Empezó el feriado largo. Desde hoy jueves 7 al sábado 9 tenemos un superferiado largo y ¡tenemos que aprovecharlo! ¿Qué les parece recorrer Lima y descubrir esos lugares que ni sabíamos que existían por aquí? Seguro nos llevamos unas sorpresas increíbles.
Caral
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Caral es una parada imprescindible! Está en el valle de Supe, provincia de Barranca, en la región de Lima, justo en el kilómetro 184 de la Panamericana Norte.
Caral es la joya que refleja la
Civilización Caral, la más antigua de América, con sus 5,000 años de historia. Su arquitectura monumental y el desarrollo alcanzado por su sociedad nos dejan sin palabras.
En el 2009, Caral, el epicentro urbano de la civilización más antigua de América, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial. Es un reconocimiento a su valor excepcional y la importancia de preservarlo para el mundo entero.
Abarca alrededor de 68 hectáreas y está dividido en una zona central con 32 edificios públicos y grupos de viviendas, junto con dos zonas periféricas. Una de estas áreas colinda con el valle de Supe. ¡Imagina la cantidad de historia que alberga este espacio!
Un lugar donde se llevaban a cabo actividades sociales, culturales y económicas en colaboración con otras autoridades sociopolíticas cercanas. La civilización que la habitaba creó caminos de conexión a larga distancia para intercambiar bienes y productos con sociedades de diferentes regiones, todo en un ambiente de paz, respeto por las costumbres, ideologías, idiomas y, sobre todo, en total armonía y respeto por la naturaleza.
Caral es el lugar perfecto para sumergirse en la historia mientras te maravillas con el paisaje que lo rodea. Es una experiencia única donde la historia y la naturaleza se unen para ofrecerte un viaje inolvidable.
Azpitia
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Azpitia es también un lugar increíble! ¿Puedes imaginar un lugar donde el sol brilla todo el año? Además, sus paisajes son preciosos, con plantaciones de uvas, manzanos, lúcumos y pacaes. Es como un paraíso para los amantes de la naturaleza y las frutas.
Un oasis para aquellos limeños que necesitan escapar de la vida agitada y el cielo gris de la ciudad. Es un lugar lleno de belleza y calidez que brinda un respiro reconfortante de la vida cotidiana.
La plaza de Armas es encantadora con su iglesia y casonas antiguas y la comida, es toda una experiencia. Los tamales y el cuy son una delicia. Aunque los platos estrella son los de camarón, pero si se encuentran en época de veda, es importante respetar para preservar la naturaleza.
Recorrer el valle a pie o en bicicleta es una experiencia increíble. Con caminos fáciles de transitar, es una excelente manera de explorar y conocer la zona mientras te sumerges en la belleza natural que ofrece Azpitia.
En su campiña se siente el aroma de la uva de donde producen vinos y piscos de calidad. En algunas casas se producen artesanalmente y es ofrecido al visitante. La bodega más importante es El Sarcay, donde muestran el proceso de elaboración del pisco.
En un lugar soleado como
Azpitia, es fundamental que puedas llevar ropa ligera, lentes de protección, bloqueador solar, gorro y repelente de insectos para disfrutar al máximo sin preocupaciones. ¡La comodidad y la protección son clave para disfrutar al máximo de este hermoso lugar!
Lomas de Lachay
¡La Reserva Nacional de Lachay es un tesoro natural! A solo 105 kilómetros al norte de Lima, en Chancay, provincia de Huaura, este lugar celebra 45 años de preservar la biodiversidad única de las lomas costeras. Es un pequeño paraíso que debemos proteger.
Con 5,070 hectáreas en pleno corazón de la franja desértica costera, la Reserva Nacional de Lachay es un santuario para la variada fauna costera y un ejemplo vivo de la exuberante vegetación de las lomas. Su densa neblina crea un paisaje mágico que define la belleza de esta reserva.
Exactamente, estos ecosistemas frágiles son únicos y han enfrentado amenazas graves como el pastoreo excesivo y la tala de árboles. Convertirla en un área protegida ha sido fundamental para conservar esta muestra representativa de las lomas costeras y promover el uso sostenible de sus recursos. Es esencial preservar su equilibrio para garantizar su supervivencia a largo plazo.
¡Las caminatas y la observación de aves suenan fantásticas en la Reserva Nacional de Lachay! Con senderos señalizados, es fácil explorar. El recorrido por las zonas permitidas en esta área protegida toma aproximadamente dos horas, ¡un tiempo perfecto para sumergirse en la belleza natural y avistar aves!
La tarifa de ingreso actualizada para ingresar a la Reserva Nacional de Lachay es de 15 soles por persona adulta, 8 soles para niños de 5 a 16 años, 8 soles para adulto local y 5 soles para niño local.
¡Una experiencia increíble! un precio bastante razonable considerando todo lo que ofrece en términos de naturaleza y paisajes impresionantes.
Lunahuaná
El valle de Lunahuaná, también es emocionante. Un lugar ideal para practicar canotaje en el río Cañete durante todo el año, esto lo convierte en un imán para turistas nacionales y extranjeros. ¡Una aventura perfecta para los amantes de la emoción y la naturaleza!
A solo tres horas de Lima, Lunahuaná ofrece días llenos de adrenalina y conexión con la naturaleza. El rafting o canotaje es una de las actividades al aire libre más tradicionales en esta zona, ¡una oportunidad perfecta para vivir emociones fuertes y disfrutar de la naturaleza en su esplendor!
Lunahuaná es un destino acogedor y perfecto para visitantes tanto nacionales como internacionales. Ofrece una mezcla emocionante de actividades al aire libre, naturaleza exuberante y experiencias únicas que encantan a todos los que la visitan.
Desde el encanto del pueblo hasta el sitio arqueológico Incahuasi, las bodegas De la Cruz, Viña Los Reyes, Los Hijos del Sol y Santa María. Lunahuaná tiene mucho para explorar.
¡Definitivamente una parada imperdible!
Antioquia
¡Las casas de Antioquia son realmente encantadoras! Pintadas con una variedad de colores y diseños que representan aves, estrellas y paisajes diversos, ¡deben ser una vista espectacular y colorida!
La combinación perfecta de azul, rojo y amarillo en cada rincón del pueblo de Antioquia, como sacada de un cuento para niños. ¡Las fotografías allí deben ser simplemente increíbles! Un retablo de colores vivos en un escenario natural, ¡una postal única!
La flexibilidad es clave en esta aventura. Puedes optar por tu propio medio de transporte o utilizar el transporte público que va hacia Cieneguilla, en el valle del río Lurín. A medida que te alejas de Lima, notarás cómo el clima cambia, ofreciendo una experiencia diferente a lo largo del camino.
El Sol se hace intenso, el aire es puro y seco y juntos nos predisponen a disfrutar visualmente las plantaciones de manzanas que escoltan al río en su tránsito a la costa.
En Antioquia tienes varias opciones. Si deses paz y sosiego, emprende un paseo por el pueblo mientras recreas la vista con las imágenes que descansan sobre las fachadas: animales, plantas, soles sonrientes, ángeles. Y es que en el distrito no hay vivienda, bodega, restaurante, hotel o colegio que no luzca estas figuras distintivas.
En cambio, si su espíritu es aventurero, tiene la posibilidad de hacer una caminata larga, que le conducirá al mirador natural, desde donde el retablo y sus alrededores adquieren otra dimensión.
También puede hacer ciclismo o trekking, ir a otros poblados, como Cochahuayco, para apreciar la arquitectura de sus viviendas y de su iglesia colonial, construida en el siglo XVII, así como visitar la planta de producción y procesamiento de néctares y mermeladas.
El otro destino es Sisicaya, donde conocerá el origen de su leyenda y el porqué lo llaman ‘pueblo fantasma y maldito’, aunque se trate de una tierra bendita.
La belleza pintoresca y la diversidad de experiencias que ofrecen lugares como Caral, Lachay, Lunahuaná y Antioquia son un reflejo de la riqueza natural e histórica que rodea a Lima. Desde la majestuosidad arqueológica hasta la emoción del deporte al aire libre y la serenidad de sus pueblos coloridos, esta región tiene un encanto único que atrae tanto a los visitantes locales como a los internacionales.