Andina

La Policía Montada de El Potao cumple 80 años de existencia (especial)

Jinetes de la Policiía Montada

Jinetes de la Policiía Montada

08:05 | Lima, ago. 06 (ANDINA).

“Characato” tiene doce años. Está en el esplendor de su vida. Ya dejó de lado los juegos, y hoy reposa la experiencia adquirida al lado del jinete que lo acompaña casi una década, el mayor Héctor Pascuali Arias, de la Policía Montada de El Potao.

Por Susana Mendoza Sheen

El equino castaño nació en Arequipa y dejó la Ciudad Blanca por la Ciudad Jardín, por él. El caballo comparte las instalaciones del cuartel ubicado en el Rímac, que ya celebró 80 años de existencia, con otros 174 animales que entrenan todas las mañanas junto a su custodio del orden asignado. A ellos los prepararán para patrullar las calles o controlar a las multitudes. Ahí los vemos briosos durante los partidos de fútbol o en movilizaciones.

“El caballo domina a las masas, porque el jinete lo domina a él, le tiene confianza. Un policía montado a caballo reemplaza a 10 custodios de a pie. Diez caballos, imagínese”, comenta Pascuali Arias, quien nos guía por las instalaciones de lo que antes fue el huerto El Potao.
 
El oficial explica que los equinos son animales nobles, dóciles, tranquilos. Responden inmediatamente a la presencia de alguien que les transmite confianza o miedo. Si el jinete o amazona “arruga”, la yegua o el caballo también lo hará.

La relación que se construye es intensa, como la que tienen Pascuali Arias y “Characato”, quien al silbido característico de su amo voltea su enorme cabeza hacia la dirección de donde proviene.


Cuidado

Los caballos de El Potao están bien alimentados. El presupuesto de 15 nuevos soles diarios les permite saborear sus 10 kilogramos de heno, de alfalfa, tres de cebada, dos de alfalfa verde y dos de un tipo de concentrado nutritivo bueno para su salud. Los caballerizos vigilan que durante el día tomen agua suficiente para evitar los cólicos, que son el problema de salud más frecuente que afrontan.

A diferencia de los perros y gatos que ante el dolor se quejan, los caballos no lo hacen. Y si los cólicos de gases lo atormentan, la única forma de saberlo es observando si se rascan la panza con una de sus patas inferiores, si la frecuencia aumenta, lo que tienen es más que un cólico de gases.

La Policía Montada posee tres escuadrones operativos y un pelotón fuera de línea. El primero está conformado por caballos negro zaino; el segundo, por castaños y el tercero por alazanes. Todos ellos dan servicios de correría en zonas urbanas como rurales.

El pelotón ofrece servicios generales: administración, carpintería, jardinería y talabarteros (los que arreglan las monturas y cueros de caballos).

En el Perú existe Policía Montada en Arequipa, Cusco, Cajamarca, Chiclayo y Tacna. En este departamento, en la provincia interandina de Locumba, se ubica el centro de remonte, en donde yeguas y sementales se juntan para reproducir el ganado equino que, luego de ser castrado, cumplirá su labor policial en el país.

En Ica se creará próximamente una unidad. El comandante en jefe del regimiento de caballería de El Potao, Percy Alberto Tenorio Gamonal, informa que apoyarán la implementación del escuadrón de caballería que empezará a funcionar a fin de año.


Historia

De acuerdo con la historia que maneja la Policía Montada, Lima contó con fuerzas a caballo que cumplieron la función policial durante el virreinato. A ellas se les denominó Escuadrón Guardia Lima, que actuó al costado de la Quinta Presa en donde actualmente se ubica el complejo policial comandante Juan Benítez Luna-Rímac.

Al consolidarse las ideas de libertad e independencia de la Corona española durante la segunda década del siglo XIX, los integrantes del Escuadrón Guardia Lima se unieron a las fuerzas del ejército patriota, que venían del norte, para formar parte de los nuevos Húsares del Perú que participaron en las batallas de Junín y Ayacucho.

Cuando llegó la corriente libertadora del sur al Perú, la capital quedó bajo el dominio patriota y de las fuerzas policiales existentes en la ciudad. Con la promulgación de la primera Constitución Política del Perú (1823) se creó la Guardia de Policía.

Después de las gestas emancipadoras, Simón Bolívar emitió un decreto que estableció la creación de la Guardia Nacional –7 de enero de 1825– con fuerzas a caballo. La norma precisó que existiría un ejército que continuaría con la campaña libertadora y otro, fuera de línea, para consolidar la paz en los territorios liberados. De esta forma, se le otorgó una naturaleza militar a la institución policial.

Hechos varios sucedieron posteriormente que configuraron lo que hoy en día se conoce como la Policía Montada. La asentada en Lima construyó su complejo policial en terrenos del antiguo huerto El Potao-Rímac, de propiedad de la señora Isabel Peral de Lloret, que el Ministerio de Guerra adquirió durante el primer centenario de la batalla de Ayacucho. A fines de julio de 1931 se convirtió en sede de la Policía Montada, que hoy alberga a “Characato” y al ganado equino del que forma parte.

El patrono Ramón Castilla

Para el Arma de Caballería del Ejército peruano, la celebración del Día de la Caballería Peruana es un homenaje al triunfo obtenido por las huestes patrióticas en la Batalla de Junín. El director de la Escuela de Caballería del Ejército, Edgardo Zapata Lazo, dice que es el reconocimiento a las fuerzas a caballo, que por entonces se batieron con sables y lanzas contra los realistas. En esa confrontación militar se hicieron famosos los Húsares de Junín, que luego se convirtieron en Húsares del Perú por iniciativa que impulsó Ramón Castilla, cuenta el oficial.

El ex presidente del Perú perteneció al Arma de Caballería, y hoy en día es considerado patrono de esa arma militar. "Es el máximo ejemplo para los soldados de caballería, por su entrega, su visión de estadista y porque organizó nuestra patria".

(FIN) DOP


Publicado: 6/8/2010