Por Luis IparraguirreLe resulta gratificante recordar cómo se inició como tirador, cuando solo tenía 13 años. Alessandro de Souza, tirador profesional que nos representará no solo en los Panamericanos de Lima 2019, sino también en las Olimpiadas de Tokio 2020, sonríe al hablar de sus inicios porque ello, definitivamente, hace que recuerde a su abuelo, don Ernesto Berisso.
Hoy, con 27 años encima, no le cuesta mucho rememorar aquella tarde que se trepó al carro de su abuelo y, sin pensarlo, lo acompañó a una de las continuas prácticas de tiro que él hacía como parte de una afición que matizaba sus días. Ni Alessandro, ni su abuelo, pensaron en esa mañana del 2006, que aquella travesura sería el inicio de una maratónica carrera deportiva que los llevaría a conocer, de la mano, casi todo el mundo.
Don Ernesto Berisso acompañó al pequeño Alessandro a todos los torneos internacionales que asistió, como al mundial de Eslovenia donde fue la única vez que participó en la categoría Junior, donde llegó al tercer puesto a nivel mundial. El motivo era simple: Alessandro, al ser menor de edad, no tenía permiso para portar armas y menos de viajar con una. Así, su abuelo se convirtió no solo en su tutor, sino también, en su fan número uno.
La vuelta al mundo con un rifle en las manos
“El tiro me ha llevado a conocer el mundo, no solo en el aspecto competitivo, si no también me ha dado la oportunidad de estudiar en Estados Unidos, una carrera de cuatro años y competir al más alto nivel con deportistas de allá”. La competencia de primer nivel con quienes se enfrentó en los campeonatos universitarios hizo que su preparación deje de ser amateur para pasar a ser el profesional que ahora es.
Alessandro ha logrado 17 medallas de oro, 9 de plata y 3 de bronce a lo largo de su carrera deportiva en países como Rusia, India, Chipre, EE. UU., Guatemala, etc.
Del Perú para el mundo
“Nosotros tenemos una de las canchas de tiro más difíciles del mundo por el fondo que no es uniforme”, menciona al recordar que nuestras canchas tienen como fondo arbustos, tierra, construcción de edificios y cielo, por ello tiene una gran dificultad técnica, ya que la visibilidad de los platos (de solo 90 milímetros de diámetro) se hace mucho más difícil. “Los
Juegos Panamericanos se jugarán en la Base Aérea de Las Palmas, donde se está construyendo un polígono que será un gran complejo deportivo, de los mejores de América”.
En la Copa del Mundo de México 2017, después de 20 años el Perú volvió a ser finalista. “Tuve la oportunidad de tirar 122 sobre 125 platos, batiendo el récord nacional y entrando a la final. Y con el precedente de que quedamos primeros de América en los Juegos Panamericanos de Tiro, que es más competitivo que los Juegos Panamericanos porque vienen más tiradores a competir, sería factible decir que somos potencia en América no solo en individuales sino también por equipos”.
Alessandro obtuvo el deseado cupo olímpico en la ciudad de Guadalajara, México, donde en la final derribó 45 platos de 50, ganando la medalla de oro y el cupo a las
Olimpiadas de Tokio 2020. Además, ganó el oro con equipos, justamente con otra leyenda del tiro nacional, el incansable Pancho Boza. Dicha consagración individual y por equipos, fue algo que no se daba desde el año 1991.
“Desde que empecé, vi a varios de los referentes en el Tiro, Como Juan Guía y Pancho Boza. A Guía lo vi poco y es de otra modalidad de tiro, el Skeet, pero con Pancho Boza tengo la suerte de compartir la cancha y hoy somos compañeros de equipo. Para mí, Boza es la valla que tengo que igualar. De niño lo veía muy distante: una persona que tiene 7 juegos Olímpicos es sorprendente”.
Si bien es cierto que la realidad del tiro en nuestro país nos llena de orgullo y satisfacción, también es cierto que la realidad de los tiradores es otra: la imposibilidad de desarrollar una vida en torno a este deporte. “En el Perú no se puede vivir del Tiro. No hay afición ni competencia para poder hacer este deporte competitivo. Me tengo que dedicar a otra cosa de forma paralela, hoy en día trabajo en el área comercial de una empresa industrial”.
En Italia, por ejemplo, al tirador, cuando cumple 18 años, el estado le da la oportunidad de ser policía. O sea, el deportista cumple una labor administrativa dentro del cuerpo policial, vive de su salario y puede practicar todos los días en las instalaciones policiales. En Estados Unidos pasa lo mismo, pero en el Ejército. Con ello se le da al deportista una línea de carrera con lo cual puede vivir.
Mi deporte, mi familia
“En el deporte lo más importante es la familia. Es el soporte no solo emocional, si no también económico para poder afrontar la carrera. Yo no he sido la excepción en ese caso, siempre he tenido la ayuda de mis padres, de mis abuelos y de mi hermana. Todos me apoyan constantemente en los altos y en los bajos”.
“Por ejemplo, lo que me pasó en los Panamericanos de Toronto 2015, que me quedé a un solo punto de disputar los Juegos Olímpicos de Río 2016, luego de años de entrenamientos para obtener ese cupo. Fue el momento más frustrante de mi carrera y uno de los más tristes de mi vida, y fue gracias al apoyo de mi familia que me puede recuperar de ese tropezón y continué disparando”.
Alessandro de Souza Ferreira, nuestra mayor proyección al oro en estos Panamericanos de Lima 2019, se despide de nosotros, no sin antes volver a recordar a su abuelo a quien culpaban en los almuerzos familiares por el nuevo deportista de la familia: “¡por tu culpa ha elegido un deporte tan caro!”, renegaban a la broma sus familiares, mientras el pequeño Alessandro, con el rifle en la mano, impostaba una mueca, muy parecida a una sonrisa.
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(FIN) LIQ/RES
Video: Lima 2019: Alessandro de Souza nos representará en Tiro
Publicado: 1/6/2019