Andina

Informalidad: empresas se dividen para evitar compromisos y obtener beneficios

Gozan de beneficios tributarios, no pagan utilidades, controlan sus facturas, entre otros

Jorge Toyama, Socio de Miranda & Amado Abogados, expone en la Mesa Redonda, Informalidad: Limite Para El Crecimiento ANDINA/Jack Ramón

Jorge Toyama, Socio de Miranda & Amado Abogados, expone en la Mesa Redonda, Informalidad: Limite Para El Crecimiento ANDINA/Jack Ramón

17:51 | Lima, nov. 19.

Si bien hay informalidad por necesidad, también existe por comodidad, por ejemplo, algunas malas empresas se dividen en pequeños núcleos y se convierten en mypes y, de esta forma, no cumplen con ciertos compromisos y gozan de algunos beneficios, sostuvo hoy el abogado laboralista, Jorge Toyama.

“Algunos malos empresarios atomizan sus organizaciones, se dividen y se convierten en microempresas para tener ventajas tributarias, asimismo, controlan sus facturas para no superar ciertos topes, no pagan utilidades por tener 18 trabajadores, entre otros”, remarcó en el programa Mirada Económica de Andina Canal Online. 

Agregó que se trata de pequeñas organizaciones aisladas, pero que funcionan y trabajan todas en la misma dirección con un mismo dueño. 

“Incluso existen casos en los que contratan a plazo fijo a un trabajador por cinco años y antes que los cumpla lo trasladan a otra empresa y así los cambian constantemente”, dijo Toyama en la mesa redonda como antesala al CADE Ejecutivo 2018 que se desarrollará entre el 28 y el 30 de noviembre en Paracas.



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Cómo erradicar la informalidad 


Consultado Toyama sobre cómo podemos erradicar ese fenómeno, que es parte de la gran informalidad que existe en nuestro país, el especialista refirió que lo primero es promover la cultura de la formalidad. 

“Tenemos que valorar que es más importante un seguro de salud que el DNI. Tienes un auto y lo aseguras, pero si sufres un accidente puedes quedas discapacitado por no tener un seguro”, enfatizó Toyama.

En segundo lugar, indicó que tendrían que existir sanciones eficientes como las de Chile, uno de los países más flexibles en términos laborales, pero con penas efectivas. 

“En ese país, si una empresa comete actos ilegales no puede contratar con el Estado. El mayor miedo del empresario chileno no está en la multa, sino en la pérdida de prestigio y la oportunidad de trabajar grandes proyectos”, manifestó.

En tercer lugar, pero no menos importante es establecer estímulos para que las organizaciones se inclinen por la formalidad.
 

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(FIN) ECS/JJN


Publicado: 19/11/2018