatizó.

El cardenal subrayó además la dimensión social de esta fe: “El Señor de los Milagros no pertenece sólo al Perú. Es un mensaje para toda la Iglesia. Nos recuerda que, en medio de las dificultades, Cristo está con nosotros y que el amor debe traducirse en servicio, en caridad concreta, en compromiso con los más vulnerables”.


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(FIN) NDP/JMP

JRA

Publicado: 15/10/2025