Enfermedades crónicas como la anemia, la hipertensión y el insomnio pueden evitarse y combatirse con éxito si se incluye en la dieta frecuente al maracuyá, suculenta fruta ideal para el verano, que ocupa el podio de los superalimentos peruanos por sus extraordinarios atributos nutricionales e innegables beneficios para nuestra salud y su óptima defensa frente a muchas infecciones.
Conocida con el nombre científico de Passiflora edulis, esta fruta está emparentada con la granadilla, por lo que también es considerada una fruta de la pasión. Tiene forma circular y ovalada, en tanto que su cáscara es esencialmente de color amarillo, aunque también hay de colores rojizo y morado. Tiene un textura lisa o corrugada dependiendo de su madurez.
La pulpa del maracuyá es de color amarillo, de consistencia gelatinosa y aguada, que conforman abundantes cápsulas que albergan semillas de color negro. Posee un sabor predominantemente ácido y también dulce que es muy refrescante y agradable al paladar.
Composición nutricional
Entre los atributos nutricionales del maracuyá destacan su concentración de
vitaminas A y C, así como del
complejo B (riboflavina, ácido fólico, niacina y piridoxina) que constituyen potentes
antioxidantes.
También contiene minerales esenciales como calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio y zinc. A ello se suma gran cantidad de fibra, concentrada principalmente en su cáscara.
Beneficios para la salud
Todos los nutrientes mencionados que posee el maracuyá robustecen el sistema inmune de nuestro organismo y lo hacen más resistente a las infecciones, sobre todo respiratorias, y también ayudan a prevenir enfermedades degenerativas y el cáncer.
Del mismo modo, son un aliado perfecto para evitar y combatir la hipertensión arterial, así como otros problemas de salud derivados de la presión alta, dado que ayudan a evitar el engrosamiento de los vasos sanguíneos y favorecen el óptimo funcionamiento del sistema circulatorio. La niacina o vitamina B3 ayuda a reducir el colesterol y prevenir la dislipidemia.
El consumo frecuente de maracuyá ayuda a combatir la anemia por su importante aporte de hierro y vitamina C que facilita la absorción de este mineral, mientras que sus vitaminas protegen la vista, la piel y el cabello, además de reducir los dolores musculares, menstruales y de cabeza, evitando o mitigando la fatiga y el insomnio gracias a la acción del potasio, el magnesio y el zinc.
Su alto contenido en fibra convierte al maracuyá en un excelente remedio para el estreñimiento, dado que ayuda a regular la digestión y favorecer el buen funcionamiento de los intestinos delgado y grueso. Asimismo, ayuda a evitar el sobrepeso por su bajo aporte calórico y por proporcionar una efectiva sensación de saciedad cuando se consume la pulpa cruda. También es eficaz para prevenir las infecciones urinarias.
Versatilidad
El maracuyá es una fruta sumamente versátil y puede consumirse cruda, en jugos o zumos, mazamorras o papillas, por lo que es preferida por la industria alimentaria para la producción de refrescos, gelatinas, helados, bebidas energizantes, entre otros. En la repostería ocupa un lugar importante como insumo para la preparación de tortas, pasteles, galletas, entre otros.
En la coctelería destaca también como insumo de emblemáticos cócteles como el "chilcano de maracuyá", el "maracuyá sour", entre otros.
Regiones productoras
El maracuyá se cultiva en las regiones Lima, que aporta el 44 % de la producción nacional, La Libertad, Lambayeque, Piura, Áncash, Junín, Loreto, Ucayali, Tumbes, Ica, Huánuco, Cajamarca, Moquegua y Ayacucho.
(FIN) LZD/MAO
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