Más de 2 millones y medio de turistas visitaron las áreas naturales protegidas durante el 2019, lo que representa un incremento de 14 % anual desde hace cinco años, informó el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Jhon Rueda, especialista de la Unidad Operativa Funcional de Turismo del Sernanp, detalló en diálogo con la Agencia Andina, que del universo de visitantes, el 60 % es nacional y 40 % extranjero.
Respecto a las áreas protegidas más visitadas por los peruanos, refirió que son la Reserva Nacional de Paracas, en la región Ica; la Reserva Nacional Lomas de Lachay, en el departamento de Lima; la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras (sobre todo islas Palomino, Guañape y Ballestas), que reciben más turistas en temporada de verano; y el Santuario Histórico Bosque de Pómac, en la región Lambayeque. Esto se debe fundamentalmente a su proximidad a la ciudad de Lima, la conectividad, la infraestructura y la mayor cantidad de servicios turísticos en estas áreas protegidas, comentó.
Indicó que los feriados largos y fines de semana largos han contribuido al incremento de visitas a las áreas naturales protegidas en general, que se han convertido en destinos preferidos por el turismo interno. Los visitantes nacionales realizan principalmente actividades recreativas y de avistamiento de especies de fauna y flora.
Por su parte, las áreas protegidas preferidas por los turistas extranjeros –sobre todo europeos y estadounidenses- son las Reservas Nacionales Pacaya Samiria (Loreto) y Tambopata (Madre de Dios), así como los Parques Nacionales del Manu (Madre de Dios), Bahuaja Sonene (Madre de Dios y Puno) y Huascarán (Áncash).
Las actividades preferidas por los turistas extranjeros son el avistamiento de especies de fauna y flora, turismo vivencial y rural comunitario, deportes de aventura. “Son visitantes más interesados en el turismo de naturaleza y en conocer ecosistemas que no existen en sus países de origen”, resaltó.
Potencial turístico de las áreas protegidas
Rueda subrayó que gracias a la biodiversidad y los ecosistemas que poseen, existe un gran potencial turístico en las áreas naturales protegidas del Perú.
Para que un área natural protegida se convierta en un destino turístico se tiene que considerar si puede alcanzar los objetivos primarios de conservación, recreación y educación, así como promover el desarrollo sostenible de las poblaciones locales, tal como establece el Plan Director del Sernanp sobre este tema.
Refirió que existe una metodología para habilitar sitios turísticos, identificar los recursos turísticos, los accesos, entre otros aspectos.
Operadores turísticos
En relación a los operadores turísticos autorizados en las áreas naturales protegidas, Rueda sostuvo que el Sernanp desarrolla procesos de formalización de las empresas, asociaciones y personas naturales que prestan servicios turísticos en estos espacios que albergan biodiversidad y ecosistemas.
“Hemos pasado por un proceso de formalización de los operadores turísticos en áreas naturales como Tambopata, Manu, Pacaya Samiria, lo cual nos ha permitido identificar cuáles empresas cumplen con los requisitos que le exige el sector Turismo para desempeñar esta actividad. En el Sernanp identificamos los lugares donde se puede realizar las actividades turísticas”, manifestó.
Tras referir que en 2018 se formalizó toda la actividad turística en el Santuario Histórico de Machu Picchu y en la red de Caminos Inca, el funcionario del Sernanp estimó que existen más de 400 operadores turísticos (entre contratistas, concesionarios, suscriptores de acuerdos y otros) que brindan servicios en las áreas naturales protegidas abiertas al turismo, que representan el 60 % del universo de áreas protegidas por el Estado.
Aliados estratégicos
Rueda destacó el importante apoyo que prestan los operadores turísticos -sobre todo aquellos dedicados a servicios como la venta de recuerdos del lugar visitado, artículos como sombrillas, sombreros, bastones para facilitar la caminata, entre otro- en las áreas naturales protegidas como aliados estratégicos del Sernanp en las labores de conservación, protección, información y sensibilización a los visitantes.
“Se trata de una población comprometida con la conservación de las áreas protegidas y brindan una contribución no económica, ayudando a los guardaparques en el mantenimiento de los senderos, refacción de los miradores y otras labores que permiten el aprovechamiento sostenible de las áreas protegidas”, expresó.
Remarcó que esta alianza estratégica del Sernanp con estos operadores permite que estos se beneficien con su actividad y a la vez contribuyen con la conservación, desarrollando un sentido de pertenencia e identificación con el área protegida. “Esta experiencia muestra buenos resultados en las Reservas Nacionales de Paracas y Tambopata, así como en el Parque Nacional Huascarán”, anotó.
Día Mundial de la Vida Silvestre
El especialista de la Unidad Operativa Funcional de Turismo del Sernanp ofreció estos alcances luego de participar en el conversatorio por el
Día Mundial de la Vida Silvestre, que se celebra hoy, y en el que abordó el tema “Turismo en las áreas naturales protegidas: una herramienta para la conservación de la vida silvestre”.
Al respecto, Rueda subrayó que se requiere reforzar el concepto del turismo como estrategia de conservación de la biodiversidad, para garantizar la provisión y mantenimiento de servicios ecosistémicos, así como generar beneficios a la sociedad.
Explicó que existen cuatro objetivos estratégicos para que el turismo aporte a los resultados de impacto de las áreas protegidas: mejorar la experiencia de los visitantes, promover oportunidades para la prestación de servicios, contribuir a dinamizar la economía local, y reducir los impactos negativos del turismo dentro de las áreas protegidas.
Indicó que el Sernanp cuenta con pautas para el desarrollo de instrumentos de planificación turística: el Plan Maestro y el Plan de Sitio. El primero establece la visión y objetivos de gestión, definiendo el sector turístico, la etapa del ciclo de vida del destino y establece normas de uso.
El Plan de Sitio orden y diversifica la actividad turística en el sector y/o área turística. Para realizar un Plan de Sitio, el turismo debe contemplarse en el Plan Maestro.
Para un adecuado monitoreo de la actividad turística en las áreas protegidas se han desarrollado protocolos de monitoreo e indicadores sobre los impactos en la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y beneficios, así como la disminución de los efectos negativos y el logro de implementaciones adecuadas.
“Para garantizar la sostenibilidad de la actividad turística en las áreas naturales protegidas es clave contar con una conceptualización que se vincule con el ciclo de la gestión efectiva de estos espacios”, finalizó.
(FIN) LZD/MAO
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