Por Ernesto Carlín GeredaHace algo más de un mes informábamos del hallazgo de un singular templo en U en Huachipa. Lo interesante de aquel reportaje fue que se descubrió, al escarbar algunos metros, una inusual cantidad de puntas de flechas, lo que explicaría el topónimo Huachipa, lugar donde se guardan los proyectiles en quechua.
Pero los trabajos en este complejo arqueológico, ubicado en uno de los nuevos cementerios de la capital, no se detuvieron en ese punto. Lo último que se ha encontrado antes de terminar la temporada de excavación es un petroglifo.
La araña del norte
El arqueólogo Jonathan Palacios, responsable de estos trabajos, declaró al Diario Oficial El Peruano que se trata de una piedra con la que se clausuró este recinto, lo que permite datar el artefacto.
Mencionó que es muy poco frecuente encontrar un petroglifo y saber de qué época es. Sin embargo, si se le halla en un contexto cultural definido, se puede deducir la fecha de confección con cierto grado de certeza.
El especialista manifestó que el objeto lítico pertenece a la época precerámica, la misma en la que se encuentra Caral.
No obstante encontrar algunas formas arquitectónicas que recuerdan a esa cultura, como las plazas hundidas, también se halló rastros de influencias de valles norteños.
Por ejemplo, la piedra en mención tiene representada una figura que recuerda a la araña de Cupisnique. También se encuentra similar iconografía en los valles de Moche y Chicama.
Esta representación confirmaría la suposición que compartió Palacios en julio sobre que este lugar tenía bastante influencia del norte del país y que era muy peculiar que se encontrara tan al sur.
Teorías
El proyecto arqueológico, apoyado por la empresa Mapfre, contempla seguir excavando hasta dar con otra piedra similar.
Para Palacios, el petroglifo colocado corresponde a una ceremonia de abandono y cierre del recinto. Maneja la hipótesis que por su forma era parte de la entrada principal a la plaza hundida.
Presume que habría una contraparte colocada en un lugar cercano, probablemente en oposición a este primer petroglifo.
Mientras llega la próxima temporada de excavación, siguen con el estudio del material hasta ahora desenterrado y en la búsqueda de encontrar una razón que pueda justificar tantas referencias a los valles del norte.
En las crónicas
El uso de las arañas para la adivinación está documentado por los primeros españoles que llegaron a estas tierras.
Aunque haya desaparecido o sea muy marginal su uso, se habla de ollas llenas de estos animales que eran usados para predecir el futuro.
Jonathan Palacios indicó que esta costumbre posiblemente haya nacido en el norte.
Sin embargo, la extirpación de idolatrías instaurada en los primeros años del virreinato, además de documentar esta costumbre, fue muy efectiva para acabar con este culto.
Cifra
5 metros cúbicos se cavaron en esta temporada en la huaca San Antonio de Huachipa.
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(FIN) DOP/ICI
JRA
Publicado: 2/9/2024