Lejos de sentirse doblegado por el severo impacto económico de la pandemia del coronavirus en el sector artesanal, el maestro ceramista ayacuchano Leonidas Orellana Castro, ganador del prestigioso galardón “Joaquín López Antay”, trata de salir adelante incorporando la temática del covid-19 en su reconocida obra, que destaca por su originalidad, pero especialmente por rescatar la iconografía de la ancestral cultura Wari.
La heroica lucha de los médicos para salvar la vida de sus pacientes afectados por la enfermedad; el dramático retorno de muchas familias a sus lugares de origen tras no poder sostenerse en Lima u otras regiones donde les sorprendió el estado de emergencia nacional, son algunas de las estampas moldeadas en arcilla con virtuosismo por el maestro Orellana y que describen la sobrecogedora realidad que nos impone la pandemia en el Perú y el mundo.
"Trato de representar una realidad dominada por una pandemia que nos afecta a todos, y el arte es un vehículo para representar, por ejemplo, a los héroes de la salud que luchan contra la enfermedad y los enfermos que la padecen", afirma en diálogo con la Agencia Andina.
Otras imágenes reflejan el trabajo ambulatorio de miles de peruanos que salen a buscar el sustento diario en las calles, mediante oficios diversos como estibadores o mototaxistas; pero también hay otras piezas que expresan la importancia de la prevención del contagio con mensajes como “Mantén la distancia”, y frases alentadoras como “Sigue adelante” y “Siempre positivo”, que demuestran la apuesta de Orellana por un futuro esperanzador.
Hay otras piezas que representan con acierto la importancia de la lectura y los aprendizajes en casa, en vista de la necesidad de mantener un prudente distanciamiento social para evitar el contagio del coronavirus.
El maestro ceramista ha elaborado hasta ahora alrededor de 50 piezas con temática covid-19 y piensa seguir produciendo más en la medida que esta coyuntura de emergencia sanitaria y gran impacto económico-social continuará por mucho tiempo más.
Iconografía Wari
Pero si bien la temática del coronavirus está marcando la pauta en las creaciones de muchos artesanos peruanos, como ocurre con los
retablistas y otras expresiones del arte popular ayacuchano, la vasta obra del maestro Leonidas Orellana, enfocada en la cerámica decorativa y utilitaria, se caracteriza esencialmente por su técnica de “palma de mano”, en el modelado de la arcilla, el pulido y bruñido en el acabado, la policromia en el pintado, así como la iconografía del arte ancestral de la
civilización Wari, que constituye su sello de identidad cultural.
Orellana Castro refiere que su contacto con la iconografía Wari -civilización cuyo epicentro estuvo en Ayacucho y que fue el primer imperio prehispánico peruano, predecesor de los incas- ocurrió en su niñez cuando visitaba a sus tías, que vivían cerca del complejo arqueológico, y tras recorrer el sitio encontró fragmentos de cerámica decorados con figuras simbólicas que entonces capturaron su atención, quedaron grabadas en su memoria y le inspiraron a reproducir, años después, en sus creaciones de arcilla.
Creatividad para afrontar la pandemia
El impacto económico de la pandemia de, covid-19 ha sido muy severo para los artesanos, así como para el comercio exterior y el turismo al que están estrechamente vinculados por ser sus principales canales de ventas, afirma Leoncio Orellana.
El eximio ceramista refiere que las exportaciones de sus obras constituyen entre el 70 % y 75 % de sus ventas anuales. Debido al cierre de fronteras y la suspensión de los vuelos internacionales, dejó de despachar un lote de 30 cajas de piezas listas que tenían como destino países europeos, Canadá y los Estados Unidos, donde se conoce su arte desde hace muchos años.
En vista de esta brusca caída en sus ingresos, Orellana Castro no se quedó de brazos cruzados y apeló a su innata creatividad para reinvertarse y adaptarse a las nuevas condiciones de distanciamiento que impone la epidemia.
Si bien nunca dejó de producir en su taller
Wari Runa (“Hombre Wari” en quechua), creado hace 25 años dentro de los ámbitos de su vivienda ubicada en el distrito limeño de Chorrillos, donde reside hace más de tres décadas, la actual coyuntura le motivó a familiarizarse con las redes sociales, especialmente Facebook (
Wari Runa Perú), para ofrecer sus creaciones, dictar cursos virtuales y organizar sorteos de piezas especialmente producidas para sostener a su familia y evitar el desamparo de los trabajadores de su taller.
Con el apoyo de la Asociación Civil “Lima Oculta”, que desarrolla la iniciativa “Artesanía en acción”, Leonidas Orellana comparte sus conocimientos, experiencia y pasión por la cerámica mediante talleres virtuales "Cerámica desde casa" dirigidos a todo el público interesado en este arte. “En julio culminamos el tercer grupo del taller que en seis sesiones aprendió el arte de la cerámica. También ofreceremos un taller tutorial sobre técnicas tradicionales de modelado en cerámica”, resalta.
Otra forma de agenciarse de ingresos para paliar la crisis económica es el sorteo de piezas elaboradas especialmente en el taller del maestro Orellana Castro. Para este domingo 26 de julio se sorteará tres obras. “Serán 3 premios para igual número de ganadores. El valor del ticket es de 20 soles y nos ayudara a seguir trabajando en este arte que amamos”, afirma. Mayores informes en la cuenta de Facebook de
Wari Runa y al teléfono 976 131 257.
Las más recientes creaciones de Leonidas Orellana son rostros de célebres literatos peruanos, como César Vallejo, José María Arguedas, el Nobel Mario Vargas Llosa, entre otros; y latinoamericanos, como Gabriel García Márquez. Cada rostro lleva inscrito en su frente una frase o pensamiento que pronunció durante su vida. “Queremos recomendar, en estos tiempos de difíciles, a los jóvenes, niños y en general a toda la población, a leer las obras de estos grandes escritores”, remarca.
Ceramista desde niño y autodidacta
A sus 56 años y con muchas distinciones en su haber a lo largo de su trayectoria, donde destaca el premio “Joaquín López Antay” en 2014, el maestro Leonidas Orellana, ha forjado generaciones de ceramistas que se han inspirado en sus creaciones y que se nutrieron en su taller chorrillano.
Nacido en la localidad de Quinua, cuna de artesanos ayacuchanos, Orellana Castro confiesa que sus dotes artísticas han sido heredados de su abuelo materno Daniel Castro, un eximio artesano especializado en imaginería. Y aunque ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, la crisis económica que se vivió en la convulsionada década de los 80 y principios de los 90 impidió que reciba una adecuada formación académica.
Gracias a su innato talento y a su constante búsqueda de una identidad artística, finalmente conseguida, a Leonidas Orellana se le considera un autodidacta. Sin embargo, él recomienda a las nuevas generaciones de artesanos que no se conformen solo con saber el aspecto artístico, sino que se preparen para formalizar su negocio, determinar costos de producción y generar valor agregado, promocionar sus creaciones aprovechando las ventajas de internet y las redes sociales, entre otros conocimientos necesarios para salir adelante en el competitivo mundo de hoy.
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(FIN) LZD/MAO