Un total 7,436 familias de las comunidades alto andinas de 13 regiones del país, ya duermen abrigadas en sus viviendas térmicas, acondicionadas por el proyecto Mi Abrigo del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes), programa nacional del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), con una inversión de S/ 101.1 millones.
El director ejecutivo de Foncodes, Hugo Vila Hidalgo, refiere que las denominadas “casitas calientes” están dirigidas a proteger especialmente a niños y ancianos que son las personas más vulnerables a las bajas temperaturas.
“Ante el reiterativo problema de las heladas y su impacto en las comunidades de la sierra sur y central del Perú, se ha encontrado la solución mediante el acondicionamiento de las viviendas tradicionales, convirtiéndolas en térmicas que abrigan y dan calidad de vida de las familias”, expresó.
El acondicionamiento de viviendas constituye una tecnología muy apropiada para la realidad de nuestros andes, donde el frio es intenso, llagando bajo cero en época del invierno, que va desde fines del mes de mayo hasta agosto.
En comunidades rurales de la sierra, las “casitas calientes” hacen la diferencia y permiten proteger la salud y la vida de las familias, en su mayoría de bajos recursos económicos.
El Midis, a través de Foncodes, con el proyecto Mi Abrigo, gestiona y financia el acondicionamiento de las viviendas térmicas, en el marco del Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje 2017-2021.
Las viviendas térmicas solares fueron edificadas en cuatro etapas y entregadas a las familias de las comunidades rurales de los departamentos del Cusco, Puno, Apurímac, Arequipa, Huancavelica, Moquegua, Tacna, Áncash, Pasco, Huánuco, Ayacucho, Junín y Lima. Todo ello representa una inversión total de S/ 101.1 millones.
A fin de prevenir los efectos de las heladas, entre enero y febrero de este año, se entregaron las últimas viviendas ejecutadas en el año 2019. Actualmente, está en la fase de liquidación solo algunos proyectos de la cuarta etapa.
Con energía solar y muro trombe
Utilizando energía solar se acondiciona viviendas rurales de adobe y techo de paja o calamina ya existentes, adaptándolas para que sus ocupantes pueden enfrentar cada año la temporada de frío y heladas sin padecer sus efectos.
Así, en base a una tecnología desarrollada por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), se incorporan a la vivienda: muro trombe (pared caliente), aislamiento térmico interno, reforzamiento antisísmico de muros y la instalación de cocinas mejoradas a leña. Todo ello para que el hogar sea más confortable y habitable durante el invierno.
¿Cómo se mejora la vivienda?
Comprende la construcción de un muro trombe al pie de una de las paredes, en donde es colocada una lámina transparente de policarbonato que almacena la energía solar, la cual es filtrada a través de tubos PVC al dormitorio, y esto eleva la temperatura entre 10 a 15 grados centígrados en el interior del hogar.
Además, la habitación es mejorada con la instalación de piso de madera machihembrada, doble puerta y ventana, y un techo tipo cielo raso de tela arpillera revestida con yeso. De este modo se evita la fuga del calor por 8 a 10 horas, es decir, toda la noche. Del mismo modo, los muros de adobe se refuerzan con Geomalla Biaxial ante posibles sismos.
Parte de la mejora de la vivienda comprende, a la vez, la instalación de cocinas mejoradas a leña o bosta. Esto contribuye a atemperar el interior del hogar en invierno.
El proyecto Mi Abrigo de Foncodes tiene como objetivo proteger la salud y la vida de las familias rurales que habitan en zonas de “alto riesgo” y “muy alto riesgo”, ubicadas por encima de los 3,500 metros sobre el nivel del mar.
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(FIN) NDP/TMC
Publicado: 16/6/2020