Las industrias avanzan hacia procesos más digitales y la logística no es la excepción. El rubro requiere de constante innovación y actualización de equipos que cumplan con las crecientes exigencias del mercado en cuanto a rapidez, demanda y eficiencia. Para ello, las empresas renuevan y actualizan sus equipamientos e infraestructuras.
Sin embargo, esta acción genera desechos que pueden convertirse en un gran contaminante. Según un estudio realizado por SOTI en ocho países, incluidos Estados Unidos, Alemania, Francia y Canadá, el 60% de los dispositivos portátiles son desechados innecesariamente.
“La sustentabilidad es inherente a los negocios digitales del presente. Desde la urgencia mundial y también desde la exigencia del consumidor, hay mayor atención con el compromiso ambiental. En este sentido, las cadenas de suministro buscan reducir impactos, sacando el máximo provecho a los dispositivos, considerando su ciclo de vida y usabilidad”, explica el gerente regional de STG en Perú, Ulrich Reiser.
Reemplazar dispositivos móviles por la última versión del mercado resulta muy tentador. Un 52% de los encuestados admitieron reemplazar sus dispositivos al final de su “esperada” vida útil, mientras que un 49% asegura que lo hace una vez que el dispositivo deja de funcionar en su totalidad.
“La sostenibilidad ecológica es un pilar de negocio, las empresas deben cambiar su pensamiento y ampliar la usabilidad de los dispositivos lo máximo posible para reducir sus desechos”, precisó Reiser.
Compromiso sustentable
La gestión de desechos puede convertirse en un gran dolor de cabeza para la logística. Según The Global E-waste Monitor, los desechos electrónicos globales alcanzarán las 74 toneladas métricas para 2030. En ese sentido, las compañías pueden optar por opciones más amigables con el medio ambiente. En esa línea, STG entrega tres recomendaciones para sacarle el máximo provecho a tus dispositivos.
Implementar soluciones digitales. Estas son claves para la administración de dispositivos ya que permiten supervisar, diagnosticar y reparar los equipos. Cuando el sistema detecta una posible falla, actúa rápidamente para no comprometer el dispositivo, prolongando su vida útil, además de eliminar procesos manuales tediosos.
Recambio de batería. Muchas veces las compañías descartan equipos cuando las baterías cumplen su ciclo, sin embargo, éstas pueden ser reemplazadas sin ningún inconveniente ni afectación en el dispositivo. De esta forma, continúa con su funcionalidad, se ahorran costos y se evitan desperdicios innecesarios.
Donar, revender o reparar. Estas tres opciones permiten evitar el impacto de la huella digital y la contaminación. Las compañías pueden optar por reacondicionar o reciclar aparatos que ya no utilizan y darles un nuevo ciclo de vida, evitando desperdiciar equipos que todavía están capacitados para cumplir sus funciones.
“Las empresas cuentan con un sinfín de equipos portátiles como computadores, tablets, dispositivos móviles, impresoras, hasta piezas de hardware. Es vital que se enfoquen en una progresión digital para evitar que los desechos electrónicos vayan al alza”, aseguró el ejecutivo.
El cambio y concientización hacia una mentalidad sustentable debe empezar ahora, pues invertir en soluciones tecnológicas que supervisen y reparen dispositivos existentes es la mejor opción para contribuir al medio ambiente.
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