A veces el problema no es desconocer cómo jugar usando el móvil, sino que muchos smartphones no alcanzan su potencial por malas configuraciones. Conoce qué ajustes debes de verificar para que aproveches al máximo tu celular para juegos móviles.
“No basta con tener buen hardware; la clave está en cómo gestionas ese hardware. En modelos como el GT30 Pro, funciones como XBOOST AI y Modo Esports facilitan que estas tareas de optimización se ejecuten sin que el usuario tenga que preocuparse”, afirma Eduardo Martos, Country Manager de Infinix Perú.
Según un estudio de Kantar y Entel realizado en Lima en 2022, se identificó que el
35% de los usuarios pospago y el 38% de los usuarios prepago de telefonía usan el celular para videojuegos. De ellos, el 57% son hombres y 43% mujeres.
Asimismo, la población gamer peruana de
juegos móviles es en su mayoría joven y, entre los juegos preferidos, se encuentran Free Fire, Cundy Crush y Clash Royale.
Estas son algunas recomendaciones para que tu smartphone esté listo para los juegos móviles:
1. No priorizar el juego en la gestión de recursos
Muchos usuarios juegan con múltiples apps abiertas o notificaciones activas, lo cual fragmenta la memoria y los ciclos del procesador. Esto provoca “micro-lags” cuando por ejemplo llega un mensaje justo cuando estás recargando.
Algunos smartphones tienen “modo juego” que asignan prioridad del sistema al juego activo. Esta función determina que todas las notificaciones queden en pausa y que la memoria libre sea máxima.
De lo contrario también hay otros modos como "descanso" o "no molestar" también permiten reducir las notificaciones.
2. Dejar la tasa de refresco en modo automático o bajo
Si tu equipo permite 120 Hz, 144 Hz o más, pero está configurado en modo “automático” o “adaptativo”, puede que nunca alcance esos valores. Muchos juegos de alto nivel están optimizados para paneles de alta tasa de refresco, y no aprovecharlos genera pérdida de suavidad visual.
El experto recomienda ingresar a la configuración de pantalla y forzar la tasa máxima (o una que balance brillo/consumo), priorizando la fluidez del juego. Si tu equipo lo permite, puedes también activar ajustes específicos por
juego móvil.
La diferencia entre 60 Hz y 120 Hz es evidente al jugar: mayor fluidez, menor desenfoque y mejor capacidad de reacción. No es necesario llegar a tasas profesionales para notar la mejora: 120 Hz es suficiente para shooters y MOBAs. En juegos como COD Mobile, esto mejora la precisión al apuntar y moverse.
3. No mantener limpia la memoria antes de cada sesión
Las apps en segundo plano consumen RAM y recursos del sistema. Si comienzas a jugar con el dispositivo “cargado” de tareas, estás partiendo con desventaja. En dispositivos de gama gamer, a veces existe un botón para “boost” o “optimizar” que cierra procesos innecesarios.
Por eso, antes de cada partida pesada, cierra apps, haz limpieza de memoria o usa optimizadores integrados.
4. Temperatura del smartphone
En juegos rápidos, la temperatura sube y puede afectar el rendimiento. Los modelos lanzados este año incorporan sistemas avanzados de disipación. Además, se puede adquirir dispositivos adicionales como ventiladores magnéticos con carga inalámbrica.
5. Conectividad de datos
La latencia es clave en los juegos móviles porque determina qué tan rápido se refleja en pantalla cada acción que realizas. Más allá de tener velocidad, lo que realmente importa es que la conexión sea estable y con baja latencia: menos de 20 ms asegura respuestas casi en tiempo real, entre 20 y 50 ms ofrece una experiencia fluida, y más de 100 ms provoca retrasos que pueden costar la partida.
Con estos ajustes simples, puedes conseguir mejoras sustanciales en fluidez, menor latencia y una experiencia más constante, sin importar el juego o el equipo que uses.
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(FIN) NDP/SPV
Publicado: 19/11/2025