Expedición a la Amazonía peruana: las rocas de la Formación Pebas cuentan su historia

“Hemos encontrado sitios paleontológicos prometedores; la travesía ha sido un éxito”, afirma líder de expedición

Expedicionarios colectando fósiles de vertebrados en la localidad de Pebas, región Loreto, hace unos días. Foto: Cortesía Rodolfo Salas-Gismondi

Expedicionarios colectando fósiles de vertebrados en la localidad de Pebas, región Loreto, hace unos días. Foto: Cortesía Rodolfo Salas-Gismondi

18:33 | Lima, ago. 26.

Por Jessica Olaechea Tejada

El río Amazonas rugía e inspiraba respeto; sus aguas habían crecido bastante por las intensas lluvias acompañadas de tormentas, pero el objetivo era claro: la expedición científica multidisciplinaria llegó por primera vez a Pebas, en la región Loreto, en busca del origen y la evolución de la biodiversidad de la Amazonía peruana, y el paleontólogo peruano Rodolfo Salas-Gismondi, quien la lidera, asegura que fue “un éxito rotundo”.

Maxilar de caimán de 13 millones de años de antigüedad recién descubierto en Tamshiyacu, región Loreto. Cortesía Rodolfo Salas-Gismondi.

“Como balance de esta primera expedición —del 10 al 24 de agosto—, podría decir que ha sido un éxito rotundo, a pesar de las circunstancias de que no fueron las más favorables, porque este año la temporada seca no fue tan seca como en otros años: llovió mucho y el nivel del río Amazonas estaba muy alto”, señaló.


Eso limita la cantidad de rocas expuestas y, por consiguiente, también reduce el área para la búsqueda de fósiles. “La mayor parte de estas rocas estaba todavía bajo el río Amazonas; todos los días llovía y hubo tormentas tremendas que nos impidieron trabajar en un par de ocasiones. Sin embargo, pudimos sobreponernos a esta situación y encontramos muchos fósiles, contó.

Rodolfo Salas-Gismondi colectando una vértebra de cocodrilo en Barrio Florido, región Loreto. Foto: Cortesía Camila Zamora-Vega.

El investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) sostuvo que “en la zona de Pebas encontramos sitios paleontológicos prometedores; sitios donde hemos descubierto fósiles que no podemos reconocer aún porque son diferentes a los que habíamos encontrado cerca de Iquitos, eso significa que todavía hay mucho por descubrir”.

Casi 150 kilos de carga

“Hay un hueso en particular que no sabemos a qué pertenece, pero es de un animal de gran tamaño. Tenemos mucha experiencia y somos capaces de reconocer la anatomía de casi todos los animales que vivieron en esa época de los que tenemos conocimiento, pero hay algunos que aún no conocemos, explicó a la Agencia Andina.


Salas-Gismondi sostuvo que se han descubierto muchos restos de animales antiguos. “Pudimos hacer colectas importantes. Hemos traído casi 150 kilos de carga, que incluye fósiles de vertebrados, algunos invertebrados, troncos de árboles fosilizados y sedimentos, detalló.

Otro fósil hallado en la zona es de un cráneo de Gnatusuchus pebasensis, un caimán superextraño que existió en el sistema Pebas —corazón del conocimiento de la Formación Pebas— y del cual solo existía un cráneo.

Cráneo de 'Gnatusuchus pebasensis', un caimán superextraño que existió en el sistema Pebas, región Loreto. Cortesía Rodolfo Salas-Gismondi.

“Ahora tenemos un segundo cráneo, pero este se encuentra en buen estado de preservación; el primero estaba aplastado y no se podía ver la geometría exacta del cráneo. En este sí podemos ver cómo era el hocico elevado, es una delicia, la verdad; estamos muy contentos de haberlo descubierto”, aseveró.

¿Ancestro del caimán blanco?

Los científicos también han descubierto restos de un caimán que estaría emparentado con el caimán blanco que existe en la Amazonía, y eso es un “descubrimiento extraordinario porque no existía registro fósil de caimán blanco”.

Vértebra de delfín de 13 millones de años de antigüedad descubierta en Pebas, región Loreto. Cortesía Rodolfo Salas-Gismondi.

“No sabíamos cuándo había aparecido y, al parecer, su aparición antecede a la formación del río Amazonas y eso es interesante porque ha sobrevivido a muchos cambios ambientales en la Amazonía, lo cual refuerza la idea de que este caimán es muy versátil ecológicamente”, manifestó.

Según el investigador, eso podría explicar las razones por las cuales es uno de los caimanes que menos se ha visto afectado por la deforestación y contaminación y los cambios en su hábitat (Amazonía), debido al avance de la agricultura, por ejemplo.

“El caimán blanco no está en peligro de extinción, y probablemente la historia del registro fósil sustenta, en parte, por qué es así; claro, esto es una primera hipótesis, que podría poner en evidencia el valor del registro fósil para conservar nuestra Amazonía”, expresó.

Mandíbula de caimán, posible pariente del caimán blanco, de 13 millones de años, en el momento del descubrimiento en Tamshiyacu, región Loreto.

Además, dijo, con estos nuevos hallazgos "se está probando la hipótesis de que el sistema Pebas sí contribuyó de manera crucial a la biodiversidad Amazónica actual".

¿Qué sigue?

El siguiente paso será procesar el material colectado en Pebas. “Te imaginarás que lo primero que vamos a empezar a preparar y limpiar será el cráneo del Gnatusuchus pebasensis y del caimán blanco o ancestro de este. Luego, comenzaremos a investigar qué es lo que hemos descubierto”, adelantó a la Agencia Andina.

El equipo también se ha enfocado “en poder entender un poco más sobre la edad de la Formación Pebas, porque no sabemos con precisión la edad de los fósiles; parece que eso va a cambiar un poco. En esa labor trabajan las paleontólogas Julia Tejada (Perú) y Carina Hoorn (Países Bajos)”.

Colecta de fósiles en la localidad más productiva de la zona, Tamshiyacu (Loreto), a orillas del río Amazonas.

Resaltó la participación de la paleontóloga holandesa Carina Hoorn, quien le dio el nombre a la Formación Pebas. “Ha sido realmente un lujo tenerla a ella y a la colega Julia Tejada, quien, con su equipo, ha podido colectar datos para establecer con mayor precisión las edades de los fósiles. Eso es fundamental”, sentenció.

El científico de la UPCH atribuyó el “éxito rotundo” de esta primera expedición a que fue un equipo de unos 20 profesionales con gran experticia y a que tuvieron muchos días de trabajo, lo que permitió ir a diferentes lugares.

“Hemos sido un grupo multidisciplinario con personas trabajando en diversos aspectos, buscando información desde diferentes perspectivas sobre la historia del Amazonía peruana, contada por las rocas de la Formación Pebas”, remarcó.

La expedición a Pebas forma parte del proyecto de investigación 'El registro fósil de Loreto: Archivos sobre el origen de la biodiversidad amazónica’, que contará con un financiamiento de 500,000 soles del Programa Nacional de Investigación Científica y Estudios Avanzados (ProCiencia), entidad ejecutora del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec).

Próxima expedición

El equipo multidisciplinario acaba de retornar de Loreto, pero ya planifica la próxima expedición que será al río Napo, en febrero de 2026, “al lugar donde fue descubierto Pebanista yacuruna", el delfín de río más grande del planeta y que está emparentado con delfines que habitan en el río Ganges, en la India, uno de los más importantes de Asia.

“Ya lo hemos conversado en el equipo y pensamos que es crucial ir en febrero, que es la temporada seca para el Napo. En agosto de 2024 llegamos al Napo, pero no fue el mejor mes, porque el río estaba un poco alto; sin embargo, encontramos cosas interesantes”, recordó.

“Vamos a ver qué sorpresas nos ofrece este fantástico lugar paleontológico. Estamos planificando ir al río Napo a buscar delfines. Creo que complementará muy bien el trabajo que hemos hecho en Pebas”, puntualizó.


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(FIN) JOT

Publicado: 26/8/2025