El Fondo de Capacitación en Construcción Civil (CONA) anunció que durante el 2023 fortalecerán sus cursos virtuales y presenciales, para mejorar las competencias de los trabajadores del sector en todo el país.
“El 2023 fortaleceremos nuestra relación con la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) y seguiremos con los cursos virtuales que son masivos, pero comenzaremos con mayor fuerza los cursos presenciales”, señaló Enrique Juscamaita, representante de la oficina de capacitación del CONA, en la Red de Comunicación Regional (RCR).
“Si bien los cursos digitales son interesantes, no tienen el mismo internamiento en el educando. Vamos a hacer los cursos presenciales en los locales de CONA, que son 26 a escala nacional, en la sede de Capeco, los locales de los sindicatos y en las obras mismas”, agregó.
Enrique Juscamaita también mencionó que están impulsando la formalización de los trabajadores y empresas del sector.
Explicó que la capacitación en CONA es uno de los servicios que se da a los trabajadores para fortalecer sus conocimientos y tener mayor competitividad.
“También para tener su ansiado carné RETCC y la renovación respectiva que le permite trabajar en cualquier empresa formalmente establecida. Es un conjunto de factores por los cuales el trabajador está interesado en ello”, indicó.
“CONA, más allá de la parte técnica, también está viendo otro tipo de formaciones para lograr una capacitación integral del trabajador, en ciudadanía, cuestiones de realidad nacional, empoderamiento de la mujer. Hace poco se acaba de firmar un acuerdo con Capeco y la Federación para considerar a los vigías como parte de los trabajadores, con todos los beneficios, considerando que el 80% de vigías son mujeres”, añadió.
El representante del CONA detalló que el 2020 empezaron con más o menos 500 alumnos al año, el 2021 llegaron a 1,500 y el 2022 terminaron con 7,000, lo cual es un salto grande.
Destacó que los trabajadores de construcción civil están en toda obra de infraestructura, como minas, irrigaciones, emprendimientos productivos, carreteras y otros, pero el gran problema es la informalidad.
“Nuestro reto es ir asimilando a los trabajadores y empresas a la formalidad, lo cual implica mejor bienestar, mejores salarios, etcétera y para ello se requiere que el trabajador esté fortalecido técnicamente, pero también cualitativamente, en tema de ciudadanía, ética, realidad nacional y eso estamos haciendo”, aseguró.
“La formalidad es vital, no puede haber políticas públicas si solo un 20 % está en la formalidad. O sea, el 80 % no tiene impacto directo porque no está formalizado y la formalización es un concepto más amplio, cultural, no solamente es estar inscrito en los registros, es también vocación de tributación, de normas y sobre todo de buenas prácticas”, dijo.