El aumento de la violencia contra niños, niñas y adolescentes en la pandemia confirma que el hogar puede ser el lugar de mayor amenaza para su formación porque aprenden que es normal ofender, maltratar físicamente y humillar, y esas prácticas las repiten en la calle generando hoy violencia social.
La representante del Grupo Impulsor para Poner fin a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes, Sofía García, explicó que actualmente los progenitores o adultos a cargo la crianza de los chicos no son conscientes de los efectos que puede tener en su desarrollo el uso de palabras duras o golpes.
En Andina Canal Online, manifestó que los niños, niñas y adolescentes están aprendiendo que es normal el maltrato, las frases ofensivas, la ausencia del padre, el incumplimiento de su manutención, entre otros. "Están incorporándolos a sus relaciones amicales y sociales en general", advirtió.
“Ellos aprenden lo que ven y eso está afectando su formación. La violencia está en el hogar, los datos lo revelan. Tenemos que atrevernos a criar con amor, con ejemplo, empatía y a apostar por la crianza positiva”, comentó.
Más inversión, menos violencia
El Grupo Impulsor para Poner fin a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes ha organizado la campaña Más Inversión, Menos Violencia a fin de que el Estado oriente exclusivamente presupuesto para prevenir las diferentes formas de maltrato contra los menores.
García refirió que, según el Observatorio del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en enero de este año los centros de emergencia mujer atendieron más 38,000 casos en el país.
De ese total, aproximadamente 15,000 casos fueron por
violencia psicológica; 11,000 de violencia física; 11,000 de violencia sexual y violencia económica.
Sofía García, representante del Grupo Impulsor para Poner fin a la Violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
También recordó que
un 60% de la población tolera la violencia y un 46% justifica el castigo y las humillaciones en manos de los padres de familia. “Eso nos preocupa porque las consecuencias pueden ser graves para la
salud mental de los chicos, como para su desarrollo cognitivo y hasta nutricional”, precisó.
“En este momento es urgente invertir en una campaña nacional de sensibilización para reducir la tolerancia contra la violencia a los niños, niñas y adolescentes. Hay que cambiar el chip de los padres de familia y de las personas adultas comprometidas con su crianza. En el 2019 el Banco Mundial le recomendó al Estado peruano invertir en la niñez y adolescencia para terminar con el círculo intergeneracional de la violencia”, indicó.
Adolescentes tienen la palabra
En Andina Canal Online también participaron Andrés Eugenio (14), Marcia Valdivieso (16 años) y Naomi Quesñay (16), integrantes de la red interdistrital de municipalidades escolares.
Naomi Quesnay, Andrés Eugenio y Marcela Valdivieso preocupados por aumento de la violencia
Los tres coincidieron en la importancia de organizar talleres dirigidos a escolares para que conozcan sus derechos y sepan reconocer cuándo sus padres los están maltratando y violentando. “La violencia en la calle, el bulliyng, el acoso sexual, el castigo humillante están muy normalizados”, comentaron.
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(FIN) SMS/RRC
JRA
Publicado: 21/11/2021