Irma del Águila reedita su novela El hombre que hablaba del cielo, ambientada en el siglo XVII en el virreinato. Muestra la oposición entre las mentalidades de corsarios holandeses, criollos y nativos peruanos.
En el 2011, la escritora y socióloga Irma del Águila ganó el premio Novela Breve de la Cámara Peruana del Libro por El hombre que hablaba del cielo; fue la primera mujer en hacerlo.
Cuenta la autora que los miembros del jurado le contaron informalmente que creyeron que había sido un historiador conocido el que había pergeñado esta historia de corsarios holandeses en costas sudamericanas.
Recuerda que usó un seudónimo neutro, lo que habría influido –especula– para que genere más la confusión sobre el género del novelista.
El mundo cambió
Una nueva edición de este libro circula desde hace poco. El interés principal en la historia era revelar cómo estaba cambiando la forma de entender el mundo por un simple invento: el telescopio. “Mirar es un evento social, ver es un hecho físico”, explica la intelectual a la Agencia Andina.
Puso un ejemplo cercano. Hasta mediados del siglo XX se encontraba en algunas comunidades andinas personas que observaban figuras dependiendo de la negrura de ciertas partes del cielo de noche. “Es como los esquimales con el blanco”, acotó.
Algo similar sucedió con el telescopio. Su uso puso en tela de juicio varias teorías como la perfección de las esferas celestes. En el mundo occidental se optó por varias interpretaciones.
Ese choque de mentalidades se observa en su novela. Un corsario holandés usando la nueva tecnología y un criollo, capturado en combate, intentando entender la situación.
Para esta obra, Del Águila siguió un curso de paleografía y se sumergió en la lectura de numerosa bibliografía. Por ejemplo, visitó el Archivo de Indias buscando información que la inspire.
La tarea le demandó tres años. El resultado es una historia en la que el lector conocerá episodios sobre la vida de Santa Rosa de Lima, así como de yungas y quechuas adaptando su cultura a la situación política, y católicos y protestantes enfrentados.
A la conquista de Europa
El próximo proyecto de Irma del Águila se aleja por completo del Perú. Abordará un caso de fines del siglo XIX, de una mujer de la localidad de Graz –en ese entonces perteneciente al imperio austrohúngaro– que sufre las consecuencias legales de ser infiel.
La autora indica que en ese tiempo se consideraba una enfermedad la infidelidad femenina, pero no la masculina.
“La mirada de la ciencia también es la mirada del poder”, hace notar la narradora, pues se encontraba una explicación para justificar las aventuras varoniles y reprimir las de las damas.
De Águila cuenta que es un desafío que un latinoamericano escriba sobre temas europeos. Incluso un editor francés le ha señalado lo complicado que sería publicar su obra.
(FIN) ECG
Publicado: 9/3/2020