El río Amazonas cumple hoy, jueves 11 de noviembre, diez años de su elección como una de las siete nuevas maravillas naturales del mundo. Se trata del estandarte turístico de la región Loreto y uno de los principales atractivos del Perú que ahora cuenta con el sello internacional Safe Travels que lo certifica como destino bioseguro para el turismo.
El río más caudaloso y más extenso del planeta nace en Loreto y desempeña un papel clave en el desarrollo socioeconómico de dicha región, pero también representa la mayor fuente de agua dulce y es el sustento de la
Amazonía, el bosque tropical más grande de la Tierra y el principal generador de oxígeno hacia la atmósfera global.
El 11 de noviembre de 2011 se anunció la elección del río Amazonas junto al río subterráneo de Puerto Princesa (Filipinas), la isla Jeju (Corea del Sur), las Cataratas del Iguazú (Argentina-Brasil), el parque nacional de Komodo (Indonesia), Bahía de Ha-Long (Vietnam) y la Montaña de la Mesa (Sudáfrica) como ganadores del concurso
Nuevas siete maravillas naturales del mundo, imponiéndose a 454 nominaciones de diversas partes del orbe.
Atractivo turístico mundial
El río Amazonas ostenta no solo este prestigioso galardón internacional que corrobora su suprema importancia como atractivo turístico mundial, sino que también posee la
Jerarquía 4, máxima distinción que ostenta un recurso turístico en el mundo y que en el Perú solo la poseen el Santuario Histórico y Parque Arqueológico de
Machu Picchu, las Líneas de Nasca, el Valle del Colca y el Lago Titicaca.
Asimismo, el río Amazonas contribuyó decididamente a que nuestro país sea elegido como mejor destino de cruceros de Sudamérica en la edición 2020 y mejor destino verde de Sudamérica en las ediciones 2017 y 2020 de los
World Travel Awards, considerados los premios Óscar del Turismo.
El río Amazonas es la principal vía de comunicación fluvial en la selva norte peruana que conecta con maravillosos destinos turísticos como las Reservas Nacionales
Pacaya Samiria y
Allpahuayo Mishana, donde existe una megadiversidad de flora y fauna, además de permitir conocer a comunidades amazónicas poseedoras de cultura, tradiciones y conocimientos ancestrales.
Navegar por este colosal río que se abre paso en el fabuloso bosque amazónico permite también apreciar la paradisiaca belleza paisajística de la selva peruana, con inolvidables amaneceres y puestas del sol, así como el salto acrobático de delfines rosados en las caudalosas aguas, el llamativo canto y masivo vuelo de coloridas aves que viajan entre las copas de los inmensos árboles.
Destino bioseguro
El 22 de abril de este año, el destino turístico río Amazonas recibió de parte del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) el sello internacional
Safe Travels que lo certifica como lugar bioseguro para el turismo, al igual que la ciudad de Iquitos y la Reserva Nacional Pacaya Samiria.
Esta décima efeméride como una de las siete nuevas maravillas del mundo, sumado a su certificación como destino bioseguro cobran especial relevancia en el actual contexto de reactivación económico y turística.
Clave para la sostenibilidad y el clima
El río Amazonas tiene un rol protagónico para la sostenibilidad de la Amazonía, por los ingentes recursos hidrobiológicos que alberga y que son fundamentales para la alimentación de las poblaciones asentadas cerca de sus riberas.
Del mismo modo, es la principal fuente hídrica de la cuenca amazónica con una descarga promedio de 209,000 metros cúbicos por segundo, representando el 20% de la descarga fluvial global al mar y alrededor de una quinta parte del caudal total de ríos del mundo.
La cuenca del Amazonas es la más grande del mundo, con un área de aproximadamente 7 millones 50,000 kilómetros cuadrados, albergando a la mayor biodiversidad de flora y fauna del planeta.
Por contener al bosque tropical más grande de la Tierra, la cuenca del río Amazonas es el principal aliado frente al
cambio climático al ser el mayor generador de oxígeno hacia la atmósfera y también el principal captador de gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido de carbono (CO2), por lo que actúa como regulador del clima evitando un mayor
calentamiento global. Por ello es fundamental conservar este territorio por parte de los nueve países sudamericanos que lo comparten y evitar a toda costa su deterioro.
(FIN) LZD/MAO